Por Francisco Blanco Calderón
“Pensemos precavida y precautoriamente que el México bronco, violento, mal llamado bárbaro, no está en el sepulcro; únicamente duerme. No lo despertemos porque todos seríamos derrotados.” Jesús Reyes Heroles, el republicano, el único honesto, de su familia.
Otra: Maquiavelo “son muchas las cosas que desde lejos parecen terribles, insoportables, extrañas y cuando te acercas a ellas resultan humanas, soportables, familiares; y por eso se dice que son mayores los sustos que los males”.
Una más: Winston Churchill, ese Maquiavelo británico y contemporáneo, aseguraba que “el político debe ser capaz de predecir lo que va a pasar mañana, el mes próximo y el año que viene, y explicar después por qué no ocurrió”. ¿Así lo harán aquí’.
Para que vean ese aquí, se dijo: Laura Gómez: “La imposición abrupta de la reforma laboral neoliberal no es aconsejable por razones políticas, económicas, culturales, sicológicas, jurídicas e históricas, pues se corre el riesgo de que se convierta en el detonador de grandes movimientos sociales, el despertar del México bronco y, posiblemente, el inicio de una tercera revolución social, advirtieron especialistas laborales y académicos”.
Pero aquí las condiciones socioeconómicas y políticas en nuestro país, en la actualidad, están tentando despertar al México Amargo que vaticinara el gran periodista veracruzano Manuel Mejido. Ese México violentado por las injusticias sociales, por la impunidad descarada, por una corrupción perfeccionada son cada vez más cínicas.
Las movilizaciones de la sociedad, harta del saqueo de los recursos naturales, de la destrucción del medio ambiente, de las leyes que autorizan la depredación, de las medidas modernizadoras de políticas fiscales absurdas, de la intermediación en la contratación de personal vía el outsourcing, de la pérdida despiadada del valor adquisitivo del salario, del raquítico y criminal ajuste al salario mínimo, de la complicidad desmedida con sindicatos aliados y beneficiados de limosnas millonarias, de todo eso más lo que se acumula día a día con estos gobiernos neoliberales, insensibles, ladrones e ineficientes.
En Estados unidos, en ciudades como Chicago, Nueva York, Boston o Houston, los empleados ya se hartaron de las condiciones laborales de miseria de Wal-Mart, Subway, Burger King, Mc Donald. 15 dólares la hora, por ocho horas, cerca de 45 mil al mes. Cuando aquí en México los salarios, en esas empresas de comida rápida, no rebasan los tres mil mensuales con horarios que atentan al derecho laboral.
La toma de la presa Yuribia, no fue por capricho ni jalada izquierdosa. La toma fue por supuestas imposiciones en supervisión y delegaciones escolares en la sierra de Tatahuicapan, además del rechazo a la reforma Educativa.
Las protestas por las hidroeléctricas veracruzanas, en el Naranjal, Jalcomulco, la Antigua, han sido por los excesos de las empresas trasnacionales coludidas con el gobierno local.
Ante la ampliación portuaria se acrecienta el rechazo a la devastación Los inconformes, entre especialistas, ambientalistas, biólogos marinos, buzos y la comunidad académica, quienes argumentan que la modificación del poligonal destruirá el ecosistema en más de 52 mil hectáreas; por ello han propuesto ampliaciones alternas como en el vecino puerto de Alvarado, a lo que la Administración Portuaria Integral de Veracruz (Apiver) se opuso sistemáticamente con apoyo de la Semarnat y la SCT.
Así mismo, ese proyecto modernizador no solo destruirá el sistema arrecifal sino el banco de piedra basáltica en Balzapote que alberga complejos ecosistemas en la región de Los Tuxtlas.
Las madres en distintas entidades del país, hartas de la ineficiencia en la búsqueda, rescate de familiares y captura de delincuentes del crimen organizado u organizaciones criminales de casa, han salido a las calles en Sinaloa, Chihuahua, Morelos, Tamaulipas, Coahuila, Nuevo León, Guerrero y Veracruz. Unas de ellas han sido asesinadas por avanzar en la investigación por su cuenta. Otras amenazadas. Otras agredidas y violentadas o violadas.
Ayer, en Veracruz, jóvenes universitarios, fastidiados de la ineficiencia, ineficacia del estilo de gobernar del nuevo PRI, lanzaron en redes sociales un maternal recordatorio, en pleno diez de mayo, al promotor de las reformas que aniquilarán a la nación. Y en consecuencia “Estudiantes de la Universidad Veracruzana (UV), denunciaron hostigamiento avalado por Sara Ladrón de Guevara, aseguran, han suspendido a más de 15 alumnos con motivo de la “mentada monumental” del pasado 10 de Mayo al presidente Enrique Peña Nieto” (Cambio digital). Quizá se merezca eso y más.
Mientras tanto el nuevo rector de la Universidad Iberoamericana, David Fernández Dávalos, expresó en reciente entrevista a La Jornada: “Las universidades se han desentendido de su responsabilidad social o sólo buscan formar profesionistas y no ciudadanos. Esa es una anomalía dentro de la vocación universitaria… El teólogo, filosofo, y maestro en sociología diagnostica: “no un asunto de exigencia. Los adultos, viejos y menos viejos, tenemos una responsabilidad muy importante y no podemos delegarla en los que vienen detrás. Es más una expectativa, un deseo.
Pero los adultos somos responsables también del estado de postración de grandes sectores de la juventud o de su vinculación con el crimen organizado o con la migración hacia fuera del país.” Las redes sociales son un recurso de expresión de una juventud en la que “no hay políticas públicas para jóvenes, no tienen alternativas de educación y trabajo. Un porcentaje no puede emplearse ni tiene opciones de estudios. Los jóvenes siempre son generosos, idealistas. Hay que ofrecerles espacios para que esta sensibilidad pueda manifestarse con fuerza” (Rector UIA).
Por fortuna la rectora de la UV se deslindó de medidas represoras a estudiantes.
Y así, jóvenes estudiantes, ambientalistas, luchadores sociales, campesinos, intelectuales, indígenas, religiosos comprometidos, académicos, periodistas salen a las calles a gritar, usan redes sociales para denunciar, toman carreteras para protestar hastiados de las injusticias, excesos del poder, confabulaciones con el capital, abusos de la clase política, omisiones de autoridades eclesiásticas adormecidas, “mala leche” mediática del duopolio televisivo. El recurso final será retomar a Mejido y levantar al México Amargo que se volverá Bronco.
EfACICO 