Por Raúl González Rivera
Cuando los ex presidentes hablan causan molestia e irritación no sólo en los estratos de la actuación política nacional, sino en el resto de la población civil.
Esto lo hacía Carlos Salinas y tuvo que callar.
Luis Echeverría Álvarez esbozó alguna declaración cuando fue acusado de cometer genocidio y lo sentaran en el banquillo de los acusados, pero como su juicio se hizo en secreto, lo único que se sabía de sus detractores y la defensa, era lo que quería decir a los chicos de la prensa el abogado penalista Juan Velázquez.
José López Portillo no pudo emitir jamás una sola expresión, porque de inmediato la condena popular se soltaba en acusaciones y reclamos contra el mandatario que nunca defendió, como lo había anunciado, al «peso como un perro».
Gustavo Díaz Ordaz recordaría públicamente que admitía el juicio de la historia y que estaba dispuesto a responder ante cualquier reclamación de justicia, luego de recibir la sentencia condenatoria sobre su actuación como artífice de la matanza de estudiantes en el año de 1968, sobre las planchas de lola plaza de las tres culturas, de Tlatelolco.
Ernesto Zedillo Ponce de León concluyó su mandato, pasó a la historia como el demócrata que se abrió a la alternancia en el poder y se fue a los Estados Unidos de Norteamérica, en donde imparte la cátedra y asesora a firmas muy poderosas en el ámbito del dinero, no sin antes renunciar a su pensión de ex presidente de la república.
Vicente Fox Quesada, habiendo tenido la oportunidad de trascender, no lo consiguió. Nadie le cree y menos aun cuando traiciona al PAN y trata de congratularse con el viejo sistema. Propios y ajenos a filas albiazules, lo condenan por haber sido tan mal mandatario. El más inculto del mundo. Lo calificaría la escritora y periodista Elenita Poniatowska.
Por esto, cuando el ex presidente Felipe Calderón acusa que el narcotráfico se ha apoderado de las instituciones públicas en el país, valdría la pena preguntar entonces, a ciencia cierta qué hizo durante su sexenio, porque el conflicto arrancó con la declaratoria de guerra que hizo contra la delincuencia organizada, que en seis años no concluyó y sí, en cambio, le heredó sin duda al régimen priista.
Cuando un ex aborda temas que en su gestión también tuvo que ventilar para bien o para mal, queda peor. La gente lo rechaza y no se necesita tener ninguna coincidencia ni filiación partidaria, más aun cuando se sabe que aun siendo panista el señor Calderón Hinojosa gozó de tener acciones inteligentes como jefe de estado.
*AHORA, POLICÍAS SON
AGENTES DE TRÁNSITO
El automovilista quedó lívido, frío y de una pieza.
El cañón de una metralleta lo sacó de su somnolencia y enfrentar su realidad momentánea.
Eran las 16:00 horas y el conductor del viejo Nissan se había aparcado en la calle de Zamora, allí donde las camionetas que transportan valores jamás son molestadas por ninguna autoridad vial, a escasos metros del Casino Español, cuando arribó una patrulla de la policía estatal y bajan de ella cuatro hombres caminando como Robocop o el Exterminador, metralla en mano, pistola al cinto, cuchillo más abajo, camuflados, sin dejar ver su rostro, vestidos de negro.
Su uniforme y logotipos dicen Policía Estatal, no policías viales ni agentes de tránsito estatal.
El más bajito de los uniformados, protegidas sus espinillas con rodilleras, botas negras bien lustradas, le apunta al conductor del viejo Nissan estacionado en Zamora. El policía balbucea, no se escucha lo que dice, pero seguramente le está ordenando a su conductor que se retirara del lugar, aduciendo presuntamente que el espacio en cuestión tiene prohibido el estacionamiento de vehículos automotrices.
Salvo lo que digan los señores diputados, es posible que la circulación vial la tienen que cuidar los agentes de tránsito. Si alguna reglamentación ha salido a la luz pública, autorizando a policías viales y uniformados de azul y negro, que también pueden hacer el papel de los antiguos «tamarindos», sería sin duda una novedad que se la pasaron de humo a los ciudadanos y automovilistas comunes y corrientes.
Porque en el mismo tramo, automóviles de funcionarios públicos y camionetas Suburban, blancas, cristales ahumados, jamás fueron molestados.
Empero, lo que más sacó de su ensimismamiento al conductor acosado en la zalle de Zamora fue que sin identificarse los uniformados lo instaran a salirse, pero además uno de ellos, con cámara fotográfica, le imprimió tres placas al conductor y su automóvil.
Éste, que no deja de ser un acto de soberbia, seguramente sus timoneles no estarán de acuerdo, sobre todo porque el miedo que imponen a la ciudadanía apenas es coincidente con el que todos los días se desayunan, quienes avistan que su ciudad, la de las flores y la cultura, se ha convertido en un lugar de inseguridad, porque quizá encuentran también en el proceder de estos elementos policiacos, una razón para que la sociedad civil muestre pavor cada que se le atraviesa un impresionante operativo como éste, a plenaluz del día y en calles del corazón de la capital del estado.
Siendo que la violencia todos los días cobra, inclusive, víctimas mortales y deja hogares destruidos en gran parte de la entidad, pero sin responsables que hayan sido atrapados. Tal vez una baja en tales demostraciones de fuerza contra ciudadanos pacíficos les haría ser más aceptados y reconocidos popularmente a los «guardianes del orden público».
*LA COMPARECENCIA
DE ADOLFO MOTA
Sin duda la más esperada comparecencia es la del secretario de Educación en Veracruz.
Posiblemente el grueso de quienes han asistido a la cámara local de diputados para hacer lo que a decir suyo son los informes de lo que a ellos correspondió hacer en el año que está por concluir, como es el anuncio de las obras espectaculares y en el ámbito de la seguridad pública que las cosas están mejor, no obstante que afuera del recinto legislativo se dijera que las ejecuciones, secuestros, extorsiones y levantones siguen latentes en gran parte de la entidad veracruzana.
Sin embargo, debido a lo sensible y lastimado que se encuentra un enorme grupo de maestros, luego de sostener una batalla permanente contra la ley de educación vigente, pero como les han dicho que todavía hay condiciones para hacer del rubro un caso de respaldo a la labor de los mentores, al menos sobre tierras veracruzanas, la presencia del secretario de la SEV, este viernes, atraerá sin dudas la atención de los reflectores de manera amplia.
Inclusive, el pastor de los diputados priistas, Juan Nicolás Callejas Arroyo, ha asegurado que no habrá un operativo policiaco, como el que se dio cuando el líder «moral» de los profesores afiliados al SNTE asumió su curul y el control de las acciones de los padres conscriptos tricolores.
La zona estará vigilada y cuidada tan sólo por los sabuesos con que cuenta el poder legislativo.
Lo que vaya a informar y ofrecer el secretario de educación, importa a maestros, padres de familia y estudiantes. Las muchas protestas que se han registrado últimamente en la entidad se deben a la falta de atención en planteles deteriorados por el paso del tiempo, con salones convertidos en viles cascarones, sin mesabancos ni ventanales, ni pintarrones ni pizarrones, donde todavía los utilizan,y tampoco escritorios para maestros ni puertas en sus cubículos. Esto en medios urbanizados, como son las colonias periféricas de Xalapa.
Si bien es cierto que en algunos planteles se practica el bulliyng, la sociedad y el grueso de padres de familia tienen mucho que esperar de cuanto diga Adolfo Mota Hernández.
Seguramente, durante la gestión de Mota, la constante de tomas de oficinas centrales de la SEV, tanto por parte de mentores como de los propios empleados de la dependencia y, lo último, la condena del magisterio a la reforma que dio lugar a la nueva ley de educación, han colocado también un freno a las actividades del sector educativo del régimen en su tercer año de actividades públicas.
Todo ello suficiente para que la sociedad en general, igualmente, confíe en los nuevos anuncios que hará el secretario Adolfo Mota Hernández, quien será puesto exactamente en el banquillo de los expositores, no de los acusados. Esperemos.
EfACICO 