
Por Raúl González Rivera

Doce comunas municipales se sacaron la lotería.
Les condonarán, así de tajo, 4 mil millones de pesos. Una fortuna que han pagado los contribuyentes y usuarios del vital líquido y que con un borrón y cuenta nueva, los munícipes quedarán sanitos y salvos, aunque por dentro encarroñadas sus administraciones municipales.
La sorpresa la dieron autoridades de gobierno federales, responsables precisamente de vigilar que los recursos que se manejan en el agua no vayan a la cañería del olvido.
Aun con todas las pobrezas y los pesos devaluados, cuatro mil millones de pesos es mucho dinero, que no se vale vayan a quedar en el anonimato.
Se trata de fondos enviados por el gobierno federal para que doce comunas municipales realicen la obra hidráulica que sirva o beneficie a sus habitantes a sortear no sólo la carestía del líquido que consumen –que es muy alto–, sino también a ver por las obras que tienen que ver con la construcción de colectores, la ampliación de redes de distribución y la edificación de plantas para tratamiento de las aguas negras.
Empero, si esto sucede en doce municipalidades, una mínima expresión de los 212 ayuntamientos que se distribuyen a lo largo y ancho de territorio veracruzano, de qué monto estarían hablando autoridades del orden federal, que acaban de descubrir un pastel nauseabundo.
Sin duda, esto quiere decir que hay cuando menos 212 potenciales asaltantes de presupuestos municipales que quedaron sin recibir la sanción o llamado de atención de rigor, en el momento en que se produjo este desagradable desaguisado.
En cambio, las exigencias de contar con agua potable persisten en las doscientas doce cabeceras municipales, porque se anuncia que la temporada de estiaje será un verdadero trabuco, al que sólo podrán abatir numerosos ayuntamientos sólo con la generación de obra hidráulica, ya que, de lo contrario, las propias autoridades del agua refieren que la sequía será bárbara, amén de que en siete años más, la escasez no encontrará símil ni paralelo.
Aunque de momento, allí están los numeritos, hay que esperar a que alguien asuma al toro por los cuernos y lo enfrente con toda la barba y dignidad.
* PRIMERO COMIDA, SALUD Y
SEGURIDAD, ANTES QUE FUTBOL
Insólita, pero cierta. La muestra que están dando los brasileños al resto del mundo es un aviso sorprendente pero válido, porque el país carioca de Lula da Silva no es el que hoy día ostenta la presidenta en turno y los efectos de la pobreza, la inseguridad, la quebrantada salud, el desempleo, están siendo sostenidos de un hilito, cuando el régimen y sus corifeos se solazan anunciando el mundial de futbol.
A nadie del mundillo de los espectadores y asiduos a este espectáculo, cabe siquiera la menor duda de que Brasil y su once son favoritos para conquistar una copa más de las reconocidas como mundiales, en un juego, el de la patada, que igual costará a los brasileños una millonada de dólares.
Cuando Luiz Inácio Lula da Silva, el genial mandatario que elevó a Brasil a linderos que ocupan sólo los países del primer mundo y que en América Latina se convirtiera en cabeza y líder de las expectativas de numerosas naciones de este lado del orbe, obtuvo la sede de su país para la celebración de los juegos del mundial de futbol, la situación de su país era radicalmente distinta, a la que asoma peligrosamente en su territorio de hoy día.
Quizá los mismos y penosos problemas que acompañan a México, Brasil, igual los está confrontando. Hay violencia, hay inseguridad, desempleo, los niveles de educación y salud, que habían ascendido, igual padecen de una caída preocupante, entonces, para engañarse con el futbol, deporte al cual están llamados a cubrirse nuevamente de gloria los costosos jugadores de su onceava, pero a costa del sacrificio en los bolsillos que padecerán seguramente los jugadores.
Obviamente, el ejemplo de esta protesta que se ha generalizado y gana mayor número de simpatizantes todos los días en las calles y ciudades de Brasil, puede generar igualmente alguna simpatía, sobre todo en los países con signos evidentemente semejantes, en donde además el desencanto popular gana la carrera a toda declaración olímpica de que vamos bien, se esté por celebrar justas deportivas.
Los xalapeños, sin grandes simpatías, menos gusto, están por presenciar los llamados Juegos Centroamericanos y del Caribe 2014, evento que, primeramente, a los vecinos que lindan sus casas y patios con la construcción de las villas en esta capital, les ha acarreado males que pueden costarles con las inundaciones en tener que enfrentar las consecuencias en su salud corporal, sus propiedades y la violencia.
La ciudad carece de comodidades y calles y avenidas con los espacios y las zonas para circular con fluidez, amén de que el operativo de las grúas se asentó como una partida de rufianes, listas para el asalto, sin permitirle a la ciudadanía una alternativa que la eduque, la oriente y concientice de no aparcar sus automóviles en las zonas supuestamente prohibidas.
El programa de vialidad 360 resultó un fiasco y un atraco mayúsculo a la sociedad y a los bolsillos institucionales, luego entonces, por qué anunciar que volverá con vistas a dar la bienvenida a las delegaciones extranjeras que vendrán a los JCC.
Lo otro, el comité organizador sigue sin decir cuánto gastará el estado en estos juegos y cuál o cuáles serán los beneficios que les dejarán dichos juegos a los siete millones de veracruzanos que todavía radican en estas tierras. Por favor.
* CUANDO EL PRI NO
GANA, ARREBATA
La máxima de que cuando el PRI no gana, arrebata, pudiera estar llamada a repetir como en 71 años lo hizo el ex partidazo, pero ahora en las municipalidades de Tepetzintla, Las Choapas y Chumatlán.
La amenaza de que hasta en los tres procesos electorales se concentrarán las huestes de Elizabeth Morales, quieren decir mucho de lo que anteriormente se cuenta.
Por qué no permitir que sean los vecinos de esas tres poblaciones quienes elijan a los hombres que mejor consideran para ocupar sus alcaldías municipales.
La gente comienza a percatarse, pero sobre todo los jóvenes, que no sabían en qué consistía la dictadura perfecta del sistema político mexicano, con que la bautizó el escritor Mario Vargas Llosa, y de que el viejo PRI pareciera que está resucitando, pero con las mismas viejas prácticas que lo hicieron perder ante Vicente Fox en el año 2000.
En Tepetzintla, sus habitantes piden al secretario de seguridad pública que retire a su comandante policiaco. Está persiguiendo a seguidores de la oposición al partido tricolor y con ello se lleva al traste, sin duda, al propio instituto político tricolor y la cola de 71 años.
Es cierto que Tepetzintla representa un bastión inmensamente importante, por la página que suscribió el lugar en el rescate del petróleo para los mexicanos, cuando don Lázaro Cárdenas ordenó la expropiación de la industria y echó fuera del país a las firmas que lo habían explotado a placer.
Allí en Tepetzintla, se confirma un episodio trascendente en esa lucha, como fue decirles «fuera» a los gringos que regenteaban la sigla Faja de Oro y otras, que se enriquecieron a costillas y el esfuerzo de los obreros veracruzanos.
Lo suyo ocurre en Las Choapas, en donde se asentaron por largos años los cacicazgos emanados del viejo régimen y, por igual, sus habitantes cansados optaron por asumir decisiones en contrario. No se diga en Chumatlán, en donde ayer se filtró la especie en el sentido de que los guaruras del priismo se aprestan a irrumpir en el proceso en cuestión, para el caso de que sus ciudadanos, como en Las Choapas y Tepetzintla, sufraguen en urnas electorales a favor de los contras al priismo dictatorial, como lo están previendo en el búnker de Moreno y Ruiz Cortines de esta ciudad.
Cierto es que son tres municipios aguerridos, pero no debe perderse de vista que se trata de tierras donde sus ciudadanos las habitan con estricto apego a sus tradiciones, a sus costumbres, y que sin duda conocen plenamente a los hombres que se proponen alcanzar la presidencia municipal en cada uno de sus ayuntamientos.
Empero, la violencia y la inseguridad hacen guiños poderosos a sus habitantes, lo que mantiene en vilo la certidumbre y la práctica de un ensayo democrático. Los dinosaurios del viejo régimen implantaron aquello de que cuando el PRI no gana elecciones, roba las chambas políticas.
En el resurgimiento del priismo en este país, lo aconsejable sería que los tres municipios contaran con la seguridad de que sea cual sea el resultado, lo van a respetar sobre todo los amos, caciques y líderes si los hubiera por allí y que se sigan diciendo socios de un PRI, que en esas condiciones se estaría negando a su propia refundación, como lo habría estado prometiendo la maquinaria en el poder.
La lideresa Elizabeth Morales ha dicho que estará en las tres municipalidades –aunque en extremo distantes una de otra–, lo cual hablaría del poderío financiero que goza la directiva estatal del ex partidazo y, por otro lado, que no cejará el partido en abatir a la oposición que objetivamente es mayoritaria en dos de las tres municipalidades, conforme a encuestas y opiniones de vecinos de aquellos lares.
