Por Ignacio Oropeza López
Un nuevo escenario político electoral se presentará en las próximas elecciones federales y locales, pues los partidos políticos, que hasta el momento integran sus cuadros dirigentes en forma mayoritaria con hombres, deberán abrirse a la pluralidad ideológica que represeta la paridad de género, esto es, el cincuenta por ciento de sus candidatos a cargos de elección federal y estatal deberán ser mujeres, si es que estamos comprendiendo bien la reforma político-electoral.
En su entrevista con el Consejo Editorial de Imagen, el Senador por Veracruz José Francisco Yunes Zorrilla explicó al detalle algunas de las dudas del auditorio y preguntas que flotaban en el ambiente, debido a que todavía no se conocen a fondo las citadas reformas y se ha registrado una cierta incertidumbre en la sociedad.
Considero necesario ampliarlas.
Por ejemplo, los senadores podrán ser reelegidos por 2 períodos consecutivos, esto es hasta por 12 años, en tanto que los diputados federales hasta por 4 veces, es decir, también un máximo de 12 años. En la práctica, se fortalece la carrera legislativa, lo que redundará en beneficio del profesionalismo en el Congreso de la Unión.
Cierto es que, al igual que en el caso de los presidentes municipales, que podrán ser reelegidos por 2 períodos de 3 años cada uno, existe una cierta resistencia todavía, en primer lugar, porque el sufragio efectivo y la no reelección fueron de las más sólidas demandas de la Revolución Mexicana.
La reelección de los senadores y diputados significa también, en la opinión de algunos analistas, que si obtuviera el triunfo un candidato de oposición , al partido gobernante, posiblemente tendría que batallar con legisladores de otro grupo político mayoritario, y no sería posible aprobar reformas importantes como las que ahora se han aprobado.
Sin lugar a la menor duda, aprobar la reforma para crear un Fiscalía General de la República, como organismo público con patrimonio y presupuesto independiente para sustituir a la Procuraduría General , constituye una vieja demanda de los partidos políticos y algunos sectores de la opinión pública nacional, de manera que la procuración de justicia no dependa del Ejecutivo.
Otra reforma importante es la relacionada con el INE, que será el nuevo organismo electoral nacional, y que sin lugar a dudas, provocará reformas a la legislación primaria y secundaria del actual IFE, y lo mismo sucederá con los institutos electorales de los estados, los que serán supervisados por el INE, y que también contarán con un órgano de dirección superior. Las reformas afectarán también lo relacionado con los tribunales electorales.
Uno de los puntos más importantes, a mi manera de ver, es que la reforma pone límites y fronteras a la llamada propaganda ilegal, por una parte, y por la otra impone barreras para no rebasar los topes de campaña.
Los medios de comunicación en general, y la prensa política, deberán también adecuarse a estos cambios, cuya primera prueba lo serán las elecciones federales del 2015.
EfACICO 