Escenarios: De plano, el campo no es para el campo


Por Francisco Blanco Calderóncampesinoymaiz

Por Francisco Blanco Calderón, egresado de la Facultad de Ciencias y Técnicas de la Comunicación de la Univrsidad Veracruzana
Por Francisco Blanco Calderón, egresado de la Facultad de Ciencias y Técnicas de la Comunicación de la Univrsidad Veracruzana

Momentos. Declaraciones. A lo largo de tres años. Discursos semejantes, iguales, idénticos: quizá porque los escribió el mismo “discursero” pero, hay reglas para quienes redactan, escriben, proponen discursos, recordemos el caso de Fernando Gutiérrez Barrios, nunca leía, decía, declaraba, lo que sus asesores proponían. Siempre corregía, cambiaba, modificaba. En el caso de Javier Duarte no ha sido así. Claro hay de asesores a asesores. Como de Gobernantes a Gobernadores. Es decir estadistas a administradores.

Aquí ¿en Veracruz? Javier Duarte en campaña, en el 2010: “se reunió con campesinos de Abasolo del Valle, municipio de Playa Vicente, y El Tepache, de Jesús Carranza, donde habló del desempleo y la marginación, de la falta de apoyo para los sectores productivos, campesinos y clase trabajadora en general; criticó que el 53 por ciento de los veracruzanos viven con penurias económicas debido a que los salarios no les alcanzan” ( Luz María Rivera, La Jornada Veracruz). Después, en el 2013 Javier Duarte de Ochoa, “indicó que el campo mexicano es el pilar del desarrollo del país, expresó que Veracruz ocupa el segundo lugar en producción nacional, luego de que abarca el 8 por ciento del valor de la producción del sector primario a nivel nacional. Cuando un año antes en el 2012, diseñó un Plan Maestro de Desarrollo Agropecuario: Ambicioso, este proyecto, animó a un monopolio de productos pecuarios que incluía el impulso de corrales para la crianza masiva de bovinos de doble propósito: explotación láctea y cárnica. La idea era criar las vacas, explotar la leche que se envasó y se vendía con éxito en la región, operar un rastro propio que permitiera comercializar los cortes de los vacunos y venderla en sus propias carnicerías. Arriesgada –por decir lo menos- la idea incluyó la siembra de maíz para producir el alimento con que habrían de criar a los animales. Crear un monopolio productivo; cerrar la cadena agropecuaria y hacerlo para un mercado local, regional y nacional…nomás para empezar. (Javier Duarte y el campo veracruzano: evitemos el llanto. José Luis Ortega Vidal)

Mientras en el 2011, “Expresó su orgullo porque en estos trabajos se haya tocado el tema de nuevas alternativas de ocupación en el campo, como la producción de biocombustibles y otras energías limpias, pues el desarrollo pleno del campo y sus comunidades es la solución a muchos de los desafíos de Veracruz y de todo México y la estabilidad social de la nación pasa por el mejoramiento progresivo del sector rural. “Un campo productivo, con gente arraigada a su tierra y con la certeza de que podrán sacar adelante a su familia, es la asignatura pendiente de muchas décadas de rezago y marginación. Nunca más ser campesino debe ser sinónimo de pobreza, sino de esfuerzo y prosperidad, y la oportunidad de tomar un nuevo rumbo está en manos de nuestra generación” (SDP Noticias)

Finalmente este año: El campo representa una de las grandes fortalezas de Veracruz y en 2014, al lado del Gobierno de la República y en alianza permanente con productores y organizaciones campesinas, impulsaremos acciones para elevar la productividad agrícola, acuícola, ganadera y pesquera para contribuir a la soberanía alimentaria del país. (Crónica).

Pero en realidad, Veracruz padece el total deterioro del campo, la ausencia absoluta de jóvenes al trabajo productivo, la importación constante de productos del extranjero, el sometimiento a los grandes almacenes trasnacionales, la complicidad con grandes empresas para saquear la riqueza nacional y lo peor arrodillados a los medios televisivos monopólicos, llamados ahora preponderantes, para inducir el consumo desmedido de alimento chatarra, en el hogar, en la escuela, en la calle. Todo en complicidad con autoridades federales del ramo, con las uniones ganaderas ávidas de ingresar al poder político, sometidas al 2% de ganaderos cuando sobreviven gracias al 98% de productores pequeños, las asociaciones de productores amañadas, los alcaldes “emputecidos” y sobre todo los partidos políticos, pactados en la miseria de acabar con la Nación.

A nivel nacional “no se cantan mal las rancheras”, el centro de atención ha sido el campo, el desarrollo agropecuario, los alimentos, la justicia-injusticia al sector más castigado por el TLC. Mas ofertado por Salinas de Gortari al Bush padre. Mas hundido por el fenómeno de la globalización.

Las trasnacionales se han apoderado el producto, del trabajo, del espacio de millones de mexicanos expulsados como migrantes, obligados a emplearse como obreros siendo campesinos en las factorías colindantes, sometido a la pobreza extrema para consumir Cocas, alcoholizarlos, comprar huevos de granja, alimentarse de papitas, chicles y fritangas televisivas. Esa población ausente del éxito, extraviada de posibilidades de crecimiento personal, equivocando del rumbo del “mexican dream” pero fervoroso del “american dream”.

México decrece constantemente. Tiene treinta años sin alcanzar tasas del PIB mayores al 2%. Ha privatizado todo, ha negado siempre ser el causante del fracaso económico de un país que posee todo. Culpa a factores externos su incapacidad. El PRI y el PAN juntos ahora con un PRD prostituído se declaran salvadores del neoliberalismo salvaje que padecemos. Paco Ignacio Taibo II ha dicho el neoliberalismo es una mierda, pero el neoliberalismo a la mexicana es “la caca de la caca”. La corrupción los distingue. La inmunidad los protege. La incapacidad los identifica. Perversión, abuso, exceso lo hemos padecido durante más de tres décadas.

Pero el problema del campo sigue vigente, empobrecido, saqueado por trasnacionales: Monsanto, Cargill, Gamesa, Bimbo, Bayer, PHI México, Nestle, Dow Agroscience, Syngenta Agro, Bunge, Coca, Pepsi, entre otras, tienen en su poder la producción y comercialización de los alimentos mexicanos. El mercado nacional en manos de trasnacionales significa la pérdida de soberanía alimentaria. Pero además Odebresh, Granjas Carrol, mineras Canadienses y todas las que se “apunten” para el saqueo del petróleo, el gas, el oro, la plata, el agua, anular los arrecifes marinos, hasta los ríos y mares. Todo para ellos.

Bush padre condicionó el TLC hace veinte años para hundir el campo mexicano a cambio de compra indiscriminada de productos agropecuarios. A partir de ahí México consume mas del 65% del productos extranjeros tiendas como COTSCO, WALMAR, SAMS, y las disque mexicanas como la Comer, Chedraui, Soriana todas ellas venden todo del extranjero:; pescado, carne, arroz, azúcar, leche, agua, frijol, verduras, naranjas, limón ( hoy como nunca), tomate, rábano, pepino. Todo.

Dicen que es producto de la globalización. La globalización se entiende como una nueva fase de la internacionalización del capital dirigida por el capital financiero y las empresas transnacionales globales, caracterizada por “la unificación de los mercados financieros internacionales y nacionales en un circuito único de movilidad del capital, el comienzo de la integración multinacional de las grandes corporaciones transnacionales de diferente base nacional, la constitución de bloques comerciales y regionales y el comienzo de la coordinación permanente de las políticas económicas de las grandes potencias capitalistas” (Alejandro Dabat, “La coyuntura mundial en los noventa y los capitalismos emergentes”, Comercio Exterior, vol. 44. núm. 11, México, noviembre de 1994).

Sin embargo el problema real persiste: “La competencia alimentaria en escala mundial no reside en las capacidades productiva y tecnológica de cada país, sino en la de los gobiernos para otorgar subsidios que permitan a los productores soportar precios deprimidos y, a pesar de ello, incrementar la producción… a partir de los años noventa se instauro una nueva forma de dominio de las trasnacionales agroalimentarias sobre los productores rurales sustentada en la estructura económica mundial. Los alimentos básicos como cereales, los granos forrajeros, las oleaginosas, los productos cárnicos, lácteos, aves y huevo, ingresaron al dominio de las industrias alimentarias mediante el mecanismo de control e los precios internacionales y la apertura den los países subdesarrollados. Por su parte los cultivos dinámicos de exportación como las flores, frutas y hortalizas, fueron impulsadas por empresas trasnacionales a través del control de los canales de comercialización y distribución” (Blanca Rubio, UNAM).

El campo mexicano está olvidado desde hace algunas décadas, principalmente desde el comienzo del proceso de industrialización.

Cabe mencionar, que antes de iniciarse dicho proceso, el campo era uno de los sectores de mayor importancia en el desarrollo económico del país, más sin embargo, con el paso del tiempo se le ha dado prioridad a otros sectores, en especial a la industria y, actualmente se apoya al comercio exterior y al sector de bienes y servicios; perjudicando la producción del sector agropecuario. LO DICEN LOS ESPECIALISTAS.

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