¿Qué está pasando?: Eugenesia


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¿Estamos en las luces de una nueva raza, aunque sean políticos?

Por Gonzalo López Barradas

  Por Gonzalo López Barradas, egresado de la Facultad de Ciencias y Técnicas de la Comunicación de la Universidad Veracruzana
Por Gonzalo López Barradas, egresado de la Facultad de Ciencias y Técnicas de la Comunicación de la Universidad Veracruzana

Muchos pueblos antiguos tenían inquietud por mejorar su linaje practicando el infanticidio. Grecia, por ejemplo, eliminaba a los recién nacidos que eran débiles o tenían defectos físicos.

Los espartanos tenían la costumbre de presentar sus bebés a los ancianos para que éstos los examinaran y decidieran si merecían vivir o tenían que ser arrojados al desfiladero de Taigetos.    Antes las mamás lavaban a sus hijos en vino, orina o agua helada con el fin de determinar su carácter y, en cualquier caso, robustecerlos.

Los romanos también tenían prácticas similares y arrojaban a los bebés deformes desde la roca Tarpeya, situada sobre un extremo del Capitolio.

No fue sino hasta el siglo XIX, cuando la eugenesia fue reconocida como ciencia.

Las ideas de Francis Galton (1822-1911) acerca de la pureza de la raza y su posible mejora, estuvieron muy influenciadas por las que tenía su primo, Charles Darwin, sobre la cría de animales domésticos y su selección artificial.

La eugenesia nazi

Estaba dirigida a las personas a las que los nacionalsocialistas definirían como unas “Vidas indignas de ser vividas” entre ellos se encontraban enfermos mentales, discapacitados, homosexuales, religiosos y débiles que suponían un peligro de propagación en generaciones venideras.

La Alemania de Adolf Hitler consideró que la nueva sociedad alemana no podía contener a tales personas, por eso aplicó principios de higiene racial en el darwinismo social, es decir basándose en la evolución social como evolución biológica para que hubiera una raza superior, más hábil y más fuerte. Entre las medidas impuestas eran que no debería haber matrimonios de personas de “razas superiores” con gente de “razas inferiores”. Se creó un programa de esterilización para promover a la ‘raza aria’. Y se aplicó el programa médico denominado Aktion T4. Se trataba de eliminar a los indeseables.

Pero no sólo en la Alemania nazi se llevó a cabo este programa sino que también en otros países como Estados Unidos, Australia, Reino Unido, Noruega, Francia, Finlandia, Dinamarca, Estonia, Islandia y Suiza que promovieron la esterilización masiva de gente señalada como enfermos hereditarios durante la primera mitad del siglo XX.

 

Avances de la eugenesia en nuestros tiempos

Monsanto es un producto de la élite bancaria para envenenar el agua y los alimentos, para enfermar y esterilizar a la población con el propósito de la eugenesia.

Todo está escrito en el libro “Ecosciencie”, del zar de la ciencia de La Casa Blanca, John. P. Holdren, donde se habla de un estado totalitario global para llevar a cabo la esterilización forzada.

Además  enseña métodos y sistemas escondidos para esterilizar a la población a través de vacunas, el agua y alimentos. Y resulta que ese libro ocupa todos los titulares de los diarios de todo el mundo. Se lo presentan a los lectores como si fuera algo bueno porque el 90% de los alimentos de los supermercados tienen compuestos químicos y tóxicos para la salud, y todos estos venenos fueron aprobados por gobiernos corruptos.

Cito algunos ejemplos como el Aspartamo de Monsanto (endulzantes artificiales no calóricos como la Diet Coke con azúcar regulada para la salud en aquellas personas que quieren bajar de peso) que produce leucemia y otros malestares en todos los refrescos gaseosos, edulcorantes y golosinas, plásticos de Monsanto, comúnmente utilizados en la plastilina, básicamente un tipo de silicona en las carnes pero también en muchos otros  “menús” procesados pre-cocidos y otros alimentos. Este producto produce ataques cardíacos entre otros problemas.

Una pregunta: ¿Qué efecto pueden producir en los seres humanos estos productos?

Respuesta: existen cientos de estudios científicos certificados que Monsanto, Syngenta y otras corporaciones biotecnológicas como Cargill producen “comida” tóxica que destruye los órganos humanos, induce a la esterilidad, cáncer, tumores, resistencia a los antibióticos, deterioro del sistema inmunológico, etc., Procter & Gamble incluye transgénicos de algodón de Monsanto en sus productos de higiene personal y alimentos para mascotas. Estudios realizados en Alemania, La India y Estados Unidos demuestran que el algodón OGM produce abortos espontáneos, esterilidad y muerte. Además los cultivos de Monsanto están exterminando a las abejas, los murciélagos y las mariposas y otras muchas cosas.

Todo esto tiene un propósito que es el de la despoblación global. La cultura de la muerte está siendo impuesta por las familias que consumen este tipo de productos.

Seguramente en un futuro cercano, la ingeniería genética  podrá darnos la oportunidad de que podamos decidir cómo queremos ser. Tomando en cuenta nuestro estilo social de vida  y los miles de anuncios comerciales que vemos y oímos todos los días. Recomiendo ver  la excelente película: “Gattaca” (l997).

 

Eugenesia para políticos

En México practicar esta ciencia con el fin de encontrar un modelo perfecto de mexicano, estaría cañón. Aquí en Veracruz, aunque sin proponérselo, o a lo mejor sí, varios políticos y funcionarios han estado practicando esta ciencia. Por ejemplo Jorge Carvallo Delfín  se operó la nariz y se ve de película. La diputada Ana Guadalupe Ingram Vallines, se ha hecho varias cirugías plásticas y hasta se cambió de nombre en dos días, ahora se llama Anilú. Gerardo Buganza, con eso del cáncer de piel, luce con un rostro diferente. Otros más se han restirado la cara y ya no tienen papada. Alguien más ya acabó con la calvicie y las canas.

Para los negritos, como Erick Lagos, secretario de Gobierno  no hay remedio. Elizabeth Morales, ya no tiene el cabello rizado sino lacio. El único que sí tomó en serio el bienestar para su salud fue Antonio Nemi Dib, que se propuso bajar de peso y  logró, con esfuerzo ejemplar darle otra fisonomía a su cuerpo. El general de cinco estrellas Arturo Bermúdez decidió que se ve mejor con uniforme y ha cambiado su figura. La exvocera del gobierno cambió su rostro, ahora ya no se le ve amargada ni frustrada. Su maquillaje es sobrio y no adusto. La lista es interminable pero no podríamos dejar fuera al alcalde Américo a quien ya se le está cayendo, poco a poco, su cara acartonada. En fin, ¿estamos en las luces de una nueva raza, aunque sean políticos?

rresumen@hotmail.com

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