
Más pareciera un acto sadomasoquista que saber gobernar o estar al frente de una nave que está haciendo agua.
Fausto Vallejo debe irse ya con una nueva licencia, porque definitivamente no puede con el paquete que entraña la delincuencia y los avances que están teniendo las policías comunitarias.
El gobernador de Michoacán se había retirado para atenderse de un viejo mal de la salud, que lo mantuvo fuera de acciones políticas por largos meses, y todo porque el mandatario priista se negaba a abandonar el barco, sin que cumpla constitucionalmente con su periodo.
En tanto el estado de Michoacán se debate entre la guerra y la ola de discursos que los políticos nacionales y estatales han elevado en foros diversos, para condenar la confrontación bélica, que bien puede ser imitada, como se teme, en los estados de Tamaulipas, Coahuila, Chihuahua y Guerrero, para empezar.
La fotografía hecha pública ayer en primera página por la prensa nacional, con elementos de la policía estatal tirados, boca abajo y apuntándoles guardias comunitarios, no puede ser más elocuente, para presumir que la entidad nativa del general Lázaro Cárdenas se encuentra en condición de estado fallido.
A los hombres públicos, pero más los de elección popular, los sostienen únicamente dos condiciones en el poder: el cargo que representan, debido a que la ciudadanía votó en su favor mayoritariamente y, lo otro, que gozan de un cuerpo de seguridad, entiéndase diversos cuerpos policíacos, que cuando pierden el ascendiente por simpatías entre sus gobernados, se aferran a la chamba política, con el apoyo a la fuerza de los sabuesos policiacos, enlistados en las tantas siglas existentes.
El colmo, que el mandatario está anunciando que irá con todo contra las policías comunitarias, pero insiste en que lo hará con el apoyo de la administración de gobierno federal, menos no, pues carece de la fuerza material del estado para hacerse sentir ante los contras.
* TODO CONTRA EX EDILES,
PERO EN MONÓLOGOS
O son un distractor los ex alcaldes de municipalidades chiquitas, con vistas a tender una cortina de humo y que los ex alcaldes de ayuntamientos más importantes salven el pellejo, pero obvio es que se trata de un monólogo, con vistas a que la opinión pública deje de estarse percatando en los grandes atracos que otros cometieron con las finanzas públicas y por supuesto el saqueo que cometieron a la conciencia pública.
En las dos últimas semanas la prensa ha podido rendir amplia pero restringida información acerca de los supuestos que colocan contra la pared al ex alcalde de Xico, Luis Alberto Pozos Guzmán. Pero acaso Xico se constituye en el ejemplo futuro anticorrupción, cuando hay 212 municipalidades y los legisladores de la camada anterior hablaban de cuando menos cien comunas con serios tropiezos financieros, sobre todo.
Empero, vea usted que realmente se trata de un monólogo, en donde los denunciantes supuestamente son Orfis y la Contraloría general del estado, los escuchas y sabuesos al ataque, los diputados de estreno, quienes pretenden lucir colgando argollas de delincuentes a los ex ediles, empero de éstos ninguno ha dicho esta boca es mía.
La oportunidad de defenderse los involucrados menos importantes, y si usted quiere, el espectáculo a medias, lo ofertaron con la persecución, desafuero y consignación y ahora confinada, como es el caso de Sara Luz Herrera, presunta autora intelectual del asesinato de su secretario particular Michel González.
Acaso de los atracos están a salvo los ex ediles de Coatzacoalcos, Minatitlán, Los Tuxtlas, Córdoba, Veracruz puerto, Xalapa, por qué no. En todos los ejemplos, se habla extraoficialmente de actos de corrupción chicos y grandotes, pero en este monólogo anticorrupción a los ex, que se coloca para ser pulverizados, es a los que fueron representantes de municipios de presupuestos no precisamente cuantiosos, y si son de oposición al partido tricolor, mejor.
Pozos Guzmán fue un priista de cepa, al que nunca le dieron la oportunidad de ser candidato con su partido a la presidencia municipal de su natal Xico, pueblo mágico, le dicen, pero se cansó, buscó cobijo en el PAN y con este membrete ganó la ansiada silla de alcalde, empero ahora todo está en su contra, pero vea usted que quienes lo crucifican son los mismos de todos los días, y el ex edil ni un suspiro ha rendido extramuros, seguramente, de las instancias que ahora lo condenan. Tampoco la gente sencilla del pueblo dice algo.
Como que en este circo, que es el político también, los distractores debieran ser ampliados, la gente se percata, no es fácil de engañarla sobre todo cuando las vidas personales de muchos ex ediles se transformaron radicalmente, de la medianía a la abundancia, los excesos, la compra de vehículos de lujo, la construcción de residencias fastuosas y por supuesto otros gustos y adicciones, que se hicieron patentes en los reconocidos ejemplos que impone esta clase de supuestos servidores públicos.
* LLAMADOS DE LA IGLESIA
TAMBIÉN SON IGNORADOS
El arzobispo Héctor Reyes Larios se lamenta que la sociedad incurra en prácticas de violencia y otras tantas acciones que denotan o son demostrativas de que la sociedad está urgida de aliento, optimismo y el humanismo que espiritualmente no llegan a sus conciencias.
El credo religioso también está en crisis.
La afluencia a las parroquias e iglesias no es la que seguramente esperan sus sacerdotes, y en otras tantas sus pastores, civiles metidos a dirigentes clericales y que también de alguna forma se han hecho de una feligresía o clientela religiosa.
En la mayoría de estas instituciones religiosas todo huele a viejo, no se renuevan las instituciones eclesiásticas y la sociedad desespera, porque no encuentra en quién confiarse, hablar y confesar sus anhelos y sus aspiraciones y cómo tratar las tantas conjeturas que obnubilan al hombre, genéricamente hablando, pero igual, que las instituciones públicas no han podido resolver las tantas exigencias incumplidas para que la sociedad conviva en armonía y paz social.
Llama el arzobispo a la humildad, y es lo menos que tiene una mayoría de los seres humanos.
Alguien propone que haya una nueva revolución para cambiar el actual estado de cosas y no repara en advertir que el sacrificio tendría que hacer sucumbir a legiones de compatriotas.
El amor cristiano surgirá del bautismo, uno de los compromisos sacramentales que siguen vigentes en las actividades de la iglesia católica. Pero, el bautismo no tiene más efecto que la comilona, el consumo de bebidas espirituosas, que ya después el medio ambiente y la sociedad toda se encargan de ir disolviendo con el paso del tiempo.
Hay una crisis de todo, evidentemente, aquí y en el resto del planeta tierra, sin embargo las instituciones difusoras religiosamente del humanismo, igual enfrentan fallas que parecieran ser irreversibles y, en tanto persistan los odios y rencores, poco en esta materia van a lograr, siendo que la sociedad está ansiosa, si bien no consigue o se le regatean los bienes materiales, hoy los superiores de la condición humana, que efectivamente las iglesias tampoco han sabido proporcionárselos ni con sus credos ni la promoción de sus corrientes de pensamiento cristiano.
Empero, este es el reto que persiste en el interior de sus iglesias y templos y parroquias, porque al final del camino las doctrinas deben presumirse que están cargadas de fuerte dosis de sensibilidad y humanismo, sustento, ni duda, que deben vocacionalmente hacer sentir y difundir los curas católicos y los demás agentes dedicados a la promoción de las distintas religiones existentes, para cubrir el vacío que incumple el estado, que es el espiritual.
