Desarrollo contra naturaleza


balzapote
El cerro de Balzapote en la región de los Tuxtlas, donde el delegado de la SEMARNAT entregó el permiso y se explotará precisamente para servir de infraestructura en la ampliación del puerto de Veracruz que, evidentemente, cobrará una víctima más en materia de medio ambiente, por encima del silencio de organizaciones ambientalistas.

Por: Héctor Saldierna Martínez

Por Héctor Saldierna Martínez, egresado de la Facultad de Ciencias y Técnicas de la Comunicación de la Universidad Veracruzana
Por Héctor Saldierna Martínez, egresado de la Facultad de Ciencias y Técnicas de la Comunicación de la Universidad Veracruzana

El Día Mundial del Medio Ambiente se celebra el 5 de junio y se encuentra en la agenda de la Organización de las Naciones Unidas. Sin embargo, al discurso y a las palabras vanas siempre les acompaña una política que dista mucho de proteger los recursos naturales y en México es preocupante  la manera en que no se otorga la mínima importancia a un tema tan trascendente y vital para asegurar la permanencia del género humano.

Tan sólo en Veracruz observamos varios aspectos que están relacionados con el tema y que se manifiesta un elevado menosprecio. Tenemos tan sólo dos botones de muestra y uno de ellos es el asunto de Tembladeras, una zona que recientemente se declaró como área protegida e incluso bajo el espíritu Ramsar, que es el nombre de una ciudad del viejo continente en donde se suscribieron acuerdos para la protección de los recursos naturales.

Otro tema se encuentra ligado con la ampliación del puerto de Veracruz, donde han corrido toneladas de tinta sobre el tema, pero que persisten muchas dudas y la eminente destrucción de los arrecifes, en cuya defensa se encuentran unos cuantos ambientalistas que tímidamente han hecho algunas denuncias.

Habría que sopesar desde varios ángulos el desarrollo de una región y, al mismo tiempo, la destrucción del medio ambiente. No puede existir ni permitirse nada que atente en contra de la naturaleza, aunque también es conveniente reflexionar que se necesita dinamizar la economía para que miles de familias tengan un sustento.

Es necesario que ambas situaciones se armonicen. Está bien que haya desarrollo, empleos y generación económica, pero tampoco podemos ignorar que hay altas prioridades que tienen que ver con nuestros recursos naturales, que al final de cuentas son parte de la existencia misma y que deben ser protegidos.

La zona de Tembladeras está siendo acosada por inversionistas que nada les importa el medio ambiente, cuando todo lo sustentan en la ganancia y la codicia extrema por encima de un hábitat natural. Es la ciudadanía la que tiene que regular este tipo de situaciones porque, lamentablemente, el gobierno no  representa garantía de credibilidad.

Y otro tema conectado al medio ambiente está en el cerro de Balzapote en la región de los Tuxtlas, donde el delegado de la SEMARNAT entregó el permiso y se explotará precisamente para servir de infraestructura en la ampliación del puerto de Veracruz que, evidentemente, cobrará una víctima más en materia de medio ambiente, por encima del silencio de organizaciones ambientalistas.

MEXICO, SIN

DEMOCRACIA

Cuando arribó el PAN al poder en el  año 2000, la palabra de democracia se pronunciaba hasta el cansancio. Se presumió que el voto de la ciudadanía había impuesto al nuevo presidente y que se terminaba un período de 70 años del PRI en el poder. Luego entonces, todo se hacía en función de la democracia.

Sin embargo el gusto duró muy poco. En las elecciones se empezó a recrudecer la compra venta del voto y con ello se obtenía el triunfo electoral, lo que demeritaba una expresión de democracia en un país que casi nunca ha estado acostumbrado a ello.

Las elecciones de 2006 constituyeron la prueba más evidente de un fraude monumental que llevó a Felipe Calderón a agenciarse una victoria que estaba muy lejos de haber conseguido y, con ello, se diluía la llegada de Andrés Manuel López Obrador, representante de la izquierda.

Para el siguiente sexenio, en 2012 volvió a ocurrir lo mismo. Las elecciones no fueron nada limpias y el triunfo lo obtuvo el que compró más votos y la presunción fue que hubo de todo, menos un proceso democrático.

Las consecuencias de esas compras se han puesto en evidencia ahora. Todos aquellos que vendieron el voto, lamentablemente adherido con sus grandes necesidades económicas, estarán ahora arrepentidos porque no tienen argumentos para rebatir las diversas disposiciones que se han adoptado, muchas de ellas sin una identificación con las causas del pueblo.

Parte de ello tiene que ver con la reforma fiscal, que desde el punto de vista del Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas (IMEF), estiman que la economía nacional está débil y con signos de una preocupante desaceleración económica. Atribuyen que en buena parte tiene que ver con la Reforma Fiscal, impulsada desde el gobierno federal.

Hay una fuerte impresión que no existen opositores a las diversas reformas y disposiciones que se han emitido, toda vez que las organizaciones de izquierda ya no se escuchan y no han manifestado ningún tipo de descontento. Aquellos que habían señalado que harían lo imposible por detener la reforma energética ahora se encuentran callados.

Esto nos remite a las expresiones de Martin Luther King, que no le preocupaba la acción de los malos, sino el silencio de los buenos. Ha ocurrido este fenómeno que de hecho es preocupante porque no existen organizaciones de ninguna naturaleza que muestren signos de oposición y que manifiesten un pensamiento diferente.

Así ocurrió también en la Alemania Nazi, donde callaron y dejaron avanzar a un hombre fanático, lleno de prejuicios y de complejos que finalmente llevó a una nación hacia la segunda guerra mundial y que culminó con una de las grandes vergüenzas de la humanidad: el holocausto de 6 millones de seres humanos sacrificados en campos de concentración y extinguidos bajo el inclemente fuego de los hornos.

GASOLINA

INFLACIONARIA

Siguen los gasolinazas y para este próximo sábado habrá uno más. Siguen en incremento los precios de las gasolinas, que ha traído como resultado un mayor índice inflacionario. Lejos quedaron las promesas que no habría incrementos a la gasolina y ahora resulta que a nivel internacional es una de las más caras. Simplemente, entre el salario de una persona y lo que cuesta un litro, existe un abismo de diferencia entre el comparativo con cualquiera otra nación. Da pena sobre todo porque México es un país petrolero.

Y hasta la próxima

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