Por Luis Velázquez Riveras
•80 reporteros asesinados
•La mayoría, en la impunidad
I

En los últimos diez años han asesinado y/o desaparecido unos 80 reporteros de norte a sur del país.
Ni siquiera, vaya, en los 30 años de Porfirio Díaz Mori, donde, bueno, aun cuando algunos fueron ejecutados, en la mayor parte de las ocasiones eran encarcelados, privados de su libertad.
Incluso, y en los años más trágicos del presidente Gustavo Díaz Ordaz, a los periodistas indeseables les incendiaban sus periódicos y los exiliaban, como el caso más sonado de Mario Menéndez Rodríguez, cuando el gran éxito nacional de su semanario Por qué?
Es más, en el período más sangriento del país con el general Victoriano Huerta de presidente, el asesino de Benito Juárez, la prensa era cooptada por el sobrino de Porfirio Díaz, Félix Díaz, quien soñaba con la silla presidencial.
Lo peor del asunto es que en el caso de los 80 trabajadores de la información asesinados y/o desaparecidos, el clamor general es que tales desapariciones forzadas continúan en la impunidad, salvo casos excepcionales.
En todos los casos se trata, quizá algunas excepciones, de reporteros incómodos para las elites políticas y, bueno, quizá, acaso, también, para los carteles.
En Italia cuando un periodista es asesinado…”lo que salva es una fuerte red de indignación que se activa si alguien toca a un periodista o a un escritor” dice reportero italiano Roberto Saviano (Gatopardo).
II
Todavía hoy en Veracruz, tres años y medio después, las familias y el gremio reporteril sigue esperando el resultado de la investigación en el caso de 10 reporteros y fotógrafos asesinados, algunos decapitados y sepultados en fosas clandestinas y cercenados y tirados con saña a un canal de aguas putrefactas.
Además, claro, de los cuatro reporteros de la fuente policiaca cuyo destino a la fecha se ignora.
Incluso, en México, como en Italia, el argumento ha sido que los trabajadores de la información fueron asesinados porque son mafiosos y cómplices de los mafiosos, y/o en todo caso, porque les inventan un lío de faldas.
En una plática de otro reportero también perseguido con Roberto Saviano plantearon el tema Veracruz.
“En el caso de Regina Martínez (reportera de Proceso), por ejemplo, la mató un conocido, y en el caso de Goyo Jiménez, lo mató un vecino”.
“Y lo quieren hacer como un lío pasional, pero no es así: en el fondo hay algo más. Ambos habían publicado reportajes del crimen organizado. Pero ésta es la forma en que el gobierno desvía la atención”.
Así, y el hecho y la circunstancia de que un escritor y reportero italiano conozca de los crímenes de reporteros en Veracruz resulta alarmante.
En el continente europeo, el nombre de Veracruz caminó con un mal fario, años aquellos cuando la directora de Comunicación Social y vocera era la señora María Georgina Domínguez, y quien nunca, jamás, cabildeó en el gabinete próspero para esclarecer tales homicidios.
Veremos ahora si el sucesor, Alberto Silva Ramos, tuviera espacio y tiempo para esclarecer aquel episodio sombrío de Veracruz.
Por una sola razón: a todos conviene aclarar paradas, antes, mucho antes, de que el juicio de la historia sea implacable.
III
Roberto Saviano, un especialista en los carteles europeos como reportero y escritor, dice: “Yo intenté y sigo intentado construirme una nueva vida; pero es imposible. Me enfrenté con la traición, con la sospecha, con los espías, con el lodo, con el poder político, con la corrupción. Y uno ya no puede seguir siendo lo que era antes”.
Luego, define: “La única esperanza tal vea la unidad internacional de quienes cuenten todo eso, o sea, mexicanos, italianos, portugueses, brasileños, alemanes, etcétera”.
Publicado en: http://www.blog.expediente.mx/nota.php?nId=6629
