¿Qué está pasando?: Hay muertos que no hacen ruido…


                                                                                          “Me tienen como perro de rancho… me amarran

en las fiestas y me sueltan en las broncas…”

 

 La maestra callejista, Elena Zamorano Aguirre, quien dice sentirse muy orgullosa de ser priista asegura que los delitos de Sarita y Torrecilla no afectan a los demás priistas. A eso se le llama pobreza política que sólo está en las mentes de los priistas matraqueros

 

Por Gonzalo López Barradas

  Por Gonzalo López Barradas, egresado de la Facultad de Ciencias y Técnicas de la Comunicación de la Universidad Veracruzana
Por Gonzalo López Barradas, egresado de la Facultad de Ciencias y Técnicas de la Comunicación de la Universidad Veracruzana

La exdiputada por Cosamaloapan, Elena Zamorano Aguirre, en la LXII legislatura que acaba de fenecer, con pena sin gloria, declaró unos días antes de irse a Cosamaloapan, con su abultado sueldo, aguinaldo, bono y pago de marcha, de donde es nativa, que el caso de la prófuga del metate metida a alcaldesa en Alvarado, la perínclita Sarita Luz Herrera Cano –que nadie sabe en qué parte de su cuerpo se hizo cirugías- acusada como presunta autora intelectual en el homicidio de su secretario particular, Michel, así como el asunto del  ex alcalde de Fortín, César Torrecilla Ramos, por el supuesto desfalco de recursos públicos, no representan un costo político al PRI.

No creemos que la ex coordinadora de la carrera magisterial, delegada de la SEP y supervisora escolar de la Sección 32 del SNTE y de Callejas sea la indicada para defender a su partido, porque para hacer la defensa se necesitan tener los suficientes elementos probatorios de que no hay daño político con ese tipo de acciones de políticos morralleros , como es el caso.

Durante más de 70 años, el PRI, siempre ha cubierto a los asesinos y ratas -y los sigue cubriendo- que nunca fueron encarcelados y no fue hasta el año dos mil cuando el pueblo cansado ya de tanto abuso hizo el cambio de sistema con el PAN, aunque haya sido peor durante dos sexenios,  porque nunca han olvidado a Gustavo Díaz Ordaz y Luis Echeverría en las masacres de l968 y el Jueves de Corpus en l970.

Tampoco cuando gobernó Carlos Salinas de Gortari, que entre sus tremendas hazañas ciertas se encuentran: robar las elecciones presidenciales a Cuauhtémoc Cárdenas, empujar un desfavorable tratado de libre comercio para México con sus vecinos Estados Unidos y Canadá, robos y fraudes con Pemex, robos y fraudes en su gobierno, robos por sus hermanos Raúl y Enrique, éste estuvo ligado con el narco, la privatización de varias empresas nacionales a sus compadres, la muerte de Luis Donaldo Colosio y de su cuñado Ruiz Massieu, etcétera.

En el gobierno de Ernesto Zedillo ocurrió, en Acteal, Chiapas, un crimen contra la verdad y la humanidad, fue una muestra más de cómo la impunidad se perpetra, fue lamentable escuchar cómo diferentes voces presumieron la inocencia de todos aquellos paramilitares que participaron en la masacre donde fueron asesinados cobardemente 45 indígenas tzotziles en el campamento de desplazados de Acteal.

Y en el PRI siguen enquistados los más conspicuos corruptos líderes sindicalistas como Carlos Romero Deschamps, Víctor Flores, Juan Nicolás Callejas, Acela Servín, Pascual  Lagunes; exgobernadores  y presidentes de la República que se han hecho millonarios saqueando impunemente las arcas del dinero del pueblo y que para perpetuar el poder, roban votos, hacen diputados y alcaldes e incrementan sus capitales económicos mal habidos con empresas constructoras, de líneas aéreas, en hotelería, ranchos, mansiones y hasta se vuelven banqueros.

Por  eso y muchas cosas más, la maestra callejista quien dice sentirse muy orgullosa de ser priista asegura  que los delitos de Sarita y Torrecilla no afectan a los demás priistas. A eso se le llama pobreza política que sólo está en las mentes de los priistas matraqueros y chicharrones como Antonio Luna, del partido cardenista –garrapata priista- quien se apodera de la plancha de la Plaza Lerdo para gritar que quiere su curul, y su cocol, aunque algunos de los chavos que lo acompañan gritan: ¡Queremos rock!;  lo han sido, también, Sarita Luz, Olga Morales del Valle (CROC-Xalapa) y otras tantas que cuando llegan al poder se iluminan y hablan puras tonterías.

El pueblo entonces se queda como los muertos que no hacen ruido y son más mayores sus penas y tienen que aguantarlas. Ni modo.

 

Los nuevos legisladores

 

Posdata: vi, no me lo contaron, a los nuevos diputados trajeados, aunque algunos no les queda el saco,  que integran la LXIII legislatura cargando varias carpetas que seguramente llevaban muchas iniciativas de ley –a pesar de que hay un rezago de 450 iniciativas- para ayudar a los jodidos, pobres y hambrientos que hay en el estado.

¿Quién irá a rebuznar primero? Estaremos pendientes.

rresumen@hotmail.com

 

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