
Por Raúl González Rivera

El saqueo nacional es descomunal y por ningún lado aparecen los culpables, pese a que se documenta en medios muy serios, que existen pruebas contundentes del mismo atentado a la nación podrida de los mexicanos.
Está claro que únicamente el presidente de la república podría ordenarlo, menos ninguna institución de justicia, legislativa o de gobierno en el interior del país.
La podredumbre envuelve la vida nacional y por tales circunstancias el México de estos días se está yendo por entre los dedos de las únicas manos que, si lo quieren, todo vuelve a su lugar de origen.
Son dos, tres y hasta cuatro los gobernadores colocados sobre el filo de la navaja, pero el sistema sigue protegiéndolos. Lacerante el caso de Fausto Vallejo y sus herencias, metidas hasta los codos con la delincuencia organizada y que nada pase.
Lo suyo en Tamaulipas, en Sinaloa, en Chihuahua y no le siga más. Los saldos rojos son desproporcionados y aparentemente no existe freno, ni muro de contención a la tarea de robar que unos cuantos realizan, cuando no les resulta suficiente sobrevivir con los extraordinarios salarios, compensaciones y viáticos y gratificaciones con que cargan los servidores públicos de los primeros planos, hacia donde usted quiera mirar.
Cómo puede explicarse, también, que sobre tierras veracruzanas haya escasez de todo, pobreza, desempleo corriendo a velocidades tremendistas y que sigan huyendo los dos ex funcionarios –se dice, uno de finanzas y planeación y el otro de la SEV–, y que sigan sin rendir cuentas de los seis mil millones de pesos con que en este momento se estarían abatiendo los serios tropiezos financieros que enfrenta la entidad con proveedores, con maestros y con todos los gobernados, que están a la espera de los servicios y obras públicas, que simplemente no aterrizan.
La debacle es mayúscula.
Pero los responsables no aparecen en ninguna parte.
Los timoneles de la procuración de justicia y los tribunales que aplican la ley, constituyen seguramente minorías privilegiadas, porque cobran bien, pero en el contexto estricto de sus funciones, las incumplen objetiva y visiblemente.
Mexicanos hay, que aseguran o presumen que el único mando que tiene al alcance de sus manos imponer el orden, es el presidente de la república, no existe otro, porque de otra suerte la debacle asoma con los rasgos tremendistas de la anarquía y no será posible romper con este pútrido sistema de vida público, cuando al menos en este momento, pareciera que sólo afronta las consecuencias de la resaca, el olvido, la corrupción, la abulia y la omisión.
Y no debe olvidarse, que todavía en este país hay una mayoría de ciudadanos honestos que continúan confiando en que existen las instituciones públicas.
* MÉDICOS, SIN EQUIPAMIENTO
NI HOSPITALES, BAJO LA PICOTA
La inédita manifestación de protesta de los médicos, en todas las ciudades del país, el último domingo, constituye el aviso de que vendrá otra, porque el gremio más sacrificado por las distintas fiscalizaciones, debido a su condición de salvaguardas de la salud pública, generalmente han callado y aceptado los retos que implica trabajar sin hospitales equipados, sin medicamentos, y devengando salarios que mucho dejan qué desear.
Cuando una mujer parturienta tiene a su hijo en plena arteria pública o a las puertas de la clínica o del hospital, el culpable es el médico que no salió corriendo para auxiliar a la mujer que nunca antes llegó a sus consultorios para darle el seguimiento de su parto, pero acaso, alguien se pregunta, ¿y el hospital tiene equipo, un quirófano adecuado, los medicamentos, el material quirúrgico en sus laboratorios y, lo más importante, el médico especialista para atender a esa pobre mujer que llegó a su consultorio como una exhalación, quizá creyendo que se le va la propia vida y la de su pequeño hijo en su arribo a este injusto mundo?
Los pacientes y sus familiares se preguntan sobre las existencias en el interior de esa clínica, marginada, qué importa que sea dependiente del IMSS o del Issste, para el caso son las mismas.
En esta ocasión, 16 galenos de nosocomio público en la ciudad de Guadalajara, Jalisco, enfrentan una orden de aprehensión porque, a decir de la parte denunciante, fallaron en la atención a un hijo suyo, un adolescente de 120 kilos de peso, diabético, hipertenso, entre otros padecimientos, los cuales lo tenían conectados a los tanques de oxígeno durante semanas y les fue imposible salvarle la vida.
Lo que en el lenguaje y especialistas de la materia, autoridades de salud, era irremediable, así de simple.
Empero, una denuncia, puesta por un traficante de influencias en el gobierno estatal de Jalisco, logró que un juez obsequiara la orden de aprehensión, la que tiene en jaque a 16 médicos inicialmente y a todos los del resto del país, porque la injusticia asoma. «No somos dioses, somos médicos», se lee en una pancarta en la marcha realizada el último domingo en la ciudad de México, donde 20 mil galenos salieron a la calle para demandar justicia en el caso de los médicos expuestos hoy a caer bajo la picota.
* CONSTRUCTORA
CARPÍN, CALLA
La Constructora Carpín fue contratada mediante concurso y la consecuente licitación para edificar las villas olímpicas, que por disposición de la Conagua fue suspendida dicha obra, virtud a que se detectaron graves irregularidades, como es la red de distribución del vital líquido, cuyas líneas afectan sobre todo a los colonos que habitan en colindancia de la serie de construcciones en cuestión.
A través de un escueto boletín de prensa, la Conagua anunció la suspensión de la construcción de las villas olímpicas, a la firma Carpín, pero sin aportar un dato más y tampoco los directivos de la constructora, aclarado o confirmado la especie. Lo que lamentablemente da idea de que la Conagua tiene la razón técnica y Carpín, al guardar silencio, está otorgando el fracaso de su construcción.
El gobierno estatal ya hizo con antelación el anuncio de estar listo para dar la bienvenida a cuando menos 36 países que contenderán en las pruebas de los Juegos Centroamericanos y del Caribe, teniendo como su principal sede a esta ciudad capital. Empero, nada ha dicho acerca de la suspensión de las obras en cuestión.
Colonos que habitan en los alrededores de las villas olímpicas, aseguran que dichas construcciones están dando al traste con el entorno ambiental, pero igual, que enfrentan el riesgo de tener que enfrentar futuras inundaciones, provocadas por las lluvias, que ya dieron comienzo hace algunas semanas y afectaron, en principio, cimientos de sus edificaciones, tuberías, patios y banquetas de las calles, en donde se localizan sus viviendas.
Sin embargo, una explicación oficial que defienda la decisión que asumió la Conagua, nadie la hecho.
Hay un hombre inteligente en el comité organizador de los Juegos Centroamericanos y del Caribe, que es Abel Cuéllar Morales, a quien antes y ahora nunca han acusado de usufructuar en su provecho los recursos públicos puestos en sus manos, ojalá llamara a los chicos de la prensa y les pormenorizara sobre este cierre de operaciones momentáneo de la constructora Carpín y, por otro lado, que se aclare cuánto costarán los juegos en mención, quién los paga y qué dejarán a los veracruzanos, porque las mayorías siguen preguntando cuáles son los beneficios que les brindará a estas tierras necesitadas de todo y tan depauperadas y arrasadas por la inseguridad, la violencia y los malos políticos.
Tan fácil y tan difícil, pero valdría la pena que dicho comité organizador dijera lo que todos los veracruzanos tienen derecho a saber.
