60 Segundos: A propósito de crímenes impunes


Raul González Rivera, egresado de la Facultad de Ciencias y Técnicas de la Comunicación de la Universidad Veracruzana
Raul González Rivera, egresado de la Facultad de Ciencias y Técnicas de la Comunicación de la Universidad Veracruzana

* FOX, OTRA VEZ
POR LA MARIGUANA

Nuestra respetuosa solidaridad a
la licenciada Carmen Celis, en el
difícil momento que enfrenta junto
con sus demás familiares.
Con su confesión hecha en Guanajuato, en el sentido de clamar por la legalización de la mariguana, lo que llevaría al ex presidente a convertirse en un industrial de la yerba verde, vendiéndola en un establecimiento similar a las tiendas Oxxo, con todas sus calidades y variedades, igual el señor Vicente Fox Quesada estaría confirmando que es el más ignorante de los ex jefes de estado que un país en el mundo haya tenido.
Ávido de que los reflectores lleguen hasta su rancho de Guanajuato, el ex presidente confirmó lo que ha venido pidiendo a lo largo de estos últimos años, en el sentido de competir con Joaquín «El Chapo» Guzmán en la producción de drogas enervantes, pero señalando que legalizando la mariguana se daría la generación de impuestos para enriquecer el erario público.
Precisamente en su sexenio, la industria de las drogas tuvo su mejor arranque y florecimiento, amén de que a los delincuentes de cuello blanco se les permitió realizar sus operaciones financieras de manera amplia, cuentan los analistas más encumbrados en este país, lo que igual empobreció la producción del resto de cultivos en el campo y en cambio se forjaron fortunas de algunos cuantos de manera desorbitada.
De otra forma, no se entiende la hambruna que recorre cada pedazo de tierra azteca y el abandono de las siembras y la generación de los productos básicos que se esfumaron de la mesa del común de los ciento quince millones de mexicanos.
Así que la solicitud del ex presidente, hasta los propios panistas la vieron como una mera «puntada».
Empero, haberlo dicho un ex presidente, con su declaración invade todas las áreas de lo político, lo oficial y lo caricaturesco, o como dijera también Andrés Manuel López Obrador, al definir al ex presidente como el más inculto del mundo en los últimos 200 años.
Y es que Fox, en su declaración, recalcó repetitivamente que si se legaliza, él inmediatamente produciría mariguana para ofertarla a los consumidores del país.
Puntada o no, la declaración del ex presidente produce enojos, causa irritaciones y condenas entre adversarios políticos suyos, y los panistas, que son sus asociados, siguen presumiendo que lo mejor sería echarlo de las filas albiazules, total, con su vocación priista lo único que ha conseguido es exhibir las miserias de un membrete partidario, que nació mal y seguirá conformándose y luchando por conservar su amasiato con el viejo régimen.

* CIRCO, PAN Y RISAS
EN CAMPAÑA

En realidad, esto se ha convertido en un singular circo, con el cual al pueblo se trata de llegar con pan, música y la alegría que están lejos de sentir los cientos de miles desheredados de todo.
La rebatinga por los huesos que roer los próximos tres años, no encuentra paralelo, porque lo mismo se coluden ricos, poderosos, líderes charros, funcionarios corruptos, que los avecindados más simples, ajenos a la función de mandar desde el poder, pero que arrastrados como están siendo por la vorágine de pasiones, lo que hace que esta gran carpa sea testigo de los sombrerazos que igual trae consigo un proceso semejante.
Un día, cuando priistas abandonaban la nave partidaria que fundó don Plutarco Elías Calles, recibieron el mote de tránsfugas, para no repetirles que eran unos traidores, porque se creía que había ideologías.
Se veían bien los socios del viejo PNR, y luego los socialistas con David Alfaro Siqueiros y los comunistas con Valentín Campa y Arnoldo Martínez Verdugo, y los albiazules con los empresarios ricos, católicos a ultranza, simpatizantes de la vela perpetua y todo cuanto a reacción oliera.
Es decir, se abordaba el tema conforme a las formas de pensar, consecuentes con las de actuar de los hombres de partido.
Obviamente, el último ideólogo dentro de la familia priista, don Jesús Reyes Heroles, avistaba el derrumbe de su membrete partidario, pero los que serían futuros tránsfugas no le creyeron.
En Veracruz, podría advertirse, se constituyó en una de las sedes de ese desmoronamiento partidario que debía enfrentar el tricolor.
Y desde entonces, el priismo no ha podido reencauzar ni convencer, menos recuperar la credibilidad perdida, al grado, como se aprecia, que ha tenido que echar mano de los panistas ungiéndolos en candidatos en la justa por el poder legislativo de los próximos tres años.
Darles circo, pan, pachanga y dulce a los militantes y el resto del pueblo, no lo era desde los días del feliz populismo encarnado por el presidente Luis Echeverría Álvarez. El que contagiaba hasta a los tensos y tibios y los hacía entrar en el discurso hueco, pero demagógico.
El viejo régimen, desde hace dos decenios, no ve la suya. Ya no es absolutista ni lo dictatorial que ejercieron durante 71 años bajo las banderas del régimen democrático y de justicia social.
La oposición sumada, en Veracruz, hace mayoría y ahora los priistas de vocación y de toda la vida están molestos, porque se les hizo a un lado para dar entrada a los socios tricolores, pero de estreno. A los trapecistas y tránsfugas de las siglas adversarias sólo confunden a los viejos, honestos y tradicionalistas que siguen confiando en la defensa de las ideologías partidarias. Y si no, al tiempo.

* A PROPÓSITO DE
CRÍMENES IMPUNES

En periódicos que circulan en la ciudad de Xalapa, en su edición del 23 de octubre del pasado año de 2012, se dio cuenta de un asesinato perpetrado en un terreno propiedad de un poderoso empresario defeño, reconocido como rancho El Chalet, con asiento en el municipio aledaño de San Andrés Tlalnelhuayocan, el cual se asegura a la fecha, quedó en la absoluta impunidad.
En aquella ocasión se supo que un hombre había sido asesinado de un escopetazo, disparado por un influyente de la zona en cuestión, pero que su identidad permanecía en secreto, pese a que los elementos policíacos que arribaron al lugar realizaron las pesquisas de rigor y que con certidumbre –observación hecha por vecinos del lugar del crimen–, dichos sabuesos habrían identificado al autor del ataque.
En aquella ocasión, peritos de servicios especiales de la PGJE y personal de la agencia cuarta del MP investigador, se trasladaron al mencionado rancho, con objeto de llevar a cabo el traslado del hombre ejecutado al servicio médico forense, en donde los especialistas le practicaron la necropsia de ley.
Sin embargo, por otro lado, a los medios jamás ha trascendido ni el nombre del asesino ni el de su víctima mortal.
En cambio, los habitantes de Tlalnelhuayocan, y más los que tienen sus domicilios en cercanías al rancho El Chalet, se cuenta que es casi un imposible que no se sepan las dos identidades, tanto la de quien cometió el atentado, como del que fue su víctima. Unos aseguran que quizá el segundo fue alguien que intentó meterse a robar a la propiedad del primero y que, no quedándole otra, optó por disparar su escopeta en contra de su humanidad, matándolo.
La otra especie que corre entre avecindados del rumbo, es que en un exceso de poder el hombre armado haya sacrificado inútilmente la vida del hombre que tal vez no pretendiera robar, sino que pasaba por dicho rancho con objeto de solicitarle a su propietario alguna ayuda económica, debido a su objetiva pobreza, conforme a las ropas que vestía en la fecha del atentado en su contra.
Lo cierto es que este crimen permanece en el ostracismo.
El autor del crimen no fue mostrado a medios informativos, pero se insiste en que tampoco fue consignado ni encarcelado, como tampoco se supo la identidad y demás generales del sujeto sacrificado.
Empero, vecinos del lugar refieren que de alguna forma conocían al fallecido de un escopetazo y que están atentos a que aparezca alguien relacionado con el inmueble que incluye el rancho El Chalet, a efecto de tratar de cobrarle las facturas debidas a los familiares de esta víctima mortal.
Este fue un crimen que ensombreció la vida tranquila que habitualmente ha tenido lugar en esa zona del municipio de Tlalnelhuayocan, sobre todo porque no quedó resuelto, hay un ejecutor que anda suelto y un muerto, sin recibir la justicia que dictan los hombres. Eso dicen en la zona mencionada y en los círculos de la justicia.

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