Por Jesús Alberto Rubio.
• 5 de Junio: 49 ángeles en la tierra en espera de Justicia.
• Toño Elizarrarás, Cesáreo Suárez y Jaime Varela Salazar, presentes este día en el line up con temas de calidad, ya verá:

Luto: “El Soldadito” ha fallecido a sus 83; Don Zimmer, figura del béisbol de las Mayores por más de seis décadas, primero como jugador de los desaparecidos Dodgers de Brooklyn, luego con los Cachorros, Mets y finalmente como entrenador y asesor de los Rays.
El veterano personaje estaba en un centro de rehabilitación de Florida desde que fue operado del corazón a mediados de abril.
Inició su carrera en Ligas Menores como jugador de cuadro en 1949 para luego alcanzar una de las trayectorias más largas en la historia del beisbol.
Imagine eso.
Su trayectoria fue tan larga que tuvo la oportunidad de jugar para el legendario manager Casey Stengel ¡y todavía ser coach de Derek Jeter!
Jugó para el único equipo campeón de los Dodgers de Brooklyn y formó parte del roster original de los Mets de NY; luego fue manager de Medias Rojas de Boston, a los que por poco llevó a un campeonato en los setenta y fue la mano derecha de Joe Torre durante la más reciente etapa de éxito de los NYY.
Entre sus grandes anécdotas, en el inicio de su carrera, fue golpeado por una recta, y los médicos tuvieron que insertarle tornillos metálicos en la cabeza, de ahí que casi siempre se le veía con casco protector, ganándose de esa forma su mote de “Soldadito”.
Entre sus grandes anécdotas, en el inicio de su carrera, fue golpeado por una recta, y los médicos tuvieron que insertarle tornillos metálicos en la cabeza, de ahí que casi siempre se le veía con casco protector, ganándose de esa forma su mote de “Soldadito”.
Muchos años después, Pedro Martínez lo lanzó al suelo, ya un anciano, durante una trifulca entre los Medias Rojas y los Yankees en el Fenway Park, en plenos playoffs.
Admirado por muchos, el jersey con el número 66 que le gustaba usar a Zimmer fue recientemente usado por Tom Foley, coach de tercera base de los Rays, quien durante el partido de ayer miércoles por la noche contra Marlins de Miami se le vio llorando en el dugout.
ANTONIO ELIZARRARÁS CORONA:
Jesús. ¡que trabajo de Luis Eloy! estupendo y, como dicen los españoles, sin desperdicio. Recordar los inicios del Toro Valenzuela y toda su producción, resulta increíblemente ilustrante para poner a cada quien en su lugar.
Tanaka ha tenido un arranque formidable. pero al lado de lo obtenido por el Toro, los números hablan por cada uno de ellos.
En hora buena por Eloy. Siempre haciéndonos la luz en eso de los números.
CESÁREO SUÁREZ NARANJO:
Mi estimado amigo: Me gusta el entusiasmo con el que Luis Eloy Ramírez Cabrera recuerda a «nuestro» FERNANDO VALENZUELA.
El tema, como siempre, hay que verlo a la distancia, cuando ya «El TORO» dejó – para la historia – muchos logros, que siempre hay que tomar en cuenta. Pero, en realidad, nunca me ha gustado que se le compare – a alguien – con otro jugador, por muy destacado que haya sido. Sea el Pájaro Fydrich, o Gooden, o cualquier otro. Ahora lo están haciendo con la sensación del Yankees, TANAKA.
Pero, no tiene caso. Tenemos, y ya lo sabemos de antemano, a un BETO ÁVILA, que si bien no fue el primero (Melo, Chile, Jesse Flores), si qué dejó «huella» en aquel beisbol. Un Rubén Amaro, que si bien no bateaba mucho, si demostró sus «manos». Y muchos más, que no tiene caso hacer una lista grande (los dos Aurelios, por ejemplo). Y, luego, VINNY CASTILLA, y ahora – aparte de ADRIÁN GONZÁLEZ, los pitchers que están actuando ahora. ¡En fin! Hay mucha «tela», de donde cortar, con todos estos peloteros. ¡SALUDOS!
JAIME VARELA SALAZAR:
Breve anécdota del beisbol de antaño.
En 1955 desapareció la Liga Arizona-Texas y empezó la Arizona-México, en donde participaron 8 equipos: Nogales, el pueblo minero de Globe-Miami, Az., el combinado Bisbee-Douglas,Tucson, Phoenix, Mexicali, Yuma y Cananea.
Cananea presentó un equipazo. (Ver el magnífico libro » El Cometa de Carbó», de Jesús Arturo Llánes C., Imagen Digital del Noroeste, S.A de C. V., 2003).
El ídolo de nuestra niñez, Roberto » Chamaco» Vea, bateó 355 (casi siempre estaba en bases) y luego venía Claudio y lo remolcaba hacia home (produjo 156 carreras).
Con razón una señora muy aficionada, embarazada de 8 meses, colapsada por la emoción, gritaba desaforada, cuando Roberto Vea alcanzaba una base: ¡¡¡Claudio, sácame al chamaco!!!
¡Qué tiempos!
