

*RICARDO AHUED,
UN PODEROSO AVAL
Sin duda, cuando Ricardo Ahued ha advertido hasta por tres veces que está dispuesto a defender lo indefendible, como es el monto de la deuda pública del estado, que a decir suyo alcanza los 89 mil millones de pesos, para los analistas el rey del plástico es muy valiente, es un suicida (políticamente), o como es que goza de un poderoso aval, que es su honestidad, puede darse el lujo de decir lo que otros iguales a él, jamás se atreverían.
El candidato a diputado local por el distrito de Xalapa urbano, desde que pasó a engrosar las filas del servicio público se ha constituido en un atractivo para la tarea de dirigir destinos públicos y orientar la mira en esa materia hacia las cuestiones que más importan a una sociedad.
Sin estar confiado de que sólo con su nombre ganará curul, como ya lo hizo cuando apareció por vez primera por la alcaldía de Xalapa, la cual obtuvo sin mayores problemas y sin haber militando nunca en ningún partido político, incluyendo el PRI, tuvo una segunda aparición para buscar curul federal, que ganó ampliamente, y de allí al escenario de donde lo habrían de tratar de convencer para que siga en la misma función, pero ahora como diputado local.
En el discurso de la calle, ante los cien hombres de empresa encabezados por la firma de los Fernández Ávila y luego en la entrevista con los chicos de la prensa, el futuro diputado local dijo lo que se enlista en el primer párrafo, en el sentido de que está para debatir sobre la deuda que mantiene el estado, cuyos numeritos suman los 89 mil millones de pesos.
La nota en apariencia pasó desapercibida, pero el tono y contenido con que lo dijo Ahued Bardahuil, entraña una responsabilidad mayúscula, que cualquier otro socio priista se ha cuidado de no tocar ni con el más ligero soplido y que el rey del plástico soltó como misil, en cuando menos tres eventos propios de su campaña como aspirante a ser uno de los legisladores de la próxima cámara de diputados locales.
Sobre sus consecuencias, nada se ha dicho, y tampoco ningún funcionario estatal o del Congreso le ha respondido… Como en la canción: los mariachis callaron.
*TRES, FIRMES POR
LA SUCESION EN UV
En la contienda interna por la sucesión en la rectoría de nuestra máxima casa de estudios, va de todo, incluyendo a los estudiosos, los grillos, los modernos ricos y alguno que otro con finta de intelectual, pero al final del día, los propios universitarios y que no encuentran cómo hacerlo saber a su comunidad, pero enlistan tres nombres en el orden de las preferencias con vistas a nominar el relevo de Raúl Arias Lovillo.
En sus personales análisis, algunos con sobradas razones, los universitarios que han querido participar sin que su voto o inclinación por uno y otro aspirante sea concluyente, infieren que son tres los personajes que a mayor abundancia tienen condiciones para relevar a Arias Lovillo.
En un primer plano estaría Porfirio Carrillo, secretario académico, biólogo de profesión y con más de veinte años de prestar servicios en las trincheras universitarias.
Sara Ladrón de Guevara, con impresionante hoja de servicios dentro de la UV también, se perfila como favorita de muchos, en mentideros de la universidad. Trayectoria amplia en las cuestiones académicas y de la investigación científica, acompañan a la profesional de la antropología y actual directora del Museo de Antropología de la propia UV.
Obviamente Enrique Levet Gorozpe se la había creído, virtud al doble encargo que cubre hoy día, como diputado local y secretario general dela Fesapauv, el cual además contaba con el respaldo del ex rector recién fallecido Roberto Bravo Garzón, amén, por supuesto, de ser uno de los líderes con más años en las lides universitarias.
Su sentencia recién dictada en el sentido de que la UV, igual con su cierre de espacios a nuevos ingresantes en sus escuelas y facultades, ha motivado la creación de más escuelas «patito» en la entidad.
Así que un tercero, con la distinción de haber sido antes ya rector,estaría en posición de buscar su reencuentro con la chamba que ya ostentó.
Víctor A. Arredondo Álvarez dirigió seis años a la UV antes de ocupar cargo de secretario de la SEV en Veracruz, diciendo sus amigos y simpatizantes que se trata de un funcionario curtido en lo que hace a administrar instituciones educativas, con dominio de lo que en la materia escolar se refiere y con relaciones dentro y fuera del país, suponiendo que la universidad del futuro demande su incorporación a la modernidad.
Empero, pesa sobre su nueva incursión por el poder universitario, la declaración del rector en turno, cuando dice que la sucesión no verá hacia el pasado. Y se espera que los ocho notables que integran la junta de gobierno, en esta ocasión no se equivoquen y sepan elegir por bien de la comunidad toda de la universidad y el resto de la sociedad civil.
En otro sentido, igual hay quienes aseguran que si bien el ejercicio universitario lo realiza la propia comunidad universitaria, en aras de la autonomía de que está investida la casa de estudios, la mano de Emilio Chuayffet Chemor igual podría aparecer en la designación de próximo rector, atendiendo a que el mexiquense es en la hora actual secretario de la SEP, no obstante que la reforma educativa siga siendo un dolor de cabeza para el mencionado cardenal. Esperemos.
*TODOS CONTRA
TODOS EN CAMPAÑA
Finalmente, las campañas electorales concluyeron, dejando el saborcito de la violencia, el acecho sobre ciudadanos, la coacción y compra del voto, lo que a muchos hace pensar que la asistencia a las ánforas electorales será menor ala asistencia que tuvo el último proceso de elecciones llevado a cabo en el país.
Conforme a la Coparmex en los 14 estados, en donde se celebrarán elecciones el próximo domingo 7 de los corrientes, la intención del voto corresponde o incluye al 52 por ciento de sus ciudadanos, esto quiere decir, que el 49 por ciento restante, muy importante, sigue presumiendo en que no votará o no ha decidido por quién acudirá a sufragar.
Consideran los empresarios registrados en la sigla antes citada, que el ausentismo que se prevé se debe en buena medida a la falta de civilidad entre partidos políticos y candidatos a alcaldes y diputados locales.
La guerra sucia partió de entre todos los partidos políticos, nadie queda a salvo de haber cruzado mentadas de madre, amenazas y hasta asesinatos.
Sin embargo, la expectativa de la gente es saber si esta confrontación estéril va a continuar o los capitanes del poder serán capaces de contener la ola que amaga con desquiciar los ánimos populares.
La fiesta que alguna vez constituyeron las elecciones, hoy se han reducido a la confrontación y una guerra que pareciera interminable.
El reparto de enseres domésticos, entre los cuales destacaron las planchas eléctricas, plasmas, canastas con productos básicos y otros regalos, ya no fueron de suficiente impacto como en anteriores procesos. La gente los tomó, pero hacia sus adentros tiene su candidato o de plano no votará.
El gato Morris, sin duda, cuenta con las mayorías en su favor, empero sus propios creadores han pedido al electorado que acuda a votar y que no desperdicien su sufragio depositándolo para favorecer al minino del cuento, sino todo lo contrario, que lo conviertan en un voto seguro y firme.
Hay presagios en todos los sentidos y hacia todas direcciones, pero los más se cifran en la voz de alerta que se difunde de manera extraordinaria de barrio en barrio, colonias y congregaciones, anunciando la votación madre de todas las que se vayan a celebrar en la época contemporánea.
Siendo que no hay candidaturas lo sólidamente aconsejables en cuanto hace al manejo de una filosofía política e ideológica. Los membretes partidarios más se asemejan a las agencias,pero éstas de colocaciones políticas, en donde ganará no precisamente el más reconocido por sus condiciones de político mejor identificado con las causas sociales, sino atendiendo a razones de peso y pesos diferentes, sin duda.
Guerra sucia, venga de donde venga, es detestada por ciudadanos comunes y la gente bien nacida. Propios y ajenos confían en que no vayan a suceder más desaguisados acompañados de la tragedia y la desgracia.
