Por Francisco Blanco Calderón
Tres grandes ilusiones que disfrazan la realidad fueron expresadas recientemente por Peña Nieto y replicadas por Javier Duarte en la realidad veracruzana. La seguridad va a la baja, la inversión extranjera nos conducirá al paraíso, el destino nos hará crecer la economía y fomentará el desarrollo social.
“Primero: “el nivel de deuda de nuestro país, que es de 38.7 por ciento con respecto al Producto Interno Bruto, que es menor que el que tienen otros países de mayor desarrollo; una política monetaria autónoma, conducida por el banco central de nuestro país, que tiene autonomía plena, y tenemos además un sistema financiero robusto… está por encima del promedio de los países de la OCDE o de los países miembros del G-20”. (El Economista)
En Davos, foto de la economía global, Peña Nieto se vanaglorió de una deuda externa controlada en su imaginación.
“La deuda externa de México se duplicó en tan solo 6 años, durante el periodo de Calderón” (El Financiero). Hoy la deuda en este 2013, asciende a 5 billones, 330 mil millones 300 mil de dólares. Un país con 112 millones, 336 millones, 538 habitantes para el 2010 (INEGI) más su incremento en estos últimos dos años representa que cada habitante tiene una deuda de 47 mil 449 pesos con 48 centavos.
Y podrán ser cubiertas en los próximos 70 años. Ernesto Zedillo, otro paladín de la globalización, expresó, también en Davos, el futuro promisorio del país, cuando en su periodo al absorber la deuda bancaria ( FOBAPROA )era de 180 mil millones de pesos para 1995 y se pagaron 600 mil millones solo de intereses en su sexenio.( De la Barbarie a la esperanza. Documental. You Tube).
La magnitud del adeudo acumulado por el gobierno, salvo algunas estimaciones que quedaron cortas. Hoy se tiene una cifra bastante precisa: 14 billones 400 mil millones de pesos el 104.1 por ciento del PIB en 2010, REPORTE ECONÓMICO. David Márquez Ayala. Jornada. Marzo 2012.
Segundo: Peña Nieto presumió de la baja de la violencia e inseguridad en nuestro país, dijo que en un año y un mes de Gobierno ha habido avances en materia de seguridad a pesar de los retos y desafíos que aún se tienen como es el caso del Estado de Michoacán.
Expuso que las cifras de homicidios relacionados con el crimen han bajado 30 por ciento, siendo cuestionado por el moderador Klaus Schwab, presidente ejecutivo y fundador del Foro Económico Mundial, sobre el surgimiento de autodefensas y de la inseguridad en México: “Señor Presidente, a pesar de todas estas buenas noticias que nos ha presentado… México sigue estando en el punto de mira de los medios de comunicación, sobre todo respecto de la seguridad. En este sentido, le recriminó Schwab ¿cuáles son sus planes? ¿Cómo podemos quitar esta carga?” (El Financiero).
Tercero: En el Foro Económico Mundial de Davos, Peña Nieto informó que la Inversión Extranjera Directa en México se ubica en los 28 mil millones de dólares en el primer trimestre del 2013, cifra superior al mismo periodo del año pasado (no mencionó que la fuga de capitales es superior a la inversión extranjera) pero así anunció inversiones de tres empresas multinacionales por 7 mil 350 millones de dólares a México y firmó un acuerdo de entendimiento con la OCDE (cuando él mismo la refirió como OSD), otro más de sus traspiés “metalingüísticos”.
Inversión concentrada en tres empresas PEPSICO, Nestlé Y Cisco, las dos primeras estratégicas de la Sedesol, por Rosario viuda de Ahumada, para abatir el hambre de más de 62 millones de mexicanos. Comida chatarra en desayunos escolares, en despensas electorales, en giras distractoras de la hambruna.
La democracia que también se presumió, por la unión de esfuerzos de distintas ideologías asimiladas en tres partidos siameses, cristalizadas en el Pacto tramposo, quedó flotando entre las tres líneas de su discurso oficial “Transformando a México: sociedad, política y economía”, democracia inexistente, ya que el pueblo no ejerce el poder, aunque con los grupos de autodefensa comienza a despertar del letargo de los excesos, de la corrupción, la impunidad y la simulación.
“Es el sistema de los patos salvajes (a cada paso una cagada), seis gobiernos al hilo, idénticos entre sí, aunque con máscaras distintas (de la renovación moral de la sociedad al México que todos queremos, sin olvidar solidaridad, bienestar para la familia, cambio y vivir mejor), cuyas cabezas visibles han sido las mismas –con unas cuantas canas y muchísimos millones en el bolsillo de diferencia y en posiciones alternantes– a lo largo de 30 años.
“Y que, reforma tras reforma, se niegan a reconocer el desastre causado, aunque está a la vista de todos…. entre modernización y modernización, la economía pasó de un crecimiento anual superior a 6 por ciento a otro inferior a 1.2 por ciento.
“El número de pobres creció de 30 a más de 60 millones, el poder adquisitivo del salario se desplomó 80 por ciento, más de 12 millones de paisanos emigraron al vecino del norte, cerca de 30 millones sobreviven en la informalidad, la mitad de lo que los mexicanos se llevan al estómago proviene de afuera, cuando antes se producía internamente.
“La corrupción es como la mancha voraz (arrasa y tiene todos los colores gubernamentales y partidarios, en lo federal y en lo estatal, ninguno se salva), la inseguridad campea y la violencia se exhibe por doquier” (MEXICO SA, Carlos Fernández Vega. La Jornada).
EfACICO 