Payasitos, pedigüeños, cantantes, limpiaparabrisas y vendedores de todo vuelven a tomar el grueso de las calles que integran el casco histórico.
Muchos de éstos son menores de edad, algunos casi niños y de ambos sexos y el resto de cuantos haya hoy día.
El director de comercio del ayuntamiento municipal nada dice sobre este rubro que enrarece el escenario citadino y revela igualmente otra cara de la otrora Atenas veracruzana y que se difunde como una capital cálida, segura y humana. El reverso es más fácil de detectar, incluido el comercio informal y el abultado número de incipientes artistas que toman como suyos los puntos estratégicos de la localidad.
El corazón de la capital se integra de cuatro o cinco arterias públicas, las cuales una vez que caen las primeras horas de la tarde-noche, son asumidas por los tantos veracruzanos desheredados de todo, pero además, sin progenitores, pocos afectos y menos a la consideración y respeto del resto de la sociedad humana.
La comuna municipal adolece de programas que vean por los niños-jóvenes metidos en las mil actividades sin ningún porvenir, pero que además los expone a tener que padecer hambre, abandono, golpes, injustas detenciones y el rechazo del resto de la población.
El resto de las instituciones dedicadas a ver por los mexicanos en desgracia, en realidad nunca han podido dar una respuesta a la flota de indigentes que arriban cotidianamente a la ciudad y que se apoderan de la misma para realizar sus suertes, cometer pequeños asaltos y robos o bien que dedican su tiempo a vender la idea que de esta forma, exhibiendo u ofertando sus pingües productos, están consiguiendo la ganancia que les permita la sobrevivencia de ellos y sus demás familiares.
Empero, la lastimosa imagen que le brindan a la capital del estado, ciudad de las flores o como usted quiera calificarla, no la entienden visitantes y el grueso de gentes dedicadas a las distintas manifestaciones de la cultura, procedentes de otras latitudes del mundo y que de retorno a sus lugares de origen hacen la reflexión en torno a una ciudad con abandono de sus más importantes seres, que son los niños, los adolescentes y los jóvenes particularmente.
* AHORA, LIMPIA PÚBLICA,
PROBLEMA ESTRUCTURAL
El ayuntamiento de la ciudad, a través de su alcalde el señor Américo Zúñiga, califica y bien, que el problema de basura en la ciudad es estructural, porque el asunto se remonta a un largo pasado y faltan camiones, vocación de servicio a quienes realizan dicha faena y, quizá lo más lamentable, que pasaron trienios sin que se haya dado el edil esforzado en prestar a los xalapeños un servicio de recolección de basuras de primera.
Luego entonces, si es estructural, bien valdría la pena que la comuna de turno llamara a ediles y cabildos completos anteriores, para que rindan una información a detalle sobre el tema.
Qué hicieron autoridades del pasado inmediato y mediato del rubro, en qué invirtieron el dinero presupuestado para la limpia pública y en qué se aplicaron las aportaciones que hicieron los contribuyentes de la ciudad, cuando también se sabe que la recolección sigue sin darse en toda la ciudad. Esta actividad se realiza de manera espaciada, en determinadas zonas, y sólo en el centro de la ciudad se cubre la limpia pública todos los días.
El edil principal de la ciudad anuncia que los xalapeños tendrán un servicio de limpia pública de primera, pero en los habitantes de la ciudad surge una interrogante del tamaño de la ciudad: ¿cuándo?
Ya también saltó a la arena de los debates un regidor, quien olímpicamente dijo que deberán ir hasta gobierno federal y enseguida plantearles la problemática que enfrenta la ciudad y después solicitarle la autorización de los recursos suficientes para poder comprar los camiones y el resto de las refacciones, llantas y demás, para su total equipamiento que en este rubro están requiriendo de manera urgente las unidades destinadas al servicio en cuestión.
La ciudadanía cumple pagando sus impuestos, luego entonces se hace merecedora de recibir un servicio, que en las actuales condiciones mantiene a la capital metida en un fétido hoyo de problemas que van desde los técnicos y mecánicos, hasta los gremiales o sindicales, porque el cuerpo edilicio viene padeciendo la constante protesta de los trabajadores, choferes y recoge-basuras de los camiones destinados a este renglón.
Y en ese contexto, por qué no reunirse el Cabildo y demandar que las anteriores administraciones, hasta donde puedan conseguirlo, aclaren y consecuentemente precisen, qué hicieron con los presupuestos en esta materia, porque a decir de los actuales regidores, el servicio de limpia se encuentra realizando sus faenas exactamente igual que hace cincuenta años, esto es, que la compra de camiones no se da desde los años 70 y 80.
* CONSUMIDORES SE
AUSENTAN DE XALAPA
La realidad es espeluznante.
El comercio organizado, y especialmente los restauranteros, se lamentan que en los últimos cuatro meses la disminución de sus comensales o consumidores es una constante que se acrecienta riesgosamente.
Son ya alrededor de doce restaurantes en la ciudad capital que cerraron sus puertas, debido a que la baja en su afluencia de comensales se volvió repetitiva semanalmente y, por otro lado, no hay a la vista la expectativa de que vayan a lograr su recuperación.
La casa pierde, observó un cocinero de una conocida firma expendedora de platillos a base de pescados y mariscos, que habría gozado de una larga presencia y que fue ampliamente reforzada por consumidores locales y otros venidos del resto del país y el extranjero.
Inclusive una fonda famosa por elaborar comida regional, con sabor casero, que no la había en Xalapa desde hace largos decenios, sobre las calles del fraccionamiento que colinda con las avenidas 20 de Noviembre y Rafael Murillo Vidal, cuyas propietarias además son ampliamente reconocidas en el mundo de la música romántica y clásica del tiempo que ya se fue, también cerró sus puertas, siendo uno de sus meseros quien justificó tal medida, porque la baja de comensales la atribuye a la falta de circulante y la ola violenta que mantiene azorada a la capital del estado de Veracruz.
Y como estos ejemplos, otros más sobre la avenida Xalapeños Ilustres, así como la crisis que comienza a asomar en los restaurantes que pertenecen a siglas o firmas empresariales dedicadas a la gastronomía, las cuales confiesan que han tenido que poner en marcha diversas promociones, porque de otra suerte la época de la guayaba se está extendiendo más allá de los dos meses que tradicionalmente registraban anteriormente.
En las calles del centro, los establecimientos dedicados a la gastronomía también se quejan de una baja en la afluencia de comensales, sobre todo semanalmente al arrancar los primeros tres días. Los viernes y sábados se nutre de alguna forma la asistencia, pero los domingos decae nuevamente. Lo cual, a diferencia de anteriores años, refleja una baja sensible en el registro de sus comensales. Sin embargo, las firmas empresariales de corte nacional pueden estar en condiciones de enfrentar la crisis, debido a que en conocidos ejemplos otras casas similares refuerzan sus actividades empresariales en la provincia.
En lo que hace a las fondas, taquerías y demás negocios que expenden la comida chatarra, igual, enfrentan la doble crisis, consistente una en la financiera y la otra debido a los constantes amagos que vienen resintiendo de la ola violenta -porque llegó a Xalapa para quedarse, como observa el diputado David Velasco Chedraui-, lo cual pone contra la pared a cientos de prestadores de diversos servicios a los consumidores, como lo hace constar a través del miedo, la calma tensa y el reclamo para que sean las fuerzas armadas las que resguarden la seguridad en nuestras calles y avenidas. Es todo.
EfACICO 