MORENA será la segunda fuerza política, tras del viejo régimen vestido de los tres colores, como se augura desde ahora con las cuotas cubiertas por Andrés Manuel López Obrador, el único dirigente social capaz de llenar el zócalo de la ciudad de México y de incluir en las filas de sus simpatizantes a mexicanos de todos los rumbos del país.
Las izquierdas, obviamente, se tambalean.
La ultraderecha está en retirada a no ser que ocurra un milagro y sus filas se vuelvan a nutrir con jóvenes que aspiran realmente a servir a la gente, olvidándose de que ven sólo a los ricos y religiosos y oscurantistas.
PRD perdió desde el momento en que claudicó ante un pacto que ya no existe y cuya pretensión era conseguir las reformas que ya avalaron los señores legisladores federales.
El PVEM, como se sabe, es un partido satélite, que sobrevive de las migajas que le permite tomar el partido en el poder, al cual, como se aprecia, le está costando sangre y fuego consolidar su regreso a la residencia oficial de Los Pinos.
Los Cárdenas Solórzano y Batel están por decidir si persisten en seguir manteniendo un perredismo identificado con las causas sociales o, en su defecto, se desintegra finalmente, algo que viene ocurriendo prácticamente desde su surgimiento como membrete partidario y que en cada elección recibe curules y cargos edilicios gracias a ungirse al lado de AMLO, menos no alcanzarían ni la regiduría única en el ayuntamiento de La Perla, quizá el municipio más pobre del país.
Marcelo Ebrard Casaubon es todo un personaje, pero con reciedumbre sólo en el DF, ya que en el resto del país siguen sin identificarlo plenamente como un político de la izquierda. Se trata del penúltimo ex jefe de gobierno del DF, en donde una impresionante hoja de servicios y realizaciones materiales le acompañaron durante su gestión de seis años.
Sin embargo, cada que sale al interior del país su presencia sigue siendo ignorada por los hombres y mujeres que comulgan con siglas contrarias al perredismo.
Los «Chuchos» están bastante chamuscados, como buscar su reencuentro con socios del perredismo y Jesús Zambrano la regó sometiéndose a los dictados del poder que manda.
Lo que hace presumir, y bien, que AMLO y Morena constituirán la segunda fuerza política en este país desangelado por todo, lo que ya avalan de antemano los millones de seguidores del ex candidato presidencial y desde allí a la búsqueda de afirmarse como la izquierda más sólida, que bien puede alternar con los partidarios del régimen de la dictadura perfecta, diría Mario Vargas Llosa.
* MALO, SI ELIZABETH
SÓLO BUSCA OTRA CURUL
Sin duda, la alcaldesa de Xalapa deberá borrar, y pronto, la especie que persiste a manera de rumor en la calle y el café, en el sentido de que Elizabeth Morales García llegó al liderazgo estatal del PRI sólo para conseguir su candidatura a una diputación federal por la vía plurinominal.
La unción de Elizabeth en la presidencia del comité directivo estatal del partido en el poder ha sido ampliamente cuestionada, primero porque es mujer y su papel de alcaldesa, como en la mayoría de sus antecesores, ha sido duramente cuestionado y, por otro lado, los viejos grupos de socios priistas siguen sin contentarse, porque no fueron considerados en esta nueva etapa partidaria.
La maquinaria tricolor lleva cuando menos dos décadas de que no ve la suya. Gana el partido herencia de don Plutarco Elías Calles comicios electorales, siempre y cuando en su carro se suban otros membretes partidarios y sólo gracias a que los perredistas y panuchos se han resistido a sumarse en procesos electorales, es como el partido tricolor ha conquistado el poder público. Porque aquellos, unidos, habrían abatido en comicios electorales al mejor de los candidatos rojos.
Así que para los viejos socios del régimen priista, la unción de Elizabeth Morales les augura que habrán de tener que enfrentar las derrotas en el porvenir inmediato, que es el año 2015.
Apuestan los tricolores a que la ex alcaldesa únicamente buscará curul plurinominal para seguir en el abrevadero presupuestario, pero hacer papel de líder social no le cuadra ni la avistan los hombres, sobre todo, y las damas, que militan en las trincheras del partido que no encuentra el camino para reivindicarse nacionalmente con las bases sociales.
Sobre tierras veracruzanas, cuando Manuel Ramos Gurrión, un Carlos Brito Gómez, un Demetrio Ruiz Malerva, y entre las mujeres la señora Delia de la Paz, andaban entre la gente en las calles del estado, buscaban abanderar sus causas que eran justamente sociales y les afectaban, y no había las necesidades que hoy día tienen a las mayorías con una mano adelante y otra atrás.
La ex alcaldesa nada ha dicho sobre dudas en relación a su designación de rigor, salvo que en su mensaje de estreno como presidenta del PRI estatal, los ideólogos encuentran que en el discurso faltaría quizá el talento, el manejo de la cultura partidaria de una sigla que surgió a instancias de la posrevolución y en cuya trayectoria verdaderos historiadores políticos le dieron sustento al discurso, que forjó su plataforma de principios y, por ende, su inclusión en los sectores que dieron y, supuestamente, se tratará que den vida a todos aquellos que le infundieron la expectativa de hacer de la política una institución de servicio a los demás.
Empero, el beneficio de la duda tiene que brindarse a la lideresa que por una curul plurinominal, definitivamente, no podría ser. Al tiempo.
* ZONGOLICA, CUNA
DE GUERRILEROS
La infiltración de las policías comunitarias en los estados vecinos a Michoacán, alertan sobremanera a todo el país.
El problema se expande hacia los estados de Guerrero, Jalisco, Morelos, y otros tres de manera más cercana.
Pero el asunto también alcanza a otras entidades del resto de la república, en donde la pobreza hace añicos cualquier crisis y, por otro lado, alerta sobre todo a las regiones en donde la pobreza extrema no es desconocida y, en el paso por la historia, dichos lugares fueron asiento y cuna de guerrilleros, como es el ejemplo que impone Zongolica, particularmente.
Ya hubo un dirigente social, o por lo menos así lo cita una nota periodística, en la que dicho personaje asoma diciendo que dadas las condiciones de los poblados ligados a la región serrana de Zongolica, bien pueden aparecer las policías comunitarias, pues en diferentes tonos y lapsos le han pedido a los cuerpos de policía su intervención y calmar la zona, debido a la presencia de grupos gangsteriles y delincuenciales.
Candidatos a los más diversos cargos públicos, en sus respectivas campañas, han sostenido que la gente en esa región veracruzana se duele de la constante de actos de violencia y pillaje que, sobre todo, amaga con la miseria, la hambruna y el desempleo que enfrentan los lugareños.
Y por otro lado, porque las bandas que sigilosamente ingresan a sus ranchos y sembradíos, suelen aprovecharse de las mujeres y niños y niñas, a los cuales golpean, sustraen de sus hogares, violentan sexualmente y asesinan, como existen de antemano los casos documentados y que obran en las agendas de trabajo del ministerio público y las comisiones de derechos humanos estatal y la nacional.
Es decir, se cuenta aún con tiempo para prever un asunto que puede desembocar como lo han hecho los campesinos y agricultores de las ciudades michoacanas, para defender sus patrimonios y vidas personales, y que han servido como ejemplo para que en otras seis entidades del interior de la república, cuando menos, se ciernen sobre la sospecha de que allí igualmente las policías comunitarias se harán una realidad.
Como esto no se quiere que suceda en tierras veracruzanas, no obstante que la criminalidad ha crecido pavorosamente, en Zongolica bien podrían arrancar los primeros gestos de una violencia a manos de gente cansada, puede prender la mecha de algo que definitivamente nadie quisiera que ocurriera en estas tierras.
EfACICO 