Siete párrafos: «Manita de puerco» gringa al presidente Enrique Peña Nieto


 Por Rodolfo Calderón Vivar, egresado de la Facultad de Ciencias y Técnicas de la Comunicación de la Universidad Veracruzana
Por Rodolfo Calderón Vivar, egresado de la Facultad de Ciencias y Técnicas de la Comunicación de la Universidad Veracruzana

notaWas(por Rodolfo Calderón Vivar)La editorial del periódico The Washington Post» del 21 de agosto, con el sugerente título de «El monopolio estatal del petróleo en México necesita ayuda internacional»  y que alude a la propuesta energética del presidente Enrique Peña Nieto,  es digna de ser analizada en estos días de ebullición que vive el país a raíz de los anuncios de reformas expresados por  el mandatario mexicano.

Lejos de elogiar el documento peñista que provoca tanto revuelo en una gran mayoría de los mexicanos, el grupo de redactores norteamericanos (que se debe entender más bien la voz oficial de grupos de interés de más alto nivel en aquel país) señalan   que es una propuesta carente de imaginación pues no asume una  privatización deseable para hacer más competitiva a PEMEX y el área energética mexicana.

Seguramente, mucho lectores hasta se sorprenderán de tan puntual crítica de los norteamericanos que acusan que el gobierno de Peña Nieto está estableciendo  regulaciones muy estrictas para no perder el control de la producción petrolera, a cambio de   permitir que las compañías petroleras inviertan  para  obtener solo  parte de las ganancias , pese a que ellas  aportarán el mayor  financiamiento y la dotación de tecnologia de punta  para fortalecer la industria energética mexicana.

Esto plantea un nuevo escenario, insólito para los detractores de Peña Nieto, en donde un factor de poder más pretende aplicarle manita de puerco al presidente, precisamente con un argumento completamente contrario al que se maneja de manera escandalosa en México. Es decir, en Estados Unidos se están quejando de que no se intenta  privatizar la industria petrolera mexicana, como ellos quisieran que se privatizara.

La reforma peñista, con una estrategia de promoción torpe que inició desde Los Pinos, al recurrir al argumento del pasado de que Cárdenas fue el primero  en aceptar  la privatización del sector energético en el país, y argumentos pueriles basados en una campaña mercadotécnica carente de ideología, propicío ya  que resucite  no solo a Andrés Manuel López Obrador, líder político  marginado  y casi olvidado desde su separación del PRD, sino hasta a Cuauhtemoc Cárdenas, otro ex candidato presidencial, que desde ahora ya encabezan un potencial movimiento de corte social de descontento que fortalecerá su imagen pública, en un país que siempre se ha movido por el caudillaje político.

Aunado a ello, Peña Nieto  enfrenta severos problemas económicos y políticos que pueden plantear un escenario crítico en donde le quieren también aplicar manita de puerco  sus potenciales enemigos en el sector privado ( los empresarios ligados a las telecomunicaciones, por ejemplo); en el sector político (aquellos que desde el mismo PRI se vieron desplazados en la contienda por la candidatura presidencial o los gobernadores renuentes a renunciar a  su condición de virreyes lograda en la docena panista); en la delincuencia (fuertes bandas de delincuentes ligadas a empresarios y políticos que reciben ganancias del narcotráfico y sus derivados) y hasta del sector educativo, donde un millón doscientos mil profesores sujetos a una revisión extrema de sus condiciones laborales está propiciando ya que grupos de choque magisteriales (sin duda con vínculos a otros poderes políticos del país) arrecien para orillar al gobierno a un escenario de represión y, después, el caos.

Y si a esto se le agrega que su partido, el PRI,  poco abona a la defensa de la propuesta energética peñista, sobretodo porque no ha fomentado la aparición de intelectuales orgánicos que doten de nueva ideología y utopías que sustenten y motiven,  a las bases sociales, hacia  el cambio de país  que  el joven mandatario mexiquense propone.  Entonces se explica porque Estados Unidos ya asomó los colmillos a a través de esta editorial del Washington Post. Están lanzando la señal de que   no fueron consultados para dar la venia de las condiciones de la reforma energética. Es decir, que Peña no armoniza con lo que que ellos quieren. Y a esto, los líderes opositores al presidente, ya le deberían dar múltiples lecturas.

Para ver el artículo completo del periódico The Washington Post, leer: http://www.washingtonpost.com/newssearch/search.html?st=pemex&submit=Enviar

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