60 Segundos: El Hoy no Circula no resuelve nada


Por Raúl González Riverataxi

Por Raul González Rivera, egresado de la Facultad de Ciencias y Técnicas de la Comunicación de la Universidad Veracruzana
Por Raul González Rivera, egresado de la Facultad de Ciencias y Técnicas de la Comunicación de la Universidad Veracruzana

El Hoy no circula en Xalapa, al final del día no ha conseguido grandes logros, ya que el congestionamiento vehicular es pan de todos los días en nuestras calles y avenidas.

Instrumentado dicho programa en los inicios del presente sexenio, incluyó primeramente a los taxistas y camioneros del servicio urbano. Ambos medios quizá los más complicados, peligrosos para el resto y estorbosos en la ciudad. Además de no respetar la semaforización y de estar de acuerdo con sus tropelías agentes de tránsito y quizá las mismas autoridades de tránsito estatal y vialidad.
Gracias a la nula vigilancia que se ejerce por parte de la titularidad de tránsito y vialidad, sobre automovilistas y autobuseros, la ciudad se ve colmada del caos vial todos los días. Los programas de reordenamiento en la circulación vehicular se han visto coronados con el fracaso más contundente.
Las calles se encuentran atestadas de automóviles, el aparcamiento sobre la arteria pública se debe únicamente a los influyentes y los estacionamientos vehiculares realizan el negocio más completo, aunque sus espacios ya no soporten un alfiler más, elevaron sus tarifas de manera indiscriminada y se jactan en su casi totalidad, que nadie puede hacer el menor reclamo porque tales establecimientos precisan muy claras las reglas para el resguardo de los automóviles en sus interiores.
Así que el Hoy no circula, que semana a semana supuestamente cumplen taxistas y autobuseros del servicio urbano, como otros tantos buenos proyectos pasaron a mejor vida. La improvisación, lamentablemente, es la madre de todas las tácticas y dinámicas que se supone van a resolver serios conflictos de tránsito y de vialidad, pero que pasadas unas semanas o los políticos que las inventaron, caen de la gracia, igual se pierden en el anonimato.
En tanto, numerosos taxistas, autobuseros del servicio urbano y el grueso de automovilistas, siguen corriendo por las congestionadas calles de la ciudad, sin decoro alguno, sin respetar ordenamientos viales y tampoco la escasa semaforización existente en cruceros y otras calles de la capital.
Mucho menos les merece el cumplimiento del Hoy no circula, que se proponía sacar de la circulación diaria mil unidades automotrices de nuestras arterias públicas, según los políticos que lo pusieron en práctica, lo cual continúa a la espera y nadie explica el por qué no pasa el milagro de resolver conjeturas de tránsito, como parte de la vida armónica que se presume en el famoso plan de movilidad urbana, tan cacareado, pero del cual nadie ve todavía sus luces.

* FUTBOL, PORQUE AL
PUEBLO FALTAN ALEGRIAS

Cierto, el pueblo mexicano más que ninguno otro, se ha volcado por el futbol y lo saben todos los canales televisivos que mantienen idiotizada a la familia de televidentes con sus horarios completos dedicados a hablar linduras del juego de la patada y balón de gajos de cuero.
Los estadios del pueblo carioca se ven abarrotados de compatriotas, muchos de los cuales empeñaron hasta la camiseta, sus casas, sus coches y mujeres, a cambio de poder irse un mes de este país de las calamidades y la hicieron bien, porque a decir de expertos en materia de sicología, no hay ninguna alegría comparable.
Fanáticos o no, las mayorías que fueron y los que avistan la televisión para presenciar los juegos del futbol, lo hacen con tales ansias de ver vencedores, lo que encuentra una lógica contundente cuando se abren las páginas de los periódicos, se leen las noticias que difunden las redes sociales y los periódicos cibernéticos, que todo anda mal. Que la pobreza, la inseguridad, las enfermedades, los recursos que se caen, la crisis que galopa, los suicidios de niños, todo absolutamente es malo, triste, se presta a la duda y al desconcierto y la decepción.
La gente está harta de malas noticias, es verdad, así que ganar dos juegos y empatar uno vuelve a los mexicanos mayoritariamente en vencedores y van por más, quieren más. Nadie imagina si el Tri pierde su encuentro de este lunes, porque la caída será mucho más estrepitosa, más dolorosa y traerá los rasgos del derrotismo que acompaña desde hace 35 años con mayor crudeza a los mexicanos.
Todo lo que se lee, escucha y ve, es para la tristeza, el dolor y la zozobra, el miedo y el desencanto, con la sola excepción de los políticos y las políticas, que como la diputada federal Purificación Carpynteiro, fue sorprendida pactando telefónicamente para hacer negocios personales en el rubro de las telecomunicaciones, que están por ser acordados legislativamente, con hombres del poder económico. Y todos cuantos realizan mucho bla-bla-bla, en tanto las malas noticias todos los días cunden la existencia cotidiana de los mexicanos.
Bajo esas condiciones, el futbol es una extraordinaria válvula de escape y que a sus fanáticos y simpatizantes los convierte en vencedores alegres de una justa, que si bien es cierto que es deportiva, no deja de impactar en la conciencia de miles o millones, no importa que ocurra un momento, o en semejanza al joven Iván, estudiante de leyes en la UV y funcionario de la CMAS, quien prefirió exponerse al escarnio mundial antes que dejar su chamba por un mes y viajar junto con sus dos amigos y su osito repleto de botellas de licor a tierras paradisiacas cariocas también.
Porque el mexicano, hace no poco que perdió sus alegrías en serio.

* EX FÁBRICA DE SAN
BRUNO, TAN ACTUAL

Xalapa carece de tradición en lo que hace a fábricas, obreros y quizá sindicatos fantasmas en la materia.
A principios del siglo XX, es decir hace más de cien años, había dos fábricas famosas y que fueron la de San Bruno y la conocida como El Dique, por localizarse en los linderos del paseo de Los Lagos, sobre la avenida Venustiano Carranza.
Entonces la ciudad olía a flores, humedad rica y las estaciones del año se daban como relojito suizo en su fecha y mes de rigor. Cuentan los abuelos y bisabuelos que en ese entonces la capital era una gran difusora de cultura, música regional y de leñadores que llegaban desde las montañas del Cofre de Perote con su preciosa carga de maderas finas y las que no lo eran también.
Empero, pese a no tener los caudales de agua, tanto que en el régimen de Fernando López Arias, en esta capital, no se pudo establecer la fábrica de automóviles alemanes, la cual tuvo que optar por trasladarse a la vecina ciudad de Puebla, en donde sus gerentes y empresarios encontraron las condiciones para poder establecer una armadora de unidades automotrices, con una producción suficiente para venderla en suelo azteca y el resto de América Latina, que hasta la fecha perdura.
Luego entonces, sin gozar de una tradición obrera y menos de dos fábricas que producían hilados y tejidos y otra de telares, no dejaron de simbolizar los esfuerzos de sendos grupos de artesanos, con una generación de artículos de uso para el hogar, que trascendieron hacia los cuatro costados del propio país.
Sin embargo, la modernidad llegó con el gobernador Rafael Murillo Vidal y en el domicilio que ocupaba la fábrica de El Dique se construyó desde entonces el parque de juegos infantiles que lleva el nombre de la esposa del mandatario, la señora Virginia Cordero.
Los trabajadores tanto de El Dique como San Bruno fueron cetemistas y priistas, por añadidura. Posterior al cierre de El Dique sobrevino el de la fábrica de San Bruno y de esta forma fueron sepultadas las aventuras laborales de cientos de trabajadores, que inclusive tomaron parte en las luchas de más relieve en la materia y que se dieron en Río Blanco y otras latitudes.
El desmantelamiento de San Bruno costó lágrimas y dolores a familiares de los trabajadores que, como en El Dique, cerraron puertas a mitad del siglo XX para siempre. Por esto, cuando se habla de qué hacer con el edificio que albergara a los trabajadores de hilados, tejidos y telares de San Bruno, hay quienes sugieren que se transforme en un museo dedicado a los obreros textiles. Una industria que murió cuando se afirmó el TLC, porque la producción para consumo nacional vendría de los Estados Unidos de Norteamérica y ahora de China.
Lo que la gente no quiere ni los vecinos de San Bruno, es que algún político transa aparezca como propietario del inmueble, porque no lo permitirán

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