Por Marco Antonio Aguirre Rodríguez
La propuesta de una gubernatura de dos años sigue en el aire.
Lo que si es seguro, es que de darse una elección para una gubernatura de dos años, el PRI la perdería y el triunfo sería para Miguel Ángel Yunes Linares, por el partido que sea.
¿Qué ocurriría con los Yunes priistas?.
Muy probablemente no entrarían a una contienda de ese tipo, sabedores de que llevan todo en contra, incluso la imagen del gobierno del estado, y que el esfuerzo y el desgaste para ellos no valdría la pena, porque además –cierto es- les quitaría la posibilidad de llegar al cargo después, porque en México siendo efectiva la No Reelección.
Pero en cambio con los Yunes azules una elección para una gubernatura de dos años sería el inicio de una escalada para hacerse del poder en el estado por lo menos 8 años.
Así pues, con un análisis amplio del panorama político, o con una mente retorcida, es probable que la propuesta de una gubernatura de transición sea sólo el primer paso para entregar el estado a Miguel Ángel Yunes Linares para un periodo (minimo) de 8 años.
Vamos por partes.
El próximo gobernador de Veracruz no puede ser designado, una vez concluido el periodo de Javier Duarte, porque la Constitución de los Estados Unidos Mexicanos marca muy claramente que “la elección de los gobernadores de los Estados … será directa”.
Y el articulo 18 de la Constitución local menciona que “El Gobernador del Estado será elegido por el principio de mayoría relativa, mediante sufragio universal, libre, secreto y directo”.
Tampoco admite la designación.
Y la Legislatura del Estado de Veracruz, por muy pintada de rojo que se encuentre, no puede reformar la Constitución nacional, aunque la del estado tal vez puedan ponerla hasta de cabeza.
Entonces en el 2016, tendrá que haber comicios, con todo y el alegato de los altos costos para elegir un gobernador que durará menos de dos años.
Sólo que hay un pequeño inconveniente: ¿porqué partido sería candidato?.
Por el PAN, probablemente, porque Gustavo Madero no dejará de la mano a Miguel Ángel Yunes, con quien ha construido una relación fuerte, tanto que Madero apoyó a Yunes de manera decidida para que ahora sea consejero nacional del PAN, cuando el comité estatal lo bloqueó.
O puede ser cualquier otro, porque ofertas le sobrarán a Miguel Ángel, sobre todo de quienes estarán dolidos porque no les cumplieron las promesas.
Sólo necesitará un partido que lo registre para estar en la pelea con altísimas probabilidades de triunfo.
¿Y porqué Miguel Ángel Yunes sí tomaría la alternativa de entrar en unas elecciones para un gobierno de menos de dos años si después de eso, si gana, ya nunca podrá volver a ocupar el puesto cuando lo deje?.
Dinero en el gobierno del estado, no habrá, porque la deuda que dejará la administración de Javier Duarte seguirá siendo muy pesada.
Pero en el 2016 también se tendrá que elegir a la siguiente Legislatura del estado, y con una diputación a modo se podrán modificar muchas leyes y normas, tal como lo hizo Miguel Ángel Yunes cuando fue secretario de Gobierno con Patricio Chirinos.
Pero sobre todo, siendo gobernador Miguel Ángel Yunes podrá proceder contra los funcionarios de la anterior administración y cumplir su muchas veces dicho de que meterá a la cárcel a muchos de los funcionarios duartistas.
Así, como dicen, si Fernando Gutiérrez Barrios pudo hacer mucha política y combatir a varios caciques de su época (en la sierra de Huayacocotla, Luis Rivera Mendoza; en Chicontepec, los hermanos Justo y Roberto Cabrera Sahagón, Cirilo Vázque Lagunes, en Acayucan. Pero en cambio dejo pendiente la Huasteca, con la familia Guzmán Aviles y la imagen de Alejandro Hernández Colores) Miguel Ángel Yunes se le puede ir encima a sus enemigos de la actual administración.
Con eso crearía una imagen de redentor que le daría impulso suficiente para imponer a su sucesor, que lógicamente sería otro Yunes azul, más en concreto, alguno de sus hijos: Fernando, el senador, o Miguel Ángel, el presidente municipal de Boca del Río.
Por cierto, la familia Guzmán Avilés hoy es aliada, y fuerte, de Miguel Ángel Yunes.
Con esos cambios legislativo y esa creación de imagen Yunes Linares construiría para la campaña presidencial del 2018, cuando el probable candidato por el PAN puede ser el ahora gobernador de Puebla, Rafael Moreno Valle, quien ha apoyado con todo a los Yunes azules para que mantengan presencia en el estado.
Por eso, una de las lecturas más fuertes de la visita de Javier Duarte a su homólogo de Puebla, es que fue a tratar de negociar que le retiren el apoyo a Yunes Linares, pero la contraparte es que fue a negociar como entregar el poder en Veracruz a Miguel Ángel Yunes para asegurarse impunidad.
Pero Moreno Valle se mantendrá con Yunes Linares, en específico, porque todo le ha salido bien con los Yunes azules.
Y Madero seguirá igual con este apellido y color, sobre todo si consiguen ganar la dirigencia estatal (como parece que ocurrirá)
Pues bien, con todo eso, las probabilidades de triunfo de otro Yunes azul en el 2018 serían bastante amplias.
Entonces, efectivamente, todo puede ser una maniobra para entregar el gobierno del estado a los Yunes azules, en busca de impunidad para Javier Duarte.
O simplemente el pensar que podrán poner un gobernador por designación es una terrible jugada política de Javier Duarte.
¿Qué habrá pasado por la mente del que se siente el gran místico del estado cuando aprobó ésta maniobra?. ¿Es realmente muy truculento o muy mal estratega político?.
CONFLICTO EN VERACRUZ. Ramón Poo, el presidente de Veracruz se cansó de los reclamos cada vez más continuos y más elevados de recursos y de cargos por parte de Marlón Ramírez y le dejo ir una andanada de publicaciones mostrando la desavenencia.
Marlón Ramírez quiso hacer efectivo el ser presidente municipal de Veracruz de facto, pero Ramón Poo se siente respaldado por quien lo impulsó inicialmente para ser candidato y llegar a la Presidencia: Dante Delgado.
Y es que el pastel no alcanza para todos porque el presupuesto al municipio se lo siguen entregando con recortes y condicionamientos.
Rosa Elisa Tagle Pérez (Directora de “Comunicación e Imagen” del ayuntamiento de Veracruz) realizó algunos movimientos, pero tan burdos que lo único que hicieron fue mostrar como Ramón Poo quiere quitarse presión.
Por ejemplo, una carta anónima de alguien que dice ser integrante de un grupo (fantasmal) llamado “Foro Veracruz”, adherido al PRI, donde se anota en directo que Marlón se distanció de “otros cuadros valiosos” (¿lo son?) del PRI “AnilúIngram, Tonatiuh Pola, José Ruiz, Carolina Gudiño y José Ramón Gutiérrez de Velasco, entre otros”.
En cambio señala que José Gabriel Pérez Gutiérrez (Encargado del Registro Público de la Propiedad de Veracruz) y José Aniceto Tello Allende, Director General del Sistema de Agua y Saneamiento de la Zona Metropolitana han obtenido sus cargos por estar apegado a Marlón.
Marlón quiere ya el control de Veracruz.
Y Ramón Poo es muy burdo en sus contraataques.
EfACICO 