60 Segundos: NADIE ACLARA POR QUÉ FALTAN MEDICAMENTOS


Por Raúl González Riveraissste
Por Raul González Rivera, egresado de la Facultad de Ciencias y Técnicas de la Comunicación de la Universidad Veracruzana
Por Raul González Rivera, egresado de la Facultad de Ciencias y Técnicas de la Comunicación de la Universidad Veracruzana

Las colas son desesperantes.

Los pacientes y derechohabientes conservan la calma tensa, en las filas «indias» les dicen también a quienes esperan, que una empleada, un burócrata mal encarado, regordete, les grite que vengan dentro de ocho días porque no hay medicamentos.
El desabasto no encuentra paralelo.
Nacionalmente el ISSSTE les dice a sus derechohabientes y pensionistas que todo marcha a toda máquina, lo cual es incierto.
Ya transcurrieron tres semanas -lo cual puede resultar en algún caso preocupante- y los medicamentos no llegan a su farmacia, lo que irrita sobremanera a una gran cantidad de derechohabientes, cuyas enfermedades y padecimientos, además de ser muy antiguos, requieren de una atención especializada y del consumo de medicamentos de patente.
El enojo de quienes constituyen el grupo con pacientes en edad avanzada y otros que llegan en su silla de ruedas, es una constante que apena al resto de los derechohabientes, lo cual por cierto suele disfrutar el grueso de burócratas que perciben un sueldo para servir y no mofarse de quienes enfrentan el dolor de la enfermedad y que tienen la necesidad de acudir a las instalaciones de la clínica-hospital local.
Y por otro lado, a la autoridad administrativa de la paraestatal, lo menos que importa es rendir alguna información a sus pacientes, tan sencillo como colocar una serie de avisos en instalaciones hospitalarias en el sentido de que la dependencia quedó sin poder satisfacer la demanda de los medicamentos de patente, que lleva cuatro semanas en espera de éstos y que comprendan derechohabientes-pacientes que no hay dolo ni mala fe con la falta de medicamentos en sus exhibidores y demás, que si el comportamiento de los empleados no tiene otra razón que su impotencia de no poder rendir eficazmente con los derechohabientes, en este caso del ISSSTE.
Empero, los pacientes que reclaman un trato humano se preguntan si por encima de un delegado, máximo cargo de la dependencia en cuestión, hay un funcionario que pueda resolver lo que aquí pareciera un imposible. Más aun, cuando el gobierno federal asegura que sus programas en materia de salud alcanzan a todo el pueblo de México con hospitales, médicos y medicamentos, sin falta.

* LA POLICÍA DISPARA EN
MARCHA POR «EL CHAPO»

Las insólitas marchas de seguidores en favor del empresario hoy confinado en un penal de alta seguridad, concluyeron ayer de alguna forma, cuando unos policías uniformados hicieron disparos contra los manifestantes, enseñando el cobre y echando a perder el ejercicio democrático que supuestamente vive el país de reestreno con el régimen priista de vuelta a la residencia oficial de Los Pinos.
Ya nada puede sorprender a un país, que lo ha tenido que ver y experimentar todo o casi todo.
Aquellos días en que la violencia era vista por la televisión en países como Colombia, se consideraba que jamás llegarían a tierras aztecas.
Menos aun, que el país se entendiera como uno de los estados con cantidades industriales de vicios, adicciones y el tráfico de los enervantes. Jamás nadie en los primeros 70 años del siglo XX lo habría imaginado siquiera.
Quién iba a presumir dos hechos muy significativos en estos días: que «El Chapo», fuera objeto de la protesta pública por parte de paisanos suyos del estado de Sinaloa, para demandar su liberación.
Luego entonces, si la gente sencilla, que no los campesinos ni los obreros, según se puede apreciar en quienes realizan la protesta pública de rechazo al encarcelamiento de «El Chapo» y que un ex presidente de la república, Vicente Fox, exonere de antemano a sus hijastros de los negocios turbios celebrados con Pemex y que haya pedido en repetidas ocasiones la legalización de la mariguana, para que él personalmente se vuelva un fabricante procesándola y llevándola a los mercados del extranjero.
Empero, lo peor que puede ocurrir es que haya balazos en una manifestación y disparados precisamente por elementos de la policía en las calles de Culiacán, Sinaloa. Esto presagia más violencia y el estado se avistaría peor si reprime, acosa, persigue a mexicanos, que como quiera hacen uso de su derecho de manifestarse, como lo hacen, sin saber a ciencia cierta lo que está ocurriendo.
Y que la capacidad de asombro del pueblo de México ha sido rebasada con los acontecimientos sobre todo escenificados durante el último «docenato» presidencial, ni duda.
Por botón de muestra, ya lo ve usted, crímenes levantones, secuestros, acosos, la desconfianza total de todos contra todos, ahora la protesta pública a favor de «El Chapo» y el ex presidente hablando por sus entenados, exonerándolos de negocios multimillonarios realizados al amparo del manto protector que les brindaron a los Bibriesca Sahagún, su padrastro y su mami, la señora Martha Sahagún.

* ARAUCARIAS RENUNCIÓ
AL ORIGEN DE SU CREACION

La avenida Araucarias se convirtió en menos de 40 años en uno de los espacios donde lo mismo se realiza el comercio de las más diversas mercancías y, por otro lado, los católicos tienen una iglesia y la circulación vehicular saca de sus lugares de trabajo y habitación a varios centenares de miles de usuarios cotidianamente.
De cara al desarrollismo de la ciudad -dicho así-, en el gobierno de don Rafael Hernández Ochoa, el INDECO, dedicado a generar la vivienda popular en el país, aquí en Veracruz tuvo una importante participación en el desarrollo de conjuntos habitacionales en diversas ciudades del interior del estado, incluida la capital Xalapa.
Entre sus obras de beneficio para la población civil, se cuenta la construcción del fraccionamiento habitacional de Indeco-Ánimas, colindante con los demás espacios residenciales de la zona, habría de surgir de la instancia popular, en favor de un conglomerado de xalapeños de recursos medios, en un tramo de una zona arbolada, con suficiente aire, agua potable abundante, pavimento en sus calles y viviendas más con algún confort y comodidades.
El sueño de Ricardo Arenas Leetch, constructor del mencionado fraccionamiento de Indeco Veracruz Ánimas, se vio resuelto en la realidad cuando se fincaron las primeras residencias y se prohibía de antemano la apertura de cualquier área comercial.
Hoy día, la sobrepoblación derrumbó el proyecto de tener una avenida estrictamente habitacional.
La mezcla es incuestionada, al lado de una tienda de productos ornamentales, está un consultorio médico, una fonda, un restaurante, una tienda de modas de alta costura y un parque que sigue siendo verde afortunadamente, pero de aquella rúa sólo queda el recuerdo de un excelente proyecto viviendístico elaborado sobre los «restiradores» de los albañiles con título de arquitectos.
Viejas autoridades vendieron sus espacios al mejor postor y afirmaron en su lugar una zona nada halagüeña para una convivencia armónica. Y que por la insensibilidad de los políticos del presente, ha servido para hacer de un área natural, ecológicamente rica, en un espacio complejo, con el hacinamiento que ya hacen presa suya a sus barrios, el parque de recreo y el paso de vehículos con sus chimeneas, perdón sus carburantes, encendidos, enturbiando necesariamente todo un escenario natural que dejó de ser.

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