
Por Francisco Blanco Calderón

El exauditor superior de la Federación, Arturo González de Aragón, en entrevista con Carmen Aristegui en MVS: “estamos en la política del “agandalle, los gandallas se entienden como las personas malas, abusivas, aprovechadas y ventajosas de la cual está lleno el servicio público mexicano”.
Ahora la corrupción se transparenta pero la impunidad sigue siendo una constante: los casos de Yáñez, Oceanografía, Gastón Azcárraga, Mexicana, los exgobernadores de Tamaulipas, Veracruz, Coahuila, Puebla, Aguascalientes, Tabasco y Oaxaca, así como el caso de Juan José Rojas Cardona, zar de los casinos, y lo peor, Felipe Calderón en su periodo autorizó 239 casinos, pero solo nueve han sido clausurados hoy; los moches de legisladores priistas y panistas a distintos ayuntamientos; el escandaloso e insultante “haber de retiro” de magistrados; las 40 gasolineras de la familia Mouriño y las muchas más del secretario Coldwell, en lo que definió González de Aragón como las siete plagas que azotan al país:
Educación, pobreza, impunidad, inseguridad, partidos políticos, monopolios, funcionarios de gobierno.
Educación, los muy bajos niveles obtenidos en mediciones internacionales en educación básica y media, no es nada comparado con la consciente falta de respeto a la racionalidad de Peña Nieto, quien “ponga” la discusión de las leyes secundarias en materia de petróleo y electricidad precisamente en los momentos álgidos del Mundial de Futbol en Brasil.
Sus socios y cómplices, el duopolio televisivo, saben que el distractor futbolero estará en su máxima expresión en el encuentro Brasil- México.
Televisa y TV Azteca son los auténticos diseñadores de la educación en México. Altos índices de analfabetismo, cientos de miles de mexicanos sin concluir la primaria, los universitarios sin empleo, son indicadores que desnudan la realidad atroz del sistema educativo nacional.
Pobreza, el constante incremento de pobres en el país, la hambruna cíclica, la ausencia total de empleo, la carencia de servicios de salud dignos, eficientes y eficaces, las viviendas mal construidas sin los servicios fundamentales. Hacen que la pobreza se acentúe.
Los programas asistenciales persisten en tiempos electorales, migajas para más de sesenta millones de mexicanos en pobreza. Destinos inmediatos la migración, la prostitución, reclutarse al crimen muy bien organizado, el ambulantaje y la delincuencia.
Impunidad, incestuosa hermana siamesa de la corrupción. México es el paraíso de la impunidad, como son las Islas Caimán en la evasión fiscal.
Desde la lógica política posterior al Lázaro Cárdenas inmaculado, nuestro país ha albergado, protegido, eximido a la clase política en turno de todo, saqueos, entrega a capitales trasnacionales, robos al despoblado, diezmos (ahora moches) millonarios, imbricación al crimen organizado y hacer de su cotidianidad, la organización del otro crimen, el institucional. Impunes todos expresidentes, exsenadores, exdiputados, exgobernadores, exalcaldes, ex, ex, ex, hasta el infinito.
En este país la impunidad es un mérito, un escalón al poder. Todos han sido impunes desde Ávila Camacho hasta Calderón. Todos. ¿Por qué? por corruptos.
Inseguridad, ya lo sabemos, las complicidades entre el crimen organizado y la organización criminal existen lazos, hermanamientos, complicidades que jamás se destruirán, gobierno, cárteles, empresas, bancos, iglesia.
El poder judicial, el legislativo, el ejecutivo son las culebras de la cabeza mitológica de Medusa. Nadie está seguro en este país. Nadie. Ni periodistas, ni alcaldes, ni dirigentes sindicales, ni luchadores sociales es más ni gente del pueblo que nada tiene, pero grita, mienta madres, saca pancartas, atiborra calles. Nadie. Académicos asesinados, estudiantes ultrajados, quien nada tiene, todos hombres, mujeres, jóvenes, niños, todos son amenazados, secuestrados, ultimados.
Partidos, los tres “grandes” son una piltrafa. Cómplices de todo, beneficiarios de todo, hacedores de nada. El PRI, PAN Y PRD han destruido la confianza popular, han envilecido la honestidad, se han convertido en cínicos “aprobadores” de la ley, del saqueo, de la destrucción de una nación.
Los grandotes, como “padrotes” envilecen el ejercicio de la política, se alimentan de mierda, se atragantan de prebendas, de favores, de curules, de espacios políticos, de todo lo que el poder genera.
Monopolios. ¿Qué decir de ellos? Desde Ávila Camacho viven, pululan, se alimentan, depredan, comercian en nuestro país.
Los monopolios son resultado del TLC, de la globalización, son hijos del Banco Mundial y el FMI, destruyeron a Ebron, Oceonogafía, la banca independiente, para dar cabida a otros.
Han anulado países enteros como Grecia, España, Portugal, se quieren devorar a Venezuela, Bolivia, Ecuador, han sometido a México, Colombia, Costa Rica, Panamá.
No han podido con Putin, con China. Viven gracias a la droga de Afganistán, al petróleo de Vietnam, al comercio de Corea. Son víctimas de la sociedad digital.
Gobierno, federal estatal, local, son producto de la misma partera. Violados los conciben. Embarazados los abortan. Pero el sistema los acoge, los protege, los reproduce hasta que mueren, los olvidan o dejan de ser útiles. Son y serán “aves de paso”, caprichos temporales. Pero qué daño hacen a una sociedad adormecida, domesticada, manipulada hasta que el león despierte y devore la mierda.
