60 Segundos: EL PRI, AL RESCATE DEL 50% DE VERACRUZANOS


Por Raúl González Rivera

Por Raul González Rivera, egresado de la Facultad de Ciencias y Técnicas de la Comunicación de la Universidad Veracruzana
Por Raul González Rivera, egresado de la Facultad de Ciencias y Técnicas de la Comunicación de la Universidad Veracruzana

La imagen que cuenta el partido tricolor en este momento no es precisamente la mejor, si se atiende a que del electorado veracruzano hay poco más del 50 por ciento de ciudadanos distantes radicalmente de las cuestiones priistas, porque han optado por membretes de oposición al ex partidazo.
El viejo régimen, desde hace cuando menos dos décadas, no ha podido ver la suya tan accesiblemente como la difunden sus cuadros de dirigentes.
Evidentemente, frente a maquinarias como el PAN, PRD, PT y últimamente Movimiento Ciudadano, el viejo régimen alcanza menos del 50 por ciento de las simpatías de los ciudadanos registrados en el Instituto Federal Electoral.
En la conciencia popular, pero más últimamente, porque los aumentos en carburantes y gasolinas, y que toda la comida, dulces y otros productos comestibles cobren el IVA, han puesto como erizos los cabellos de la ciudadanía, que no se contenta con los anuncios tremendistas en el orden fiscal, pero igual de las grandes carencias
La maquinaria tricolor, como partido político, ha contado en sus filas con toda clase de dirigentes estatales. Los sabiondos como fue Elfego Sánchez Granillo, polémicos como el maestro Rafael Arriola Molina, un intelectual de la política veracruzana; Manuel Ramos Gurrión, jilguero, político nato, acusado de inaugurar un negocio en filas del PRI, vendiendo alcaldías y cargos de regidor y síndicos, sin que se le probara ninguno de estos cargos.
También, los socios priistas han tenido dirigentes de la talla de Carlos Brito Gómez, vocacionalmente priista de toda su vida… y por ende, ha habido los líderes chambones, burócratas, abusivos otros, mentirosos los más; la equidad de género está también por llegar al PRI estatal, designando a Elizabeth Morales García como su nueva presidenta.
Evidentemente no llega precisamente en el mejor momento. Como partido está a tres años de realizar actividades proselitistas, con rumbo a nuevos comicios electorales. Y en el campo de la gestión pública, hace tiempo que el priismo se alejó de los compromisos con la voluntad y exigencia populares.
En la población civil hay cansancio y hartazgo, ahora quizá condena y rechazo a la vida que cuentan las mayorías, debido a las constantes alzas en básicos y las reformas estructurales que están lejos de satisfacer a las grandes mayorías.
El destape de Elizabeth acaba de darse al más puro y viejo estilo priista, es decir, haciendo eco los sectores campesino y popular de sus viejas costumbres, para anunciar que luego de repasar los nombres de priistas, coinciden los socios del viejo régimen en que la candidata del momento para ocupar su dirigencia partidaria, es Elizabeth Morales García, a la que adornan merecimientos y triunfos políticos.
Dado su veredicto, el órgano sancionador de la directiva estatal hará el nuevo anuncio, el que ya saben todos en esas trincheras partidarias, y así encubrir lo que tanto condenó el priismo un tiempo, como es el dedazo.

* MICHOACÁN, ESTADO DE
GUERRA Y UN EJEMPLO

Con pasos de plomo seguramente, el régimen federal deberá estar asumiendo lo que ocurre en el estado de guerra que mantiene a Michoacán en el ojo del huracán dentro y fuera del país.
Dos menudas mujeres, encargadas de la tienda de artesanías y dulces de la región michoacana, en el corazón de la capital Morelia, se aferran a su tierra y argumentan que «aquí estamos, no nos vamos, aquí nos encontrarán, pero a esta tierra la defenderemos con todo, porque además no hay a dónde irse».
Otros dos michoacanos, honestos agricultores, dedicados a la siembra, cultivo y cosecha de aguacate, cuentan que en esa entidad, familias enteras van a dar inclusive la propia vida, mucho antes a que se deban ir y abandonar sus tierras. «Si la defensa de nuestro modo de vida familiar implica perder la vida, así lo haremos».
Y es que a diferencia de otras revoluciones, la que realizan los michoacanos es sin par y nada se asemeja con ninguna otra movilización social y armada del resto del país.
Todo el estado se ha levantado en guerra y hay que creerle a sus pobladores, cuando voz en cuello acusan que saldrán a la calle y defenderán con sus vidas el atentado que están padeciendo y que concluye robos, secuestros, asaltos, el cobro de cuotas y finalmente la violación de sus mujeres, hijas y hermanas, hechos de los cuales en Michoacán todos saben y confirman en todos los tonos y en sus ciudades, aduciendo que se aprestan a dar las confrontaciones que lleven inclusive integralmente a las inmensas mayorías de habitantes de la entidad mencionada.
Fausto Vallejo, el gobernador en decadencia, se ha instalado en Apatzingán, la ciudad más grande del estado en mención, y advierte que irá con todo para recuperar la casi totalidad de ciudades en poder de las policías comunitarias.
Empero, lo que sobresale es la indignación, enojo y coincidencias entre michoacanos, para defender sus tierras y siembras, las que de manera amplia han permitido que cientos de miles de familias gocen de las condiciones que mantuvieron siempre hasta antes de que apareciera la delincuencia organizada. Esto, aseguran, tras advertir que la batalla no cesa nomás con buenos oficios, sino algo más, que es el coraje, la indignación y condena, de cuanto afecta a los michoacanos, un pueblo valiente y trabajador por excelencia.

* JALCOMULCO EN ALERTA,
JUNTO CON AMBIENTALISTAS

Los acechos están latentes entre los vecinos de Jalcomulco.
Hay inquietudes que van más allá del rumor que se esparce en la calle, el puente sobre el río de este poblado y los restaurantes dedicados o especializados en la venta de productos sacados del mar y los ríos.
De siempre, Jalcomulco se ha preciado de ser un poblado con un gran atractivo turístico, porque cuenta con agua del río, el deporte que practican quienes se dedican a los rápidos. La vegetación es vasta y su color verde es de tal exuberancia que a los ojos de propios y ajenos ilustran por si sola la belleza natural del escenario, sólo semejante a la que se aprecia en una postal o gráfica panorámica.
Los accesos de entrada a Jalcomulco son varios, pero sólo uno que lleva de Xalapa o el puerto de Veracruz, pasando alrededor de tres o cuatro kilómetros, sobre la carretera a la zona centro del estado y particularmente a Fortín de las Flores, Huatusco y Orizaba.
Empero, la tranquilidad ancestral de sus diez mil habitantes, con el anuncio -hecho extraoficialmente- ha sido alertada y la inconformidad se ha erigido entre quienes aman esa región, porque se ha dicho que en Jalcomulco se construirá una hidroeléctrica, a efecto de coadyuvar a la producción de energía eléctrica que realiza en la zona costera la planta nuclear de Laguna Verde.
Los vecinos del lugar, sus pobladores, se sienten como huérfanos, así que han hecho saber su marcada inquietud y zozobra ante grupos ecologistas y ambientalistas, porque consideran que una planta semejante acabará con el agua, el ambiente, la producción acuícola y los recursos naturales en amplia región, además de que se le eximirá en lo subsiguiente de seguir siendo esta zona un atractivo para el turismo que ahora es nacional y otro muy importante procedente del extranjero, tanto de las regiones aledañas de los Estados Unidos de Norteamérica y estados europeos de occidente.
El rechazo popular a la sola idea de edificar una hidroeléctrica, ha cundido allí y extra-fronteras de Jalcomulco, porque el temor bien fundado de sus habitantes, es que con tal propuesta acabará el verde de la zona, el aire limpio que allí se respira y la panorámica de fotografía, que constituye una zona bellísima y reconocida por todos cuantos visitan la región, en donde el sabor de la comida, el olor de su río y el color de la escena, simplemente son inigualables.

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