
(Por Raúl González Rivera)No hay plazo que no se cumpla ni evento que no vaya a concluir. Este acertijo tiene quizá su momento estelar, con el presunto retiro de las lides sindicales del SNTE del maestro Juan Nicolás Callejas Arroyo, todopoderoso amo de los profesores en la entidad veracruzana, mientras la maestra Elba Esther Gordillo mandaba en el orden nacional a los militantes de la desfalleciente sigla gremial mencionada primeramente.
*LOS LÍDERES NAYLON, SIN DEFENDER EL CAMPO
Como en el resto de países latinoamericanos, el campo mexicano también sufre la desesperanza y el olvido de parte de sus autoridades, comotambién el rechazo de los líderes de campesinos, a la hora de defender la producción, anteponiendo sus intereses personales a los nacionales, aunque en las últimas décadas hayan pasado a un segundo plano.
El TLC, en este sentido, ha sido la contraparte más compleja y difícil, a la que ha tenido que enfrentarse el país, porque con su firma dicho acuerdo trae consigo la necesidad de complementar la alimentación de los mexicanos con las importaciones, que mantienen al país de rodillas.
Desde el año de 1968, en que México y particularmente el ingenio azucarero de San Cristóbal, en colindancia con el municipio de Cosamaloapan de Carpio, y que bañara del edulcorante al mundo inclusive, jamás ha vuelto a generar la riqueza, como tampoco el café, como lo denotan los plantíos convertidos en campos desiertos o llenos de corrigüela, porque cuesta más realizar el corte que abandonarlo a su suerte.
Sin embargo, a todo esto, los líderes de las tantas centrales campesinas, qué dicen o hacen, con vistas a contener el vasallaje, las importaciones y la nula y cada vez más apremiante suerte del campo en total abandono.
Úrsulo Galván, José Cardel, Isauro Acosta, Agustín G. Alvarado, Ernesto Medel, los hermanos Lorenzo y Leocadio Azúa Torres y sus herederos Florencio Azúa Gallegos, entre otros, la lideresa Bertha Hernández Rodríguez, a ciencia cierta, qué pueden decir al pueblo veracruzano, con tres partes de su territorio de extracción rural, pero sin producir los víveres que seis millones de habitantes se comen cotidianamente.
El campo luce abandono, pero nadie quiere o se atreve a explicarlo.
Pero a cambio, las organizaciones gremiales, burocráticas asimismo, que forman parte del tercer sector en que sustenta el PRI su supuesta fuerza e influencia en el electorado mexicano, muestran una disciplina abyecta aunque sólo alcancen cacahuates para sus voraces apetitos. El sistema les enseñó que deben ser disciplinados y obedientes al menor llamado del poder que manda.
Y así ha sido y as íes.
Miles de hectáreas a lo largo de Coatepec, Cosautlán de Carvajal, Coatepec, Xico,y en una decena de poblados menores, están sembradas de café, pero no se corta porque el corte del quintal cuesta más que ponerlo a la venta en el mercado, el desperdicio es enorme, miles sobrevivían de su corte precisamente. Hoy son pobres que rayan en la miseria, porque no hay siembras que sustituyan a la mencionada antes.
Y en Las Vigas de Ramírez, ídem, se dejaron de sembrar y cultivar las manzanas, las ciruelas, la pera, el plátano, las maderas de todas las variedades; vaya, hasta el mármol fue abandonado, y ahora sus veinte mil habitantes se resisten a dejar la tierra que los vio nacer, pero carecen de todo, hasta de lo indispensable, y mucho se enlista, cierto o no, que a su territorio lo han convertido en un cementerio de difuntos; entes que fueron asesinados, masacrados o simplemente cuerpos llevados hasta allí bajo el artificio de ser desaparecidos.
La realidad del campo ensombrece aun más este arranque de la segunda década del siglo XXI, pero el campo se ha burocratizado y sus dirigentes son los peores que tiene, sin duda.
*GRITO DEL 15, UN AGASAJO A PORFIRIO DÍAZ
El presidente Porfirio Díaz pretendía reelegirse de nueva cuenta como mandatario del país, había que llamar la atención y qué mejor, al anunciar que festejaría el primer centenario de haberse registrado la Independencia de México, dándose así el general un doble agasajo: celebrar la gesta histórica encabezada por el cura Miguel Hidalgo y su cumpleaños precisamente el 15 de septiembre.
Corría el año de 1908 cuando el general Porfirio Díaz se proponía la última reelección como dictador del estado azteca. Su error, si se quiere, haberle dado una entrevista al periodista estadunidense James Creelman, en la que el general Díaz destacaría que como jefe del estado independiente de México, estaba listo como gobierno para aceptar la democracia como sistema de vida público para los aztecas y la creación de los partidos políticos.
El escenario nacional se encontraba bastante caldeado, pues ya no se quería más a Díaz como presidente, 34 años no le bastaban para haberse ganado también el desconocimiento como héroe del periodo de la post reforma. No había un candidato que le hiciera fuerte a Díaz, así que el invento de uno que conociera a la familia presidencial, que tuviera arraigo en las clases pudientes, creyente a ultranza de la iglesia católica, burgués y formaciónprofesional en una universidad inglesa, le dieron las posibilidades de contender, como así ocurrió, para enfrentar a un general que, además, conviniera en que tenía que reconocer el reto de no ocupar más la primera magistratura del país.
Empero, desde entonces quedó sellado el 15 que tradicionalmente celebra el gobierno y pueblo mexicanos. Cuando se dan las alarmas porque las crisis de todo asoman, entendidas éstas como el hecho de tener un país con serias convulsiones económicas, materiales, sociales y de credibilidad, la fecha del 15 de septiembre había congregado al grueso de compatriotas, que de esta forma no quisieran ver que su patria se desmorona.
Empero, la fecha en cuestión acarreaba igualmente en torno a los mexicanos un aliciente y la aceptación en el sentido de todo sacrificio que había corrido la patria tricolor, valía la pena para celebrar, como ocurrió durante sexenios, con boato la noche del tradicional Grito. Salvo el sexenio populista de Luis Echeverría, en que dicha noche la festejó con aguas frescas, tortas, memelitas y otros platillos exclusivamente mexicanos, el resto lo hizo luciendo una riqueza que no iba con la pobreza de las aplastantes mayorías.
La Noche de este último 15 no fue para menos. Hay tristeza, congoja popular y mucha incertidumbre. El retorno del PRI a Los Pinos no es como lo habían pintado, diferente, nada, todo pareciera advertir que volvió para continuar como en sus mejores tiempos de poderío implacable, intolerante y poco democrático. Al tiempo.
