
Por Raúl González Rivera

Si se confirma que lo dicho por Claudio X. González es cierto, en menudo problema se encuentran los señores diputados y los líderes charros del SNTE que lo autorizan todo, siempre y cuando vaya en detrimento de los académicos, como es el caso aludido, porque la ley educativa de Veracruz difiere de los contenidos de la reforma educativa propuesta por el secretario Emilio Chuayffet Chemor.
El caso es que la ley de educación veracruzana acusa que un maestro que repruebe tres veces los exámenes a que se someterá para su evaluación como tal, quedará posteriormente sin posibilidades de empleo, es decir, será echado a la calle.
En cambio, la ley de educación nacional, en el mismo ejemplo, refiere que la misma aplicación de exámenes, tres para ser concretos, a los docentes les seguirá brindando empleo en sus respectivas plazas, pero aquellos que reprueben dichas pruebas no quedarán sin su ocupación laboral, sino todo lo contrario, los van a reubicar en las oficinas administrativas del sector educativo federal.
En este sentido, la uniformidad no existe entre ambas legislaciones, que habría sido de primera intención un proyecto semejante y que atendiendo a la jerarquía de las instituciones, tendría que provocar que el legislador veracruzano de inmediato se pusiera a trabajar y consecuentemente poner parejo el piso veracruzano, al que campea sobre territorio nacional, que es concretamente el objetivo de una encomienda presidencial en el rubro relacionado con la educación.
Obviamente, el tema ha levantado enormes polvaredas de dimes y diretes, en los mentideros de la educación y el de los empresarios, como es la firma «México Primero», porque hasta pareciera que los legisladores veracruzanos, además de rebelarse a una disposición federal, se han enfrascado en su negativa de recomponer lo que ya está hecho.
El secretario de la SEV, Adolfo Mota Hernández, soslayó las diferencias existentes entre Veracruz y los legisladores federales, diciendo textualmente: «sin comentarios, la ley ya fue aprobada».
Si no hay correcciones, Veracruz igualmente estaría haciendo eco de su soberanía y de no sometimiento al tantas veces señalado federalismo, sobre todo en las acciones públicas de los sexenios del más puro priismo populista de los años sesentas y setentas. Empero, comienzan las apuestas para saber quién realmente gana en este cruce de fuerzas entre la federación y las instituciones públicas veracruzanas, entre éstas la mismita legislatura estatal. Esperemos.
* VUELVE LA INDIGENCIA
AL CASCO HISTÓRICO
Vuelven los indigentes a tomar las principales calles de la ciudad.
Se creía en algún momento que el fenómeno ocurrió en un sólo trienio, pero no es así.
La vieja costumbre, o por lo menos que ocurre en los últimos veinte años de manera repetitiva y constante por parte de un numeroso grupo de niños y niñas, adolescentes y hombres de edad que salen a la calle para solicitar la limosna.
En un país de pobres, es lo más socorrido por parte de aquellos que no encuentran un espacio en donde desarrollarse y ganar el sustento cotidiano, el personal de esos seres en desgracia y por supuesto de los demás descendientes de aquellos que salen a la arteria pública para robar, asaltar y demandar el apoyo de los demás a través de la limosna, que en estos días también el mayor número de personas se niega a brindar.
La indigencia toma nuestras calles de día y de noche. Pero ahora son una mayoría de mujeres jóvenes cargando en su rezago a sus pequeños hijos y por las noches niñas y niños venden flores en los cafetines y antros, argumentando que sus padres los envían a solicitar la limosna de rigor, porque en sus moradas no hay que comer, no hay dinero y sus progenitores carecen de la menor preparación para hacerle frente a las exigencias sociales.
Hay quienes aseguran que la llegada de menores de edad a la ciudad, se ha multiplicado sobre todo en los últimos meses.
La ley laboral y todas aquellas que deben ver con la formación de los menores, son pasadas por el arco del triunfo, tanto de autoridades públicas, como de cualquiera otra agrupación, sociedad, asociación y las siglas que dicen que están viendo por los menores y los jóvenes sin nada y especialmente de aquellos que deambulan en nuestras calles demandando la limosna que en días como estos también escasea y encarece.
La indigencia carece de colores y nombres, porque igual, los pedigüeños son de todas las edades y aunque hay siglas que insisten en que ven por los menores, es la hora en que nadie las conoce ni identifica.
Sobre la calle de Enríquez, en sus esquinas, una vez que caen las primeras horas de la noche, el grupo de pedigüeños asume como suyas las calles para realizar sus operaciones, diversos grupos venidos sobre todo de las rancherías y poblados serranos, según se advierte por su escaso hablar en el idioma español y las vestimentas desgarradas que suelen lucir.
Lo cual discrepa sobremanera con la ciudad de las flores, la Atenas veracruzana y el asiento o sede de los tres poderes estatales y del mayor número de centros escolares y de enseñanza universitaria sobre la entidad veracruzana.
* SIGUE PENDIENTE
CASO COLOSIO.
En este mes de marzo se cumple un año más del magnicidio cometido en la persona de Luis Donaldo Colosio, candidato presidencial del PRI a la presidencia de la república.
El acoso de que había sido víctima a lo largo de su campaña política le tenía sin cuidado al egresado del Tecnológico de Monterrey.
No quiso escuchar la conseja que le rendía su progenitor, don Luis Colosio Fernández, pues veía como un espejismo un atentado.
Era cierto que el presidente Carlos Salinas de Gortari ninguna reacción en su favor habría acometido en el tiempo que duró la pesquisa para atrapar a los culpables, que en su caso jamás cayeron en las redes de los tribunales judiciales. El Mario Aburto que está en la cárcel no es el que disparó su pistola sobre la humanidad del candidato a la presidencia de México. Esto también lo diría contundente el político de oposición Heberto Castillo, único mexicano, veracruzano de nacimiento, químicamente puro ideológicamente de este país, en la historia contemporánea.
Los que estaban viendo la imagen bonita transmitiendo su programación acostumbrada, de momento hubo que suspenderla para llevar sus cámaras hasta Lomas Taurinas, en donde un solitario pistolero, se dijo, había disparado con su pistola tres balazos que impactaron en la humanidad de Luis Donaldo Colosio, acabando igualmente con una de las pocas ocasiones en que realmente el PRI habría conseguido el cambio y su modernización.
Cuando se han cumplido ya poco más de dos décadas del bárbaro atentado, las dudas siguen pendientes de resolverse. ¿Quién mató realmente a Colosio?…. Y algo más, quiénes o qué personajes de la vida pública en este país ordenaron la ejecución, que llevó a la presidencia a Ernesto Zedillo Ponce de León, en el momento menos esperado en la vida de dicho personaje.
Porque entre lo que dijeron las autoridades policiacas y judiciales de aquella época y el atentado, así como los mexicanos, que al momento de suceder el evento avistaron las imágenes del crimen, jamás han quedado satisfechos y, por ende, éste seguramente sigue siendo un caso para futuras pesquisas, si en verdad se busca la verdad, porque ahora se sabe que existen indagatorias que continúan vivas o realizándose a propósito de este salvaje ataque que segó la existencia del político-esperanza, porque en aquel momento el país cambiara.
