Por Raúl González Rivera
El mejor de los días a nuestro
Director General, Don José Luis Poceros
Domínguez, en su cumpleaños.
El viejo refrán que die que no hagas cosas buenas que parezcan malas, pareciera encajar perfectamente en este momento, en que los senadores priistas y panistas, en franco amasiato aprobaron los contenidos de la reforma política electoral, sin ponerle un pero, tal y como se las envió el jefe del poder ejecutivo.
En un país que se precia de ser demócrata, la disciplina abyecta que han mostrado los senadores no encuentra paralelo y seguramente, en su oportunidad, la ciudadanía sabrá cobrárselas.
De ninguna manera es procedente que la resistencia civil y la encuesta celebrada por los perredistas, con Cuauhtémoc Cárdenas a la cabeza no la hayan siquiera reflexionado ni hecho o intentado verle sus avances, pero igual, sus retrocesos. Una reforma sin reforma, vale para dos cosas.
Y en este caso, vea usted una reforma educativa que sigue sin aterrizar, con el descontento de cientos de miles de profesores y que dicho por el propio secretario de la SEP Emilio Chuayffet, tardará 15 años en consolidarse, la creación de un instituto nacional electoral, que de entrada propone el cambio de la credencial de elector para 60 millones de ciudadanos cuando menos, cuyo costo será inmensamente caro, aunque hay quienes dicen que en política el dinero sobra, lo que llevará al final del proceso electoral más próximo que se produzcan las llamadas controversias constitucionales, que no es otra cosa que la judicialización de los pleitos postelectorales.
La certidumbre jurídica y legal, no llegará fácilmente.
Además, ignorar una concentración de 70 mil ciudadanos, el cerco encabezado por miles de mexicanos en torno al senado de la república, al que convoca el líder más carismático de cuantos pudieran advertirse este país, estaría llamando necesariamente a que el pueblo de México, quizá por una vez más, tendría que cobrárselas en los próximos procesos electorales, no sin antes, sumar sus voluntades en la justa por la defensa de la paria y su riqueza más sensible que como se sabe es el petróleo.
México, igualmente, a partir de enero de 2014, tendrá que empezar a pagar los efectos de una reforma hacendaria, la cual traerá consigo más pobres y la inteligencia superior en causantes-no cautivos, porque estos están dentro- los ricos para poder evadir al fisco o buscar el apapacho de sus normas, a efecto de permitirles la coraza que les permita sacar la mejor raja.
El comercio informal, sin duda, será quien reciba más beneficios con la aplicación de dicha reforma y sus leyes reglamentarias. Y sino al tiempo.
* ABUELOS Y BISABUELOS,
CONTRA ROBO DEL SIGLO
La escritora Elena Poniatowska, puso los dedos sobre la llaga purulenta el último domingo, sobre la enorme plancha que constituye el zócalo de la ciudad de México y recordó algo que aquí en Xalapa, una bisabuela, porque anda en los 90 años y dos abuelos de 80 y 92 años, coinciden en que está por cocinarse la peor traición al pueblo azteca con el robo de todos los tiempos.
Estudiantes, académicos y gente sencilla del pueblo, escucha la voz pausada pero serena y convencida de quien vivió de alguna forma los años del estallido de la revolución de 1910 y no deja de memorizar la grandeza de los guerrilleros Emiliano Zapata y Pancho Villa.
Está por consumarse el robo del siglo, con la entrega de la exploración y explotación del oro negro, de regreso a los empresarios estadunidenses, quienes ya abren sus enormes fauces para engullir y atragantarse de nueva cuenta con la industria que es de los mexicanos, reza el discurso de los políticos.
Es decir, que lo que está en juego es la única y enorme riqueza todavía que representa el petróleo.
Si bien es cierto que Noruega, Brasil y hasta Cuba, han abierto los canales de la explotación a las firmas extranjeras, se debe a que los controles sobre su manejo y reparto de ganancias traducidas en beneficios materiales y satisfactores, los gozan, los disfruta y recibe la sociedad civil en su conjunto.
El rechazo a toda práctica privatizadora de la industria que ya esperan los pulpos extranjeros y dos mexicanos, tiene que ver con la ausencia casi total de honradez y honestidad de funcionarios públicos.
El saqueo- de consumarse la reforma energética- del bien más sensible de los mexicanos, se daría todavía en condiciones superiores, a las que enfrentó, condenó y finiquitó el Tata Lázaro Cárdenas con su genial decreto con que expropió la industria en cuestión, indemnizó a las compañías explotadoras y echó fuera su maquinaria y demás equipos instalados en las ciudades donde la producción hizo ricos a los gringos sobre todo y más pobres a los pobres de este país.
Los temores acerca de la privatización, tiene que ver con el mar de corruptelas en que se debate la industria del oro negro. O alguien ha sabido siquiera del menor rasguño que pudiera estar enfrentando el sempiterno dirigente de trabajadores petroleros, el multimillonario señor Romero Deschamps y la pandilla de funcionarios, que forjan fortunas personales de fábula para los cuales no existe siquiera la menor sospecha de que se inicie una pesquisa para indagarlos y saber de las triquiñuelas que cometieron con la industria en mención.
Cierto en Noruega, se producen 800 mil barriles diarios de petróleo y en México dos millones 500 mil, sólo que en Noruega nadie es capaz de robarse un euro y los privilegios y vida buena los perciben el total de la población de ese país.
Soslayar el cerco que se ha establecido en torno al senado de la república, tiene varios mensajes, pero sobre todo el que un país que presume de ser demócrata en esta hora, está cerrando las válvulas peligrosamente a una de las exigencias populares más trascendentales, como es su condena y rechazo a una reforma que se cocina sólo por senadores y diputados federales, siendo que los numeritos tras de celebrarse una encuesta dieron reveladores saldos, como es el hecho de que el 67 por ciento de la población no tiene confianza ni cree en los senadores y sólo un 21 por ciento confía en los diputados federales.
Claro que si se confirma la especie de algunos aguzados que cuestionan la disciplina y voto abyecto de los senadores, en el sentido de que les calentaron las manos y bolsillos con diez millones de pesos para cada uno, habrían sin duda, cometido la peor felonía no contra adversarios del PRI y el PAN sino contra todo un pueblo que de haber sabido con antelación que su sufragio sería para generar una reforma energética que contraríe el espíritu de la mayoría ciudadana, jamás lo habrían emitido en su favor.
* ¿SIRVE PARA ALGO LA COMISIÓN
DE DERECHOS HUMANOS EN EL PAÍS?
Muchos se preguntan realmente para qué sirve la comisión de derechos humanos y las tantas sucursales de esta que con distintos nombres, títulos y nombramientos operan en la entidad y el resto del país.
Generalmente, el membrete se anuncia con bombo y platillos cada que rinde un informe fantasmagórico de lo que dice que hace en defensa de los derechos fundamentales. Y cuando no puede, entonces apadrina la creación de membretes, como es la comisión de defensa a los periodistas.
Los migrantes quedan a merced de las bandas delincuenciales que los interceptan cuando viajan montados en la «Bestia», procedentes de países centro y sudamericanos.
La constante de agresiones a periodistas y reporteros gráficos, en cumplimiento de su deber quedan generalmente en estado de indefensión, ninguna sigla burocrática de las mencionadas hace algo para contener este vasallaje, en tanto los elementos de la policía uniformada suele ensañarse en las golpizas a los chicos de la prensa.
Diferente a todas luces son los concursos sobre la asignatura de los derechos humanos, que se ganan desde aulas universitarias, en donde la presentación de casos sin sustento ni veracidad alguna, permiten triunfar a los jóvenes estudiantes, quienes desde o sobre el escritorio, suelen ser campeones en la defensa de los derechos fundamentales.
Más aún, si los órganos calificadores pertenecen al poderoso país del norte, empero, los hechos en la vida real, distan como se puede apreciar de lo que ocurre en escenificaciones de teatro y vodevil.
Al señor Escamilla Perera, el gerente de la CEDH, contados lo identifican en el ámbito de los tantos grupos sociales que han sido perseguidos, golpeados, atrapados y vilipendiados. Y peor aún, la constante de violaciones de derechos universales sobre todo contra féminas en las oficinas de los tres niveles de gobierno, quienes padecen acoso, enojos estériles y enfrentan misoginia y discriminación, las que son expuestas en mentideros de la justicia y son soslayadas por sus titulares.
Luego entonces, hay una reflexión que se ventila en el escenario público, en el sentido de saber a ciencia cierta para qué sirven las comisiones de derechos humanos, cuando por su falta de coercibilidad y sustento jurídico para poder sancionar conductas que violentan garantías fundamentales de los mexicanos y de quienes habitan este territorio nacional, escasa también es su potencial capacidad y eficiencia en la persecución de los actos que irrumpen en detrimento de la condición humana inclusive de los afectados.
Aparatos burocráticos que cuestan mucho dinero a los contribuyentes y que habría de equipar con leyes y disposiciones, que permitan sancionar conductas que afectan a terceros, o de plano, cerrar ese capítulo que cuesta mucho dinero, cuando hay un pueblo mayoritariamente miserable, sin empleo, sin escuela ni nada que le pueda sacar del bache profundo en que se encuentra metido en días como éstos. Por favor.
EfACICO 