Taquicardia


Por Ruperto Portela Alvarado, egresado de la Facultad de Ciencias y Técnicas de la Comunicación de la Universidad Veracruzana
Por Julio Fabián Martínez Vicente, egresado de la Facultad de Ciencias y Técnicas de la Comunicación de la Universidad Veracruzana, desde Poza Rica

Seis meses antes de que termine un trienio, el manejo oficial de la información en el Ayuntamiento de Poza Rica, es que se aplicará un plan enérgico de austeridad iniciando con la reducción de la nómina de trabajadores de confianza, y desde luego los “aviadores” que por compromisos políticos y compadrazgos, cobran sin hacer nada.

Al menos en los últimos tres gobiernos ha sido el mismo cantar y la administración que dejó inconclusa Alfredo Gándara Andrade, no ha sido la excepción. Después de los excesos que se tuvieron –en las campañas políticas-, el actual presidente municipal Armando Kirsh, ha declarado que se requieren 15 millones de pesos tan solo para cubrir los compromisos de la nómina, es decir, la del sindicato y los que queden de confianza.

Lo que no se ha dicho y en un secreto a voces, es que la comuna con anticipación se autorizó salarios que alcanzan los 100 mil pesos quincenales, para que al termino de la administración ni siquiera requieran del “bono de marcha”, como también sucedió en la administración que inició Pablo Anaya y que termino su “títere” Marco Aurelio Alarcón Trueba.

Por eso resulta incongruente que se diga que ya no hay recursos para atender en ocasiones las necesidades operativas del mismo gobierno municipal; y no se diga de obra pública, porque en realidad en éste último año ya no se hizo nada.

Pero eso si, los súper salarios que aprobó el cabildo no solo alcanzaron a los regidores, sino también a funcionarios en puestos claves como el caso de la tesorería, donde el titular ganaba lo mismo o más que un regidor y, que aún cuando ya no estuviera al frente siguiera devengando su salario.

Quizás esta quincena (30 de agosto), sea la última para algunos empleados de confianza que desde las campañas políticas se retiraron de laborar en el Ayuntamiento, pero que nunca dejaron de cobrar. Ya sería un descaro total no darlos de baja en la nómina y una desfachatez del doctor Armando Kirsh, a quien le esta tocando “bailar con la más fea”.

Por si fuera poco las cosas se complicarían más para la actual administración en su etapa final, luego de que trascendió la paraestatal Petróleos Mexicanos rechazó el terreno que le dieron a cambio, del que actualmente ocupa el “Parador Urbano”, caso en el cual la empresa gano un litigio, donde incluso un Juez ya había ordenado el desafuero del mismísimo Gándara.

De no ser por el apoyo del gobierno del estado otro “gallo” le estaría cantando al diputado electo, pero finalmente le heredó una “bomba de tiempo” a su sucesor que todavía le puede reventar a la actual comuna ya que Pemex reclama el pago inmediato de casi 33 millones de pesos.

La administración de Alfredo Gándara y de Armando Kirsh, comienza a pasar a la historia como uno de los gobiernos más grises, donde la política social fue manejada ilusoriamente para que sirviera como escaparate político, pero en realidad nunca se vieron los beneficios para el pueblo.

Si a lo anterior se la suman los excesos que se tuvieron en los recursos públicos, ya se puede usted imaginar con lo que tendrá que cargar el gobierno entrante, que de inicio tendrá que transparentar lo que hasta ahora se ha hecho, si realmente quiere ganarse la credibilidad de su gente.

Comentarios: fabianmartinez101@hotmail.com

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