

El ejercicio del viejo oficio de la prostitución, entendida ésta como la venta de favores sexuales, en Xalapa encuentra uno de sus más amplios negocios, pero también expuesto, debido a la ausencia de una zona de tolerancia que en los países más avanzados es parte de su sistema de vida social y pública cotidiana.
Lo que para las gentes de buenas costumbres, amigas de la vela perpetua y fanáticos de cuanta religión existe en el mercado de la fe, está mal; la práctica sexual, a cambio del dinero que sexoservidoras y sexoservidores ofertan, se ha ido ampliando a espacios no inverosímiles, pero que se constituye, por lo que entraña, en un riesgo para la salud pública.
Hoy la oferta de favores sexuales se da en las redes sociales con una mayor profusión. La hay para los diversos sexos y las tarifas van desde las más accesibles al bolsillo del común, hasta las más elevadas, porque también las clientelas pueden ser muy exigentes y dicha práctica entraña una diversa gama de eventos, según reza la orientación que se hace paralelamente a dicha oferta.
Sin embargo, la ciudad capital nunca ha tenido realmente una zona de tolerancia y mucho menos que se encuentre vigilada por las autoridades sanitarias.
En los tiempos del gobernador Fernando López Arias, según se cuenta en esos linderos, operó una zona de alguna forma en lo que hoy es una unidad habitacional, colindante con la calle de Pípila. Allí operaban cantinas, centros nocturnos y en algunos ejemplos el tradicional cabaret, todos de mala muerte, sin ningún control, salvo las gratificaciones que debieron pagar sus explotadores a los inspectores del ayuntamiento municipal de Xalapa y a los agentes sanitarios del sector salud.
El ex alcalde Armando Méndez de la Luz enfrentó a los grupos mafiosos de hace poco más de 20 años, prohibiéndoles tener las puertas abiertas de los lenocinios después de la una de la madrugada.
Sin embargo, ningún gobernante ni autoridad edilicia contuvo el crecimiento de este fenómeno que es social, económico y sexual, hasta lo que hoy día puede inclusive combinar con la trata de personas, la explotación de menores de edad y que, en este sentido, incluye a mujeres, hombres, homosexuales, lesbianas y el resto de cuantos practiquen diversos actos de carácter sexual.
Se cuenta que sus consecuencias son mayúsculas, en el ámbito de la salud pública sobre todo, habida cuenta que el viejo oficio ha crecido desmesuradamente, porque ahora se ha visto incorporado con nuevos grupos, como es el de estudiantes y otras y otros profesionales, que combinan sus actividades con la venta de caricias, se dice, cada que se asumen el tema en las oficinas del sector púbico, sea el de salud, como el que impone las contribuciones fiscales.
* NO AL DEDAZO EN
ELECCIONES DEL PRI
Los jarochos, como siempre, han enderezado fuertes baterías en contra de su dirigencia estatal, para el caso de que se proponga esta última designar por dedazo a su próximo secretario o presidente del comité municipal del ex partidazo, en la sede del puerto de Veracruz.
Sugieren, sobre todo los jóvenes que radican en el vecino puerto de Veracruz, que se trata de romper con los viejos moldes de la burda imposición. Hay que recordar que los porteños se reservaron de ser abiertamente simpatizantes del ex partido aplanadora.
El común de avecindados en el ex primer puerto de México, lucieron porque gozaron de independencia absoluta en relación al resto de pobladores del resto de la entidad. Los abogados Arturo Llorente González, Juan Maldonado Pereda, el propio Mario Vargas Saldaña, fueron candidatos en su momento cuestionados, pese a tener arraigo entre sus paisanos, así que sus votos no fueron cuantiosos ni saturaron las casillas electorales.
Así que en este momento, ante la dirigencia estatal del ex partidazo, se pronuncian porque dejen a los porteños elegir a su satisfacción la nueva directiva municipal en el vecino puerto de Veracruz.
Los jarochos se dicen estar hasta el asco, de tanta imposición.
En el pasado no remoto, inclusive, salvaron el asunto cancelando su voto en favor de socios priistas en elecciones municipales, dando lugar a la sucesión con abanderados panistas.
No consienten en el puerto, tierra nativa del poeta Salvador Díaz Mirón, que en la sucesión del mes en curso vaya a ser un personaje impuesto desde el centro su encargado de dirigir las acciones partidarias locales. Ya se lo dijeron a Elizabeth Morales García, no reconocen siquiera la idea volver a un pasado, al que hace mucho también renunciaron.
Los jarochos, de hablar característico, suelen dar su respaldo al líder dicharachero, bromista y con las notas de la música tropical acompañándoles en su peregrinar por las calles y avenidas del puerto, que además alberga en su territorio al importante e histórico Fuerte de San Juan de Ulúa, palacio de numerosos festejos patrios y políticos de corte nacional, cárcel de los adversaros políticos que igualmente allí mandó confinar el presidente-dictador, el general Porfirio Díaz.
* EL DESEMPLEO DE
PROFESIONALES
Nacionalmente, el 56 por ciento de los egresados de escuelas y facultades dependientes de la universidad, pública y privada, enfrentan serios problemas y obstáculos para desempeñarse en su ejercicio.
Autoridades de educación sugieren que se trata de profesionales que deben buscar ser creativos, para poder obtener un espacio de ocupación laboral.
Tienen que inventar y generar proyectos, porque de otra suerte las fuentes de ocupación laboral se cierran.
Las carreras tradicionales están saturadas. Y en su ejercicio los espacios difícilmente se abren, como es el caso de las instituciones hospitalarias y clínicas, que se cierran a los especialistas y el grueso de médicos generales, tan sólo porque las plantillas burocráticas están repletas y éstas se multiplican conforme pasan los días y los años.
Lo que ocurre nacionalmente, en la provincia mexicana ocurre de manera semejante.
La cantidad de jóvenes tocando a las puertas de las empresas y las oficinas burocráticas se muestra ascendente con las implicaciones que impone la negativa a dar ocupación laboral a seis de cada diez egresados de las universidades pública y privada, que para el caso los resultados son los mismos.
Los posgrados ya no garantizan ninguna posición laboral. La sola titulación universitaria afronta riesgos mayores. Originalmente, se supuso que los expertos en las ciencias tecnológicas llevarían la delantera, empero, hoy día no es así.
La falta de empleo se da en todas las asignaturas profesionales y en algunos casos, inclusive, hay las carreras que complican su ingreso en aulas, porque tienen como oferta un número determinado, infinitamente bajo frente a la cifra de demandantes de empleo en días como los actuales. Autoridades de las instituciones universitarias demandan que los nuevos profesionales denoten, además, creatividad, talento, vocación y una cultura general, lo cual en la mayoría de los ejemplos es imposible de ubicar.
Lo que sí es cierto, que nuevos profesionales encuentran más accesible acomodo en el taxi, el restaurante como meseros, garroteros y cocineros y que, por otro lado, abogados, médicos, contadores públicos y profesores normalistas buscan una ocupación en lo «que caiga», lo que acarrea frustración y desencanto primeramente en quienes quemaron pestañas ocho semestres, bajo un programa de estudios que se considera actualizado, pero el cual fue cancelado en los Estados Unidos de Norteamérica desde el año de 1959.
