Por Gonzalo López Barradas
Del archivo bibliográfico del primer diputado local que tuvo la Sección 32 del SNTE, extraemos un pensamiento filosófico del maestro Joel Vargas Cruz sobre los hombres que siendo débiles no sirven para ese ejercicio del poder porque éste, en espíritus arrogantes causa mucho daño. Dice, además, que la sabiduría y la fuerza parecieran ser el binomio sustentador del poder. Claro, ya se sabe que el hombre tiende, por naturaleza, al poder y que en razón de eso, todo mundo quiere un cargo político en la compleja esfera del poder.
Ser entonces político sin vocación, sólo por accidente, es prácticamente ser un estorbo social, una carga al erario, se es nada. Por esos políticos sin vocación que no entienden el poder, México está inmerso en la más grande pobreza de su historia, comparable únicamente con el México que percibía Miguel Hidalgo. La corrupción nos ha llevado a las más pútridas degradaciones como sociedad: pobreza, hambre, rezago educativo e inseguridad.
Los gobernantes políticos trepados en el poder ejercen afianzando el presente y proyectando un futuro promisorio. El poder lo toman como herencia para enriquecer la estirpe.
Y así como está la República, hundida, quebrada y sangrante, sobran los que quieren el máximo poder que siempre ha estado en manos de los ricos. Existe una plutocracia que tiene más de ochenta años conculcando el poder. Los pobres nunca han llegado al poder, porque cuando esto sucede ya son ricos y han olvidado sus orígenes, como sucedió con el expresidente Ernesto Zedillo que de niño fue lustrador de calzado.
El PRI, antes de Fox y Calderón, estuvo setenta años en el poder presidencial, construyó lo que es el México moderno: sus leyes, sus instituciones, su economía y toda la infraestructura existente. El PAN se mantuvo doce años en los Pinos y condujo al país hacia atrás, movió el camino del retroceso. Los dos últimos presidentes priistas, antes del PAN, -Salinas de Gortari y Zedillo- colapsaron a México y uno de ellos, con sus grandes capitales, sigue siendo eje rector de la política nacional; el otro, endrogó al país por muchas generaciones con el inolvidable Fobaproa.
El primer presidente “de la alternancia” fue una vacilada histórica. Mintió de principio a fin de su sexenio. No realizó nada relevante y los muchos millones de excedentes petroleros no reflejaron ningún desarrollo. El segundo sexenio panista pretendió ilegitimarse, dándole de escobazos al panal del narcotráfico y hasta la fecha no hay manera de regresar al avispero a su hábitat. Siguen sueltas las avispas y han dejado en el camino a más de treinta mil muertos, y los que seguirán.
Nuestra Patria ha sufrido grandes frustraciones por su antidemocracia. (a).-El fraude histórico que mandó a Cuauhtémoc Cárdenas la postración política, a trabajar en el “mundo de las ideas”, como lo hace Salinas de Gortari. (b).-El penúltimo sexenio priista fue simbiótico, el país sufrió los efectos del Prian. El presidente era Carlos Salinas, el programa del PAN y se tuvo la amenaza de terminar con el Pri, para crear un nuevo partido que habría de llamarse Solidaridad.
(c).-El asesinato de Luis Donaldo Colosio, candidato presidencial priista, frustró en grande a la gran nación mexicana. Se atrevió a decir que en su recorrido por el país sólo veía pobreza. Seguramente hubiera hecho un gobierno a favor de los pobres y (d).-La otra gran frustración fue el “caballazo” electoral en contra de Andrés Manuel López Obrador, las fuerzas inmovilistas lo coparon y la presidencia “legalmente” fue a dar a manos de la oligarquía que nos asfixia.
Tenemos que estar de acuerdo con el hombre más rico del mundo, Carlos Slim quien ha dicho que “la pobreza no se combate regalándole dinero a los pobres”. Antes del programa ‘Solidaridad’ que se convirtió en ‘Progresa’ y que hoy se llama ‘Oportunidades’, los campesinos trabajaban, comían y vivían con dignidad. Hoy ya no lo hacen, el paternalismo los llevó a la dádiva. Estos programas tienen más de doce años y los pobres siguen aumentando en proporción geométrica. Ya se anunció, otra vez, nueva inversión al campo.
En el 2012 llegó un presidente priista con las promesas y acuerdos firmados ante notario de que atenderá a los pobres antes de que haya un estallido social, como ya se está viendo, por hambre e inseguridad. El ex senador Manuel Ramos Gurrión en un artículo publicado en los medios se pregunta: “Ya pasó un año de pactos, de reformas estructurales y ¿ahora que sigue, se cumplirán esas promesas y acuerdos?
Qué bueno, dicen muchos, que no llegó el PAN porque se hubieran aligerado peor los desórdenes sociales que se están viviendo por odio hacia la oligarquía.
Es la ley de la naturaleza que los fuertes dominen a los débiles, así hemos vivido más de ochenta años, pero los débiles pueden volverse fuertes.
Que los ricos sigan siendo ricos, con tal de que los pobres sean menos pobres. Qué bueno que algunos políticos ya se están dando cuenta de que urgen gobiernos que hagan el mayor bien al mayor número y que esos gobiernos deben ser de leyes y no de hombres como lo dijo el gobernador Javier Duarte el día 29 de enero pasado en Coatzacoalcos en un alentador discurso en un acto de entrega de equipo y reforzamiento a la policía Estatal de Acayucan, Nanchital, Cosoleacaque-Minatitlán. Dijo: “En Veracruz las instituciones de seguridad hacen prevalecer el Estado de Derecho de norte a sur y de la costa a la montaña donde estamos vigilando y atendiendo a la población para garantizar la tranquilidad”.
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