
Una noche muy habanera, con las ráfagas musicales del veracruzanísimo e histórico ‘Quinteto Mocambo’, fue la que se vivió el sábado por la noche en una palapa a la margen del río Calzadas.
El empresario Antonio Macías Yazegey celebraba sus 65 años de vida a ritmo del emblemático ‘Chan Chan’, del informativo y cadencioso ‘Cuarto de Tula’, pasando por la magia letrística sonera de ‘Lágrimas Negras’.
Ahí estuvo Tony en la anfitrionía y olvidando por un rato sus molestias en las piernas para danzar con un estilo caribeño muy a lo chiapaneco.
La atmósfera de La Mayor de las Antillas se sintió aún más, cuando el viviendero Fernando Quintal envestido de trovador cubano interpretó ‘Falsaria’, pieza musical de Manuel Corona, aunque hay quienes la conocen también bajo los nombres de ‘Doble inconsciencia’ o el de ‘Oye Salomé’.
Nada más cerca de Cuba que un yucateco.
Fue una noche de generoso clima, con mesas llenas de empresarios, constructores, funcionarios estatales y municipales, de ‘grillos’ que no dejaron pasar la oportunidad de hacer ‘grilla’.
Cada quien buscando su espacio. Encontrando a sus afines. Había grupos de buenos, de malos y de algunos hamponcitos que generaron su propia interacción. Su naturaleza los une.
DON JAVIER, UNA LEYENDA
En otra mesa, tres diputados y uno que aspira a serlo en el ámbito federal, convivieron.
-“Para ser, hay que parecer”, decía entre risas Víctor Rodríguez Gallegos, subdelegado de Administración y Organización de la Delegación de la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol).
Entre los invitados a la cena de Tony estaba una leyenda viva de la política local, estatal y del país.
Hombre discreto, sabio, de memoria privilegiada, uno de los pocos amigos veracruzanos cercanos que tiene el poderoso grupo político que llevó a Enrique Peña Nieto a la presidencia de la República.
Si alguien conoce la historia del Grupo Atlacomulco desde sus lazos familiares, ideológicos o políticos es él.
Una tarde puede estar en Xalapa, recibir una llamada de Heberto Barrera Velázquez, presidente del Consejo de Infraestructura y Desarrollo Social y hombre cercano a Eruviel Ávila, y por la noche aparecer en el Estado de México, para al día siguiente reunirse con ocho ex gobernadores y asesores del gobierno para discutir temas sobre situación del estado.
De ese tamaño su liderazgo.
Tiene amigos en todos los partidos. Lo mismo convive y teje lazos afectuosos con Ricardo Monreal Ávila que con recalcitrantes políticos oficialistas.
Cronista nato de la política de antes y la de ahora. Hombre-anécdota por antonomasia.
En el sur pocos como el fedatario Javier Egremy Gracia que suda historia y presente de la política nacional.
Del resto de los invitados ya lo sabrá usted en esas crónicas socialeras de la política donde los nombres son los importantes. Ya lo verá.
MORENO VALLE EN VERACRUZ
A propósito de Peña Nieto, no es descabellado que el panista Rafael Moreno Valle Rosas, gobernador de Puebla, sea visto como el operador de Enrique Peña Nieto en el estado de Veracruz, con miras a establecer nexos en un posible relevo partidista en la gubernatura jarocha.
Nieto del General Rafael Moreno Valle, ex Gobernador de Puebla y ex Secretario de Salubridad y Asistencia en el gobierno del Presidente Gustavo Díaz Ordaz, el poblano es de los gobernadores que más visita acumula en periodo del actual presidente de la República.
Es uno de privilegiados con atenciones en temas del presupuesto.
Aunque blanquiazul ahora, su cuna es priista y Moreno Valle conoce las historias de ambos lados.
Rafael tiene amplio y constante contacto con panistas veracruzanos.
Con la fiebre mundialista, Moreno Valle invitó recientemente a Duarte a ver el partido entre las selecciones de México y Brasil en una pantalla gigante en la Casa Puebla.
Fue el gobernador de Veracruz quien a través de su cuenta de Twitter difundió la imagen que fue retuiteada por su homólogo poblano, ambos mandatarios portaban ‘la verde’ y una sonrisa.
Hay cercanía, más allá del futbol, de la colindancia geográfica, de problemas estatales comunes, Moreno Valle y Duarte futurean.
Dicen los que saben que Peña Nieto no ve mal el ejemplo poblano en Veracruz.
Donde el PAN, PRD, Convergencia y Nueva Alianza hicieron fuerza para “sacar” al PRI del gobierno.
Oxigenar políticamente el estado puede ser la apuesta peñista. Al tiempo.
AL OÍDO
Los últimos dos eventos del alcalde Joaquín Caballero han evidenciado que algo pasa en su comuna.
En la visita de Rosario Robles para entregar apoyos a jefas de familia, pocos ediles aparecieron.
Un día después, en la fiesta que organizó a periodistas por el Día de la Libertad de Expresión, si acaso llegaron tres y la síndica. No más.
Se asegura que al presidente municipal le falta tejer fino entre sus regidores.
Aunque en el discurso el trato sea celestial, Caballero Rosiñol no tiene quien haga las veces operador para atender las necesidades básicas en la diplomacia municipal.
Las mismas invitaciones a los eventos se generan incluso minutos antes de que ocurran o sin que haya un documento de por medio. Con un mensaje por Whatsapp, a veces consideran que es suficiente.
O incluso hay apoyos que se entregan a nombre del ayuntamiento y que fueron “aprobados” por los ediles cuando ellos no saben ni de que se trata.
Hoy la luna de miel ya no es tanta.
Bien valdría que Joaquín empezara a recomponer la relación porque ya vendrán decisiones importantes para su gobierno donde será necesario un cabildo como el que refleja en su discurso.
Afortunadamente en esta comuna no hay extorsionadores como en el pasado ayuntamiento. ¿O sí?
joluperezcruz@hotmail.com
Twitter: @joseluisperez67

