
Qué tendrá la dirección del Instituto Veracruzano de Cultura (IVEC) que al paso del tiempo, sus titulares, acaban por tirar la toalla.
Félix Báez Jorge llegó a la dirección del instituto junto con la administración de Javier Duarte, tomó el cargo el 2 de diciembre del 2010.
El intelectual llegó con la espada desenvainada a pretender meter orden en las finanzas y en el personal del instituto, eso le costó el repudio de los trabajadores y algunos enemigos políticos.
Habló en su momento de un presunto desfalco de 90 millones de pesos que venían arrastrándose de la administración de Sergio Villasana Delfín, director del IVEC con Fidel Herrera.
Hizo cambios en algunas direcciones de espacios culturales y hasta habló de un tabulador de sueldos para los trabajadores del IVEC.
Félix Báez dejó el instituto el 15 de febrero del 2012. Su salida fue silenciosa. No dio detalles de su separación del cargo.
Lo cierto es que nunca antes un director había revelado las entrañas financieras del instituto, y gracias a él, se conocieron varios vicios de los que titulares anteriores guardaban silencio.
Para el 17 de febrero del 2012, Duarte de Ochoa daba nombramiento a Alejandro Marino Pérez como nuevo titular del instituto.
En su momento habló de una reingeniería al interior del IVEC y de comenzar los preparativos de los festejos del 25 Aniversario del instituto.
A casi dos años de su gestión, el pasado jueves 17 de octubre se dio a conocer la renuncia de Marino Pérez.
Su paso el IVEC fue fugas. De él sólo se recordará la millonaria inversión de 3 millones de pesos en un piso de mármol de carrara italiano, y un ligero repunto de las actividades en los espacios culturales.
El uso y manejo del discurso en la gestión cultural lo sacaron de apuros, pero en la práctica hubo escasos resultados.
El pasado no miente
Muy pocos dieron la batalla, concluyeron sus encargos y consiguieron resultados significativos.
Por supuesto, el mejor ejemplo es la fundadora del IVEC Ida Rodríguez Prampolini, quien sentó las bases para la institucionalización de la cultural en 1987.
Rafael Arias Hernández y Leticia Perlasca Núñez son dos de los personajes que hicieron historia dentro de la divulgación cultural en el estado de Veracruz.
Ambos implementaron programas culturales, dieron impulso al quehacer artístico, a la investigación, a las publicaciones literarias, instauraron concursos y promovieron la cultura local.
Festivales como el de Agustín Lara, Afrocaribeño, Son Montuno, entre otros, nos remontaban al trabajo del IVEC.
En ambas administraciones hubo importante apoyo a las letras y a la investigación, los concursos Premios Veracruz en el año 2000 con Perlasca Núñez, la publicación de los Cuadernos de Cultura Popular con Arias Hernández, son algunos ejemplos.
No es que sean los mejores, los que descubrieron el hilo negro, ni los más honrados o los que merecen un monumento; lo que sucede es que dejaron antecedentes que otros no han podido superar.
Tampoco se trata de la nostalgia, que lo de ante es lo mejor o que no se hace lo mismo que ayer.
Se trata de superar, de avanzar, de proponer, de usar las nuevas formas de la gestión y la divulgación cultural.
Es evidente que los últimos directores del IVEC no llegaron con programas concretos; con fines, objetivos y por lo tanto no obtuvieron resultados favorables.
Al ser posiciones políticas los funcionarios públicos llegan con programas ocurrentes y que van enmendando en el camino.
¿Cómo tomarnos en serio una política cultural si no hay continuidad y seriedad en esta materia?
Personajes van y vienen, cada uno llega con sus ideas y es ahí donde se les va el tiempo.
Algunos directores llegaron con pretensiones de correr gente, queriendo desmantelar escuelas, con aires de grandeza y otros más, tirando millones de pesos al piso creyendo hacer obras buenas que terminan por ser excesos.
Hasta entonces el gobierno del estado de Veracruz no ha nombrado a la persona que sustituya en el cargo a Marino Pérez.
La realidad es que las transiciones o los cambios de titularidad provocaran retrasos en la implementación de programas, aplicación de recursos y caos burocrático al interior del IVEC.
Por lo pronto, todos los directores y jefaturas del instituto tendrán que hacer un informe de sus actividades y entregarlo a la dirección junto con sus renuncias firmadas, información y documentación que recibirá el nuevo titular.
Hasta entonces el automóvil del IVEC está en modo neutral, aún no hay quien le meta la primera. Parece que va a estar estacionado un buen rato mientras el conductor se acomoda.
Comentarios jagr8427@yahoo.com.mx
Publicado en: http://www.imagendeveracruz.com.mx/Noticiasprincipales/tabid/92/ID/11010/Cero-y-van-dos.aspx
