En Pocas Palabras: Miles no pagan el agua


Por María Elvira Santamaría Hernándezagua

Por María Elvira Santamaría Hernández, egresada de la Facultad de Ciencias y Tècnicas de la Comunicación de la Universidad Veracruzana
Por María Elvira Santamaría Hernández, egresada de la Facultad de Ciencias y Tècnicas de la Comunicación de la Universidad Veracruzana

“El agua toma siempre la forma de los vasos que la contienen, dice la ciencia que mis pasos atisba y pretende analizarme en vano. Yo soy la resignada por excelencia, hermano; ¿no ves que a cada paso mi forma se aniquila?…”

Así describe Amado Nervo, en una de sus obras, lo que él llamó, el agua multiforme. Ese líquido maravilloso que provee de vida, que resulta indispensable para la subsistencia y al que solamente le damos importancia cuando carecemos de él.

El agua que llamamos potable, la que nos suministra el gobierno del estado a través de las diferentes comisiones municipales y que administra la llamada comisión de agua del estado de Veracruz (CAEV) por sus siglas, es traída, en el caso de Coatzacoalcos y Minatitlán, desde los nacimientos de agua en la región de Huazuntlán, en la sierra de Soteapan a más de 60 kilómetros de aquí; y también de los pozos perforados en la zona de canticas, en Cosoleacaque.

Diariamente son bombeados cerca de dos mil litros por segundo, para que lleguen hasta los hogares. Es un caudal enorme el que fluye hacia estas ciudades y aún así, hay familias que carecen del líquido y también, lamentablemente mucha agua se pierde en fugas o bien se desperdicia deliberadamente.

Pese a lo valioso que es el agua, regularmente externamos quejas sobre su costo. Se nos hace caro el servicio, se nos hacen injustos los cargos. Pero si falta, nos angustia porque su carencia trastorna totalmente el funcionamiento del hogar y de las fuentes de trabajo. Y obviamente, reclamamos.

Sin embargo, hay miles de personas, que están recibiendo este vital elemento y no pagan un solo centavo por el suministro. Esto ocurre sobre todo en los fraccionamientos nuevos.

Allí se ha producido un fenómeno condenable: los usuarios gozan del suministro de agua, pero se niegan a hacer contrato con la Comisión Municipal y desde luego, amenazan con tomar carreteras o hasta con encerrar a los trabajadores de CAEV que acudan a intentar cortar la línea que les dota del servicio que no pagan.

También los hay que han encontrado el modo de evadir el pago del agua gracias a influencias y a disimulos.

Esas personas que tienen años de contar con agua potable y no tienen contrato, o no la pagan aunque lo tengan, que intimidan si se les intenta regularizar el servicio, no sólo sientan un mal precedente, sino que están atentando contra el suministro de los que sí pagan, porque debilitan las finanzas del organismo que debe dar mantenimiento y asegurar la operación del sistema hídrico.

El contar con el vital líquido es prácticamente un derecho humano, que no tendría que depender de un contrato, es cierto. Pero el construir las presas, clorar el agua, transportarla, bombearla y hacerla llegar a los hogares a través de una red, requiere inversión. Los que no pagan, en pocas palabras, están robando el agua.

Hasta pronto.

Correos: msantamaria@diariodelistmo.com
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mariaelvirasantamaria@hotmail.com

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