Texto y Diseño gráfico de Mario Jesús Gaspar Cobarrubias

Felicito a todos mis colegas maestros y profesores, que cada día están en el difícil campo de batalla que es instruir al prójimo: un impulso noble, que casi siempre es de vocación, se nace y se muere con él. Pues billones son expertos en lo que hacen, pero saberlo enseñar, trascender y dejar huella en sus estudiantes o discípulos, recibiendo con cariño y humildad el añadido de MAESTRO a su nombre, solo una minoría lo consigue. Gracias a todos los que fueron mis alumnos y ahora también son maestros, por haber confiado en mi para instruirles en alguna de las diversas artes y ciencias que aprendí en el Largo Camino
