Por Luis Velázquez Rivera
•Historia de un secuestro
•Detenidos la mayor parte
PASAMANO: el 12 de diciembre, 2013, María del Carmen Molina Molina, estudiante del Tec, circulaba en una cuatrimoto a las 22:30 horas con destino a su casa, en Carlos A. Carrillo, en la Cuenca del Papaloapan, y en la calle fue interceptada por cuatro individuos que se transportaban en un Volkswagen, tipo Pointer, color rojo con placas del estado de Veracruz… En la primera llamada a sus padres, los secuestrados pidieron dos millones de pesos
Ella era sobrina del entonces presidente municipal, Enrique Molina Arrioja, quien pidió a la policía municipal se retirara de su casa, pues por ningún concepto deseaba patrullas ni tampoco la intervención de la autoridad policiaca… Días después, los cuerpos de seguridad encargados de seguir la pista ubicaron que las placas del VW eran YJC 5060 y pertenecían a un automóvil Chervolet tipo Astra, color gris, modelo 2005, registrado a nombre de Miguel Ángel Navarrete Ochoa, radicado en Tierra Blanca… Así, fueron siguiendo el rastro hasta detectar que la banda secuestradora era de la Cuenca del Papaloapan, con sede en el mismo Carlos A. Carrillo, donde residía su líder desde hace un año y medio de nombre Williams Castro Sánchez… De acuerdo con la minuta de la autoridad policiaca, Castro Sánchez era, es, propietario de taquerías tanto en Carlos A. Carrillo como en Cosamaloapan y en el poblado Cerro Gordo, de Ecatepec, en el estado de México, identificadas con el nombre de “Las brazas”… Entonces, a través de la red satelital y en base a los teléfonos que fueron detectando, ampliaron la investigación hasta Cuautitlán, Izcalli, jardines de Cerro Gordo y ejidos de Tultetlac, estado de México, para ubicar domicilios de los integrantes de la banda, que de acuerdo con la autoridad suman unos 17, pues, como se recuerda, la estudiante fue secuestrada, asesinada y sepultada en una fosa clandestina…
BALAUSTRADAS: en la banda participan, por ejemplo, desde la esposa de “El Williams” hasta los hijos y las nueras y los amigos… Así, lograron la radiografía de los participantes con nombres y apellidos y domicilios (una parte de los cuales están detenidos), además de ubicar las tareas que cada uno significaba en los secuestros y, en la mayor parte de los casos, del asesinato de la víctima… Por ejemplo, el jefe de la banda era el jefe en el mando para levantar a la persona, además de que también era el negociador y ejecutaba a los plagiados… Un hombre, el segundo en el mando, también se encargaba de los levantones… Una mujer estaba asignada para las tareas del llamado “halconeo”, que consiste en vigilar las calles y avenidas en el centro de operaciones
así como también a la víctima… Un hombre levantaba y cuidaba a la víctima durante los días y noches del cautiverio… Otro más, levantaba, y tenía la misión de ejecutar… Otro hombre, levantaba… Otro hombre más, halconeaba y cuidaba… Una mujer, cuidaba a la víctima y les daba de comer… Otra mujer, sólo cuidaba… Otra más, también cuidaba… Otros dos hombres de igual manera tenían el encargo de levantar… Otro hombre, y en ausencia del jefe, levantaba y negociaba, además, llevaba de comer a la víctima y victimarios… Una mujer halconeaba y vigilaba a la víctima… Un hombre más halconeaba y cuidaba a la víctima… Otro más conducía el taxi desde donde operaban… Y otro más halconeaba y cuidaba… Es decir, toda una organización que logró sembrar el terror y el miedo en unos poblados de la Cuenca del Papaloapan, a tal grado que acumularon 26 desaparecidos, 17 de los cuales han sido identificados…
ESCALERAS: la punta del iceberg empezó a destejerse a partir de la captura de uno de los miembros de la banda de nombre Gustavo Enríquez Sánchez, de 21 años de edad, alias “El Tavo”, comerciante… Y, bueno, resulta inverosímil que todos ellos se hayan convertido en una pesadilla macabra en la región de Cosamaloapan, y aun cuando por fortuna algunos han caído prisioneros, los cuenqueños cruzan los dedos para que el operativo llegue “hasta las últimas consecuencias”… Por desgracia, en igualdad de hechos y circunstancias se encuentran otros poblados de norte a sur de Veracruz, de tal forma que hay decenas, cientos quizá de comunidades, donde todos los días padecen un Estado de Sitio, pues los malosos han establecido su búnker y apenas anoche caminar en la calle significa un riesgo y, por tanto, todo mundo se concentra en sus casas… Es más, los presbíteros de los pueblos han solicitado a los feligreses que en nombre de Dios eviten salir en la noche, porque ninguna garantía existe de conservar la vida… Y por eso mismo, los alcaldes esperarían que el gobierno de Veracruz, los marinos y los soldados pudieran ampliar el programa llamado “Veracruz seguro”, porque en cada poblado se vive un infierno… Es hora, como afirmaba Albert Camus, de que el gobierno voltee a mirar la vida cotidiana… Es hora, pues, de bajar a los infiernos… Y es que mientras la inseguridad domine los días y las noches nadie puede hablar de un Estado próspero, de un estado pujante “que va rumbo hacia el futuro exitoso que el destino le depara”… Otra cosita es que en el discurso oficial y en la declaración mediática nos festinemos… a cambio, digamos, de un cachito de la lotería nacional…
Publicado en: http://www.blog.expediente.mx/nota.php?nId=5457
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