Por Francisco Blanco Calderón
Las declaraciones recientes del titular de la SEP, Emilio Chauyffet dan escalofrío, declaró ante los integrantes de la Comisión de Educación de la Cámara Alta “este problema es desde el hogar donde debemos empezar a educar; desde los padres es donde tenemos que hacer el ejercicio de replantearnos conductas y reconducir el comportamiento social y el patrón cultural de la familia, después de la escuela”.
Sus antecedentes, uno: “El presidente Ernesto Zedillo destituye al secretario de Gobernación, Emilio Chuayffet, por su actuación respecto a la matanza de Acteal, Chiapas, en donde decenas de paramilitares mataron a 9 hombres, 21 mujeres y 15 niños, mutilaron y desgarraron los vientres de mujeres embarazadas…. Raúl Vera, obispo coadjutor de San Cristóbal, dijo que le advirtió del “ambiente de violencia”, a lo que Chuayffet admitió: “Es muy difícil, prácticamente imposible, que todos los hechos de violencia de este género se puedan evitar a partir del simple conocimiento del ambiente de violencia” (Doralicia Carmona. Memoria Política de México)
Dos: Dicho esto por un personaje de la política que nada tiene que hacer en educación, salvo su raquítica experiencia en el Estado de México. Su formación de auténtico porro para denostar, agredir, ridiculizar a la exdirigente magisterial Elba Esther Gordillo a fin de expulsarla del PRI, fue el peldaño para llegar a conducir el sistema educativo nacional. Sin que sea defensa a la Gordillo, fue una “vendetta” por traicionar al partido que la inventó y enriqueció para envilecer a la educación pública nacional.
El secretario debe recordar a Salvador Díaz Mirón, en su poema Paquito, antes de responsabilizar a padres de familia de la competencia absoluta de la educación básica y media:
«…el pobre chiquillo /se postra en la tumba, / y en voz de sollozos / revienta y murmura: / «Mamá, soy Paquito; / no haré travesuras».
El Emilio “educador”, ahora evade la responsabilidad que le fue conferida y hace culpables a los padres del fenómeno del bullyng. Sin recato, porque la SEP se hace omisa de asignar el presupuesto con racionalidad republicana. La perversión de no controlar los contenidos inmorales de la televisión mexicana, por no frenar la violencia “in crescendo” de las series extranjeras y la programación infantil, de “hacerse guaje” de la vigilancia de la impresionante expansión de los juegos de video XBox y todas sus modalidades, además de la deformación de los libros de texto con excesos de faltas de ortografía y falsificación de la historia, la geografía y la ciencia de este país.
«Buscando comida, / revuelvo basura. / Si pido limosna, / la gente me insulta, /me agarra la oreja, / me dice granuja, / y escapo con miedo / de que haya denuncia….
“No concebimos que un secretario de Estado, y menos el de Educación Pública, exprese de manera simplista estos argumentos en torno a un problema social que ha adquirido ya enormes magnitudes”. (Reforma)
«Los otros muchachos/se ríen, se burlan, /se meten conmigo, / y a poco me acusan/de pleito al gendarme / que viene a la bulla; / y todo, porque ando / con tiras y sucias….
Los legisladores argumentan que el problema de violencia, que cita el secretario, sucede en las escuelas y ahí se están reproduciendo y validando los valores y creencias sociales que toleran el abuso de poder a través del uso de la fuerza, cuyas manifestaciones laceran el entorno en cualquier lugar y en cualquier ámbito. “Es importante precisar al titular de la SEP que las prácticas de violencia escolar, como una expresión de las emociones de las y los niños, a las que él hace referencia, subyacen de conductas, creencias y actitudes de todos los actores involucrados en el entorno escolar”. (Reforma).
«Me acuesto en rincones / solito y a oscuras. / De noche, ya sabes, / los ruidos me asustan. / Los perros divisan / espantos y aúllan. / Las ratas me muerden, / las piedras me punzan / Mamá, soy Paquito; / no haré travesuras».
Pero el concepto “bullying” bien puede aplicase también al SAT ante el acoso a pequeños empresarios y productores agropecuarios; a los gobernantes y sus funcionarios ante la constante agresión a la ciudadanía; a los medios de comunicación, televisión para ser precisos, ante la manipulación mental en su necedad de hacer estúpida a la sociedad; el hostigamiento del crimen organizado y al crimen de organización institucional por engaño telefónico, cobro de piso, cuotas extraordinarias, secuestro, levantones, trata de personas, tráfico de órganos y todas las opciones que les permite la producción, distribución y comercialización de estupefacientes; y la peor de todas, la coacción, intimidación, atentado a la integridad que los pederastas cometen contra niños, ya sean curas, docentes, familiares, políticos o empresarios destruyen ante el abuso sexual, lo más valioso, la niñez, un auténtico legado de la humanidad. El asesinato de 49 niños de la guardería ABC, en Sonora, con su inmoral impunidad. Todas estas acciones son sinónimo del bullying, según Wikipedia. La escuela, los medios, el gobierno son responsables directos en preservar la integridad y formación de niños y jóvenes. Legislar sobre ello es reconocer la incapacidad de las instituciones.
EfACICO 