Por Luis Velázquez Rivera

La nueva “mano que mece la cuna” mediática en el gobierno de Veracruz ha filtrado tres versiones, todas incumplidas.
Una. Una demanda penal en contra de Marcos Theurel Cotero como secretario de Comunicaciones en el fidelazgo y a propósito del legendario Túnel Sumergido de Coatzacoalcos.
Dos. La caída de Guillermo Herrera Mendoza como subsecretario de Turismo y su relevo en la panista Silvia Monge Villalobos, exdiputada federal.
Y tres. La cancelación del contrato mensual entre el gobierno de Veracruz y El Dictamen, a partir de, se dijo, una ambición desmedida.
A la fecha, las tres filtraciones han quedado como bola de humo, un petardo lanzado en la oscuridad, con un montón de juegos artificiales, y luego, el humo, solo el humo.
En el caso del decano de la prensa nacional, considerado patrimonio histórico de Veracruz, a la altura, digamos, del Fuerte de Santiago y hasta del Castillo de San Juan de Ulúa, donde don Juan Malpica Silva estuviera preso durante 20 días en el (des) gobierno del general Victoria Huerta, durante unas tres semanas hubo un rafagueo implacable a 8 columnas, reproduciendo lo que camina en la calle.
Ahora, otra vez volvieron a su política tradicional y convencional, lo que manifiesta que otra vez viven la luna de miel.
Y en el caso de la renuncia de Herrera Mendoza a la SECTUR y la caída de Marcos Theurel a la cárcel, quizá les avisaron por los medios de la posibilidad, se movieron y hubo marcha atrás.
A menos de que “la mano que mece la cuna” haya deseado exprofeso lanzar una fidelínea hacia el interior del gabinete para mostrar y demostrar que las puede.
El caso es que, y no obstante la alta fuente gubernamental que filtró tales versiones, ni una ni otra.
Tampoco, claro, sucedió nada cuando en el Congreso local el cuarto secretario de Infraestructura y Obra Pública, antes SECOM, Gerardo Buganza Salmerón, anunció, digamos, una cacería de brujas contra ilícitos de sus antecesores, en que incluyó a Raúl Zarrabal junior, Francisco Valencia y Memo Herrera, y nada.
Puras cacayacas, quizá, acaso.
EL QUE MANDA DESPACHA EN AV. RÍO PÁNUCO DEL DF
Los días andan tan revueltos que en el caso de la llegada de Silvia Monge al gabinete legal y ampliado de Veracruz se vería normal.
Bastaría recordar que a la fecha, en tres años y seis meses han cambiado y/o enrocado a unos 55 funcionarios.
Pero, de igual manera, ninguna duda existiría que las partes movieron contactos y traficaron influencias y al final de la noche ganó Herrera Mendoza, quien del fidelazgo a la fecha, y luego de su ruptura con su examigo Dante Delgado, quien lo encumbró en todo, ha sido titular de SECOM, jefe de la Oficina Técnica del gobernador y subsecretario de Turismo.
Sería, incluso, el mismo caso de Marcos Theurel, extitular de SECOM y expresidente municipal de Coatzacoalcos, quien mirando el oleaje encima, y considerando que por la dependencia han pasado cuatro secretarios más ligados al Túnel Sumergido, habría considerado que ante la ley y la justicia todos tienen los mismos derechos.
Pero, además, también quedaría manifiesto que la mano de Fidel Herrera se habría interpuesto, pues la versión popular insiste que quien gobierna está en palacio y quien manda en la avenida Río Pánuco, de la ciudad de México.
Así, podría acaso entenderse que aun cuando tenían todo listo para proceder, de pronto, zas, recularon.
Y si “de los arrepentidos se vale Dios” como establece el refrán popular, entonces, las partes habrán ganado muchas, demasiadas indulgencias para evadir, cuando menos, el infierno político.
UN ZÍPPER PARA “LA MANO QUE MECE LA CUNA”
En el caso de El Dictamen, “la mano que mece la cuna” aseguraba a sus “trascendidos” que achicarían los acuerdos tácitos en materia de comunicación social, llegando hasta la ruptura.
Así lo cacarearon, en tanto el decano siguió firme, inalterable, en su postura.
El hecho se antojaba de gran interés porque nunca, antes, ningún gobernador ha planteado la posibilidad de una negociación a modo, como ahora; por el contrario, la ruptura se ha dado sin miramientos y punto.
Ahora, unos dirán que predominó la prudencia y un pacto que habría beneficiado a las dos partes, en base al principio universal de que el gobierno de Veracruz va en el cuarto año de austeridad, con proveedores tocando la puerta para un abonito, con cero obra pública y con un total de 23 préstamos bancarios solicitados a partir del 15 de diciembre, 2010, por más de 41 mil millones de pesos.
Por eso, pues, el cambio mediático en el decano y, como en otros medios… anuncia que también han pactado.
Pero, bueno, quizá convendría a “la mano que mece la cuna” ponerse un candado en la boca para sólo referirse a hechos consumados, más allá de las buenas o perversas intenciones, versiones a medias, sucesos que se ponderan y corren el riesgo de frustrarse en el camino.
Publicado en: http://blog.expediente.mx/nota.php?nId=7103
