¿Qué está pasando?: Don Enrique Falcón Ferman


Por Gonzalo López Barradas

  Por Gonzalo López Barradas, egresado de la Facultad de Ciencias y Técnicas de la Comunicación de la Universidad Veracruzana
Por Gonzalo López Barradas, egresado de la Facultad de Ciencias y Técnicas de la Comunicación de la Universidad Veracruzana

Jalapa, Ver.- El día 12 de este mes de enero que terminó, se cumplieron tres años del fallecimiento de uno de los mejores periodistas que ha tenido el sur de Veracruz en la región de Coatzacolcos, Minatitlán, Cosoleacaque y Jáltipan, principalmente, sin olvidar a otro grande como lo fue don Andrés Siu Hernández quien también terminó su vida este 2014, el miércoles 29 de este mes de enero, y de quien guardamos con cariño sus palabras: “No soy ni seré rico, pero ya soy muy afortunado…me gusta escribir y me gusta ayudar a la gente… hago las dos cosas y hasta me pagan por eso”…

La trayectoria de don Enrique Falcón siempre estuvo salpicada de detalles y anécdotas un tanto festivas y a veces admirables desde que hizo sus primeros pininos en el periódico Diario de Sotavento del periodista chiapaneco don Alfonso Grajales Gómez  –su gran maestro-, como él siempre lo llamó, porque  siempre lo animaba a estudiar periodismo, a tal grado que lo apoyó a inscribirse en el Instituto de Capacitación del periodista donde estudió durante cuatro años.  Con esa oportunidad se mostró más tranquilo y seguro y sobre todo más confiado y le supo responder al director del matutino de Coatzacoalcos.

Precisamente con su maestro don Alfonso tuvo su primer tropezón por medio de una carta aclaratoria que envió al periódico el Secretario general del Sindicato azufrero de Jáltipan, Manuel Castell Santamaría, en donde negaba que él hubiera platicado con un periodista de Diario de Sotavento y que incluso había escrito una información en donde se narraba que había demandado una revisión de contrato colectivo de trabajo, incremento general de salarios con emplazamiento a huelga.

Lógicamente el señor Grajales por vía telefónica llamó a su joven comunicador para que respondiera a la nota aclaratoria del señor Castell que tenía toda la planta de ser un gachupín o un descendiente de españoles. Falcón Ferman acudió a la cita de su jefe, pero sus  primeras palabras desconcertaron al director del Diario cuando aseguraba que Castell Santamaría tenía razón porque él había dicho que no había platicado con ningún periodista.

Don Alfonso, un poco trémulo, le reprochó a su joven empleado diciéndole lo siguiente: “¿quiere usted decir que lo que nos reportó fueron mentiras?  Falcón contestó: “No, señor, el habló de huelga y de aumento de salarios, pero afirma que no habló con ningún periodista”.  Don Enrique aclaró: “no sé qué motivó a usted para invitarme a escribir en su periódico, pero yo no soy periodista”. Don Alfonso miró al todavía bisoño comunicador, pero comprendiendo sus palabras le pidió: “Desde mañana me trae usted dos fotografías tamaño credencial para extenderle el nombramiento como corresponsal de nuestra empresa”. Don Enrique vivía en Jáltipan.

Ya con su credencial, la vida de Falcón Ferman, tuvo un cambio más seguro e incluso se extendió en consecuencia el trato con Fernando López Arias que al ganar  Adolfo López Mateos las elecciones presidenciales de la época, lo nombró Procurador general de la República, después, al ocurrir el sismo de agosto de l959, López Mateos lo nombró Coordinador de la reconstrucción de Jáltipan que prácticamente había quedado en puros escombros.

Así, las acciones muy disímbolas, uno como encargado de activar las obras de la reconstrucción de la que más adelante sería una  de las ciudades sureñas de Veracruz moderna y nueva y el otro, difundiendo a nivel local, estatal y nacional todo lo que López Arias hacía  –infraestructura, casas nuevas con cinco compañías constructoras, iglesia, centros recreativos, canchas deportivas, espacios, etcétera-. No obstante la relación estrecha que Falcón tuvo con López Arias en todo este movimiento, se dio todavía el tiempo para denunciarlo públicamente de tener un monopolio de matanza de ganado en Coatzacoalcos, información que se publicó en el periódico de su jefe y patrón, enfrentando al mismo ‘tribuno de Suchilapa’ en su domicilio que tenía en Jáltipan.

Éste, negó la acusación y se la reviró a Falcón frente a notario público, señalándolo de haber manejado este asunto inescrupulosamente cuando que él, el notario, era el culpable ya que había falseado los nombres en el acta. Durante esta comparecencia, Falcón aprovechó para preguntarle a López Arias si era el cacique de la región sureste de Veracruz como lo aseguraba la gente del pueblo. El tribuno estaba de buen humor y le explicó a Falcón que los gobiernos priistas habían votado el acuerdo de mantener a un representante del Ejecutivo Federal en algunas regiones estratégicas del País para arreglar los problemas que surgieran para que éstos los atendieran de inmediato. Esto ha contribuido a mantener la paz y frenar asuntos que se volverían más problemáticos, sin necesidad de caciques.

Con esto, López Arias, negó ser el cacique del sur de Veracruz. Días después fue refutado por el periodista Roberto Blanco Moheno en un periódico nacional, respetando a Enrique Falcón. López Arias escribió a la revista Siempre refutando lo dicho por Blanco Moheno y a través de la revista Resumen de Veracruz, que un servidor dirige, se enfrentó a Blanco Moheno para defender todo el derecho que tenía de disentir de una opinión de la gente del pueblo.

(Se guarda en el archivo de Resumen esta polémica y en la biblioteca particular de la familia López Arias en la ciudad de México).

Don Enrique Falcón Ferman al morir, hace tres años, tenía más de ochenta años. Hizo sus estudios de primaria y secundaria en su tierra natal Covarrubias, Ver., El alumno de don Alfonso ya no se inscribió en ninguna escuela, pero se alimentó del vicio que tuvo por comprar libros con los que llegó formar una biblioteca que ahora está en manos de sus hijos que ya son profesionistas.

Casado con la michoacana Sarita Coria, procreó seis hijos: Adán y Enrique, médicos;  Alfonso, químico industrial; Thelma del Carmen, contadora; Leticia Francisca, secretaria ejecutiva bilingüe y licenciada en pedagogía y un sobrino por raíces de su esposa a quien apoyó y también alcanzó a titularse de médico en la Universidad Veracruzana. Descansa en paz, don Enrique Falcón Ferman.

P.D.: Ojalá que a la elitista Comisión Estatal para la Atención y Protección de Periodistas Veracruzanos, la CEAPP,  se le ocurra enviar aunque sea un simple telegrama de condolencias a los familiares de don Andrés Siu Hernández  y  de don Enrique Falcón, viejos periodistas que fueron vanguardistas de las letras escritas y pioneros del periodismo en el sureste de Veracruz. Lo dudamos, pero ojalá…

rresumen@hotmail.com

Deja un comentario

Este sitio utiliza Akismet para reducir el spam. Conoce cómo se procesan los datos de tus comentarios.