Por Gonzalo López Barradas
Para el pueblo veracruzano, para el grueso común de la ciudadanía que trabaja afanosamente, que buscan con desesperación un empleo, que piden seguridad, que estudian; para las amas de casa que ya no saben cómo hacerle para estirar el dinero en la compra de la canasta básica, para los que temen que los secuestren o asalten en la calle o al llegar a sus hogares, los enroques realizados el miércoles 19 por el gobernador Javier Duarte, son intrascendentes.
Fue, sí, importante para algunos sectores de la prensa que con bombo y platillo se encargaron de difundir la noticia imitando a los antiguos pregoneros en los tiempos de Robin Hood; para el grupo que está en el poder y los propios enrocados porque no perdieron su chamba. El pueblo se habría alegrado si el joven gobernante hubiera dado trabajo a veracruzanos probos que están esperando, desde hace muchos años, alguna oportunidad de servir a Veracruz desde cualquier institución. Gente fresca y profesional de la política, pero resulta que no, ya que son los mismos elementos que dejó en funciones el gobernador pasado. Sólo se cambiaron de traje y corbata para aparecer en la foto porque la piel sigue igual aunque se la hayan maquillado. Son los guardianes del pasado.
Los medios de comunicación se desbocaron escribiendo que ‘son cambios estructurales muy importantes en el gobierno porque es sangre fresca que dará nuevos aires al gobierno’. Uno se pregunta: ¿cuáles aires? ¿Cuáles cambios estructurales?
La salida de Amadeo Flores Espinosa y la llegada de Luis Ángel Bravo Contreras a la Procuraduría de justicia estaría por verse si la Procu va a revitalizarse porque el de Cotaxtla no dejó el cargo por incapacidad o malos resultados, fueron otros los motivos que lo obligaron a renunciar y salir por la puerta grande de esa dependencia aunque algunos han especulado poniendo en duda las investigaciones sobre el secuestro y asesinato de Goyo en Coatzacoalcos. Amadeo demostró con hechos desde los primeros días de la toma de posesión de ese cargo en octubre del 2011 en medio de la crisis de seguridad sobre todo por el tiradero de 35 muertos en el boulevar de la ciudad de Boca del Río.
La institucionalidad política de Amadeo pondrá a prueba al enrocado Bravo Contreras ya que si alguien ha caminado por el sendero de la vida pública con grandes aciertos ha sido precisamente el ‘jefe Amadeo’ porque desde que ocupó la secretaría de gobierno con Acosta Lagunes, luego la presidencia del PRI estatal y en cuatro ocasiones diputado federal y local ha demostrado resultados. Lo que pasa es que desde hace mucho tiempo, Amadeo, había anunciado su deseo de dejar la Procuraduría.
Otra enrocada es la causante de que la prensa no quiera a Javier Duarte, Gina (Georgina) Domínguez, mujer conflictógena que demostró en su encargo como directora de Comunicación Social sólo alternancias y esperanzas como fracaso en el difícil trato con los medios y los periodistas. Atendió, y con creces, a unos cuantos y despreció con gesto perruno y amargo a la gran mayoría quienes sólo querían atención y buen trato, pero ella confundió eso con el manejo del recurso para que hablaran bien de su jefe. Descanse en paz en su oficina de la Secretaría Técnica.
A nadie de los que trabajamos como periodistas se nos olvida que don Alberto Silva cuando ejercía como alcalde en Tuxpan, metió a la cárcel a dos periodistas por ‘extorsionadores’, asunto que aún sostiene en sus declaraciones públicas. Allá él. Lo enrocan de la Secretaría de Desasrrollo Social, Sedesol, en lugar de Gina Domínguez. Alberto Silva Ramos lleva una misión específica: acercar a los periodistas con el gobernador. Abrir las puertas a reporteros y medios. Acercar, pues, al mandatario con los maltrechos y ofendidos trabajadores de la pluma. Es una tarea harto difícil pues las heridas hechas por su antecesora a quien enrocó, todavía duelen y arden.
¿Quién es Alberto Silva?
El nuevo encargado de la Comunicación Social del Gobierno es licenciado en Ciencias Políticas y Administración Pública por la UNAM y licenciado en Administración por la Universidad del Golfo.
Ha llevado a cabo cursos especializados en Política Comparada en la Universidad Complutense de Madrid, así como en la GW de Washington, D.C.
Es autor de los libros “El presidencialismo mexicano. Seis ensayos” de Editorial Aldus, y “Semblanza” del procurador José Aguilar y Maya, editado por la PGR. Ha sido subdirector de Publicaciones de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos; subdirector de Información Jurídica de la Procuraduría General de la República y director adjunto del Diario Oficial de la Federación, en la Secretaría de Gobernación.
También fue coordinador de asesores del coordinador para la Participación Social de la Secretaría de Gobernación, coordinador de asesores del senador Fidel Herrera, y secretario técnico de la Comisión de estudios legislativos de la Cámara de Diputados.
Fue vocal ejecutivo del Centro Estatal de Desarrollo municipal del Gobierno del estado de Veracruz y director general del Instituto Veracruzano de Desarrollo Municipal. Además, subsecretario de Infraestructura regional de la Secretaría de Desarrollo Social y Medio Ambiente del Gobierno del Estado de Veracruz, cargo que ocupó hasta el 28 de enero de 2010, así como presidente municipal de Tuxpan (2010-2013).
Carvallo Delfín
Otro fidelista que fue enrocado en lugar de Silva Ramos, fue el mexiquense Jorge Carvallo Delfín cuyo paso político ha sido marcado por el innombrable pues de dirigente estatal del PRI fue diputado por Los Tuxtlas y luego secretario particular del gobernador Duarte. Ahora desde la SEDESOL moverá a su antojo los programas sociales del estado.
En cinco años de la administración fidelista, Jorge Carvallo Delfín demostró ser camaleón en el ámbito político-empresarial.
La carrera meteórica de este político fidelista ha sido sorprendente. A los 16 años se afilia al PRI, según su currículum, en el que indica, nació el 26 de mayo de 1974, en Toluca y en 1990 ya era militante del tricolor. Hizo su carrera universitaria en la UNAM y laboró en el Distrito Federal y en Naucalpan, Estado de México. Por eso, como dato curioso, no pudo votar en Veracruz, cuando era integrante del grupo de campaña de Fidel Herrera Beltrán, por no tener su credencial para votar asignada en esta entidad , cambió su residencia, para votar en Lerdo de Tejada, municipio donde nacieron sus padres.
No es un secreto la similitud de Fidel con Jorge Carvallo, en eso de la pobreza y la necesidad. Carvallo Delfín hizo de todo, desde lavar coches, bolero, pintor, hasta repartidor de periódicos, cayendo finalmente en la cursi telenovela del pobre, muy pobre, se convierte en multimillonario.
Es un excelente empresario, ya que sus negocios han crecido descomunalmente en el rubro del transporte, con una flotilla de tráileres y camiones de carga, además de su aumento en el número de ellos, en tan poco tiempo como funcionario fidelista. Cuenta con constructoras, compañías de fletes y grandes propiedades, dos de ellas, bunkers en Tecolutla, lugar donde vive su mamá. También una asfaltadora en la zona de Papantla, en la congregación del Echiote, municipio de El Espinal, donde obliga a los constructores y contratistas que tienen las obras en carreteras, a que compren el asfalto en su negocio, poniendo el precio a su antojo, impidiendo la sana competencia, monopolizando este material en esa zona.
Jorge Carvallo también designa obras a quien le plazca. Ha otorgado obras cobrando el 15 por ciento a los constructores.
Fue investigado por lavado de dinero y nexos con el narcotráfico, existe una averiguación integrada en una orden de aprehensión otorgada por el Juez Cuarto en Toluca, Estado de México, la cual no surtió efecto porque logró el fuero a raíz de la diputación que consiguió en el Distrito de San Andrés Tuxtla.
Como fidelista, se dicen muchas cosas de él que rayan en lo increíble pues buscando el perfeccionismo físico se operó tres veces la nariz hasta que le quedó respingadita y bonita y es criticado por ser un ferviente religioso católico, y porque gusta integrarse con los militantes gays.
Lo único comprobable es su deseo de ser una copia malograda del negro de Nopaltepec, tratando a toda costa de beneficiarse con este sexenio, ya sea en lo económico o político, traicionando o vendiendo, con tal de tener su vida asegurada, pues lo menos que quiere es regresar a su vida de pobreza. La Sedesol será su porvenir, seguramente.
Por eso y mucho más los enroques de Javier Duarte no tienen importancia para el pueblo porque son los mismos de ayer.
rresumen@hotmail.com
EfACICO 