En Pocas Palabras: Descanse en paz, Paco de Lucía


Por María Elvira Santamaría Hernández

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Por María Elvira Santamaría Hernández, egresada de la Facultad de Ciencias y Tècnicas de la Comunicación de la Universidad Veracruzana
Por María Elvira Santamaría Hernández, egresada de la Facultad de Ciencias y Tècnicas de la Comunicación de la Universidad Veracruzana, desde Coatzacoalcos, Ver.

La salerosa guitarra flamenca de Paco de Lucía, está guardada en su estuche. Su dueño ha muerto este martes en Playa del Carmen, Quintana Roo, a la edad de 66 años.

Al parecer, el virtuoso intérprete se sintió mal cuando estaba jugando al fútbol con su hijo Diego, de diez años, en la playa, según informaciones de El Mundo y El País, de España.

Su mujer le trasladó al hospital, donde al llegar se sentó en una camilla y falleció, posiblemente a causa de un infarto masivo, según las mismas fuentes.

Francisco Sánchez Gómez, que era su verdadero nombre, ha sido el más grande guitarrista flamenco de la era moderna, alcanzado la cima en los años setentas y representando ese espíritu rebelde, con tantos matices, de un país en plena transición política.

Su música, siempre fiel a sus orígenes, se enriqueció con influencias de jazz y de blues, obteniendo numerosos reconocimientos en el viejo y el nuevo mundo.

Abarcó también lo clásico y consiguió extraordinarias versiones de la música de Falla y del concierto de Aranjuez, de Joaquín Rodrigo.

Su vocación le venía de familia: su madre, Lucía Goméz “La Portuguesa” y su padre, Antonio Sánchez, que fue el primero en darle clases de guitarra.

Sus hermanos también eran artistas flamencos: Pepe de Lucía, cantaor profesional ya de niño, y el fallecido Ramón de Algeciras, guitarrista también profesional.

Empezó a tocar la guitarra a los siete años y con tan sólo catorce grabó su primer disco, junto a su hermano Pepe, en el dúo ‘Los Chiquitos de Algeciras’.

Este maravilloso artista, impregnó al mundo del sentimiento flamenco. Las notas de su guitarra destilaron talento, inspiración, pasión y destreza.

Ningún tributo será mejor que escuchar su música. Les recomiendo la interpretación de «Río Ancho».

Descanse en paz, el extraordinario Paco de Lucía.

Hasta pronto.

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