
(Por José Luis Pérez Cruz) La crisis financiera por la que atraviesa el Gobierno de Veracruz desde el inicio de la administración de Javier Duarte de Ochoa, ha tocado fondo en una de las partes más sensibles de las políticas públicas: La salud.
A pesar de los discursos oficiales, los nosocomios del sector público de la entidad están a punto del colapso.
La cíclica epidemia del dengue desnudó que en algunos de ellos no existía ni paracetamol para la atención de los pacientes.
Hasta el día de ayer, familiares de aquellos en cama, se encargaban de surtir las recetas de medicamentos básicos.
Eso pasaba aquí en el Hospital Regional “Valentín Gómez Farías” de Coatzacoalcos y tenía sus replicas en la red hospitalaria del estado.
A penas la semana pasada se activaba un mega operativo de combate al dengue en el sur de Veracruz, el hecho provocó el arribo de Duarte de Ochoa.
Semanas atrás, habitantes de varias colonias solicitaban la fumigación de predios, el Sector Salud no podía arrancar el mismo por falta de dinero en la compra de gasolina, fue el gobierno municipal que preside Marcos Theurel Cotero quien gastó más 100 mil pesos en combustible para poder poner a trabajar a los vectores.
Así de simple, no había dinero para movilizar los vehículos.
NI PARA EL DOLOR DE NIÑOS CON CÁNCER…
Ayer mismo Gloria Santos Navarro de la Asociación Civil de la Fundación “Ayúdalos a tener una esperanza de vida”, documentaba la falta cloro para sanitizar las habitaciones que ocupan los niños con cáncer y lanzaba dardos trágicos.
“No hay medicamentos suficientes desde hace varios meses, y el gobierno del estado les entrega los gastos catastróficos por abonos”, recriminaba la samaritana, al tiempo que anunciaba en los medios de comunicación la muerte del pequeño Santiago Cruz de once años quien falleció de cáncer tras complicaciones.
El menor de escasos recursos -según relata- Santos Navarro tuvo una agonía dolorosa a lo largo de dos días por la falta de medicina para disminuir el dolor.
Seis menores más están luchando por sobrevivir.
Todo esto ocurría cuando en la capital del estado se anunciaba que tras la deuda financiera que mantiene el Gobierno del Estado con la empresa FINAMED -una deuda de 571 millones de pesos-, a partir de hoy 16 de agosto se suspenden “definitivamente los procedimientos acordados en el Contrato de Prestación de Servicios Complementarios de Salud; lo anterior por la falta de pago por parte de la Secretaría de salud, un adeudo que suma más de 18 meses”.
Gobierno del estado sólo reconoce la falta de pago de casi 400 millones de pesos.
FINAMED, empresa integradora de soluciones en materia de salud y que brinda servicios al gobierno de Veracruz en 11 hospitales en las áreas de Cirugía Cardiovascular y Torácica; Hemodinamia; Quirófano; Imaginología y Hemodiálisis.
Aquí en Coatzacoalcos a 52 pacientes, a quienes se les realizaban el procedimiento de hemodiálisis en el Gómez Farías, fueron canalizados a una clínica privada.
El Secretario de Salud -abogado y no doctor- Juan Antonio Nemi Dib aseguraba que en el estado se llevan a cabo a seis mil pacientes las transfusiones sanguíneas.
Nemi Dib, un risueño contador de chistes y especialista en anécdotas geniales acusó a FINAMED de “inmoral y carente de ética por lo que exhortó a sus representantes a litigar en los juzgados y no en los medios”, sin embargo habrá decirle que la deuda es real y el gobierno del estado ha batallado para liquidarla.
VIVIENDO EN OTRA REALIDAD
Hay un tema de falta de dinero en las arcas estatales que parece no querer ser reconocido por la administración actual y se trata de manejar el tema como si no pasara nada.
Esa crisis financiera se ha trasladado a los municipios. Las deudas que mantiene el gobierno duartista con los ayuntamientos ha generado prácticamente la inmovilización del engranaje de gobierno en dichas pequeñas ínsulas de poder.
El aprieto es tal que ya los alcaldes temen el arribo a su municipio de algún secretario duartista ya que son ellos los que tienen que subvencionar con dinero de su bolsillo los eventos de una secretaría estatal.
Ayer Coatzacoalcos padecía la falta de pago de salarios a los burócratas municipales. Así ha pasado en los últimos meses.
Se insiste, hay una crisis y no se reconoce, esa es la realidad del gobierno duartista.
Vaya brete en el que se encuentra Fernando Charleston Hernández, nuevo secretario de Finanzas y Planeación, la depauperización de la economía estatal es tan clara como la falta de pericia para maniobrarla.
AL OÍDO
Como hombre sabio de las letras y la música, el filósofo dominicano Juan Luis Guerra, pareciera que en su melodía el “Niágara en Bicicleta” anticipaba el realismo mágico que hoy vive la red hospitalaria en Veracruz.
“…No me digan que los médicos se fueron no me digan que no tienen anestesia no me digan que el alcohol se lo bebieron y que el hilo de coser fue bordado en un mantel. No me digan que las pinzas se perdieron que el estetoscopio está de fiesta que los rayos X se fundieron y que el suero ya se usó para endulzar el café…”
Así de simple…
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