60 Segundos: Muchas reformas, pero todo sigue igual


osorio chong
El problema, luego entonces, es de credibilidad y confianza. El desencanto puede más en este momento, porque la hambruna amaga con cierta seriedad, la violencia cobra más víctimas en los rubros negros como son la extorsión, el secuestro y las desapariciones forzadas. Estos problemas mantienen a la sociedad con el Jesús en los labios, pero igualmente, en la gente predominan el desencanto, la desesperanza y el enojo social

Por Raúl González Rivera

Por Raul González Rivera, egresado de la Facultad de Ciencias y Técnicas de la Comunicación de la Universidad Veracruzana
Por Raul González Rivera, egresado de la Facultad de Ciencias y Técnicas de la Comunicación de la Universidad Veracruzana

La percepción de los mexicanos, aun los más crédulos, es que hay muchas reformas –once, para ser concretos–, pero la vida del grueso de compatriotas sigue igual.

La pobreza, la inseguridad, el desempleo, con la incertidumbre de no saber a ciencia cierta cuándo se van a dejar sentir los beneficios, particularmente en lo que hace a los bolsillos depauperados de una inmensa mayoría de mexicanos.
Sin embargo, la preocupación mayúscula en una mayoría es la reforma energética, porque de un plumazo cerró el capítulo de la expropiación petrolera que decretó el general Lázaro Cárdenas.
Y con esto último se aprestan las empresas estadunidenses, sobre todo, para hacerse sentir en este país con la explotación de pozos petroleros, lo que acentuará el empobrecimiento de las mayorías y el enriquecimiento de quienes esperan la venganza contra el país, desde hace casi siete décadas.
El problema, luego entonces, es de credibilidad y confianza. El desencanto puede más en este momento, porque la hambruna amaga con cierta seriedad, la violencia cobra más víctimas en los rubros negros como son la extorsión, el secuestro y las desapariciones forzadas. Estos problemas mantienen a la sociedad con el Jesús en los labios, pero igualmente, en la gente predominan el desencanto, la desesperanza y el enojo social.
Y la palabra dicha por funcionarios públicos, lamentablemente para quienes la dictan, deja mucho que desear. Todo lo calculan en años adelante, 2018, 2020 y hasta 2025, siendo que una aplastante masa popular carece de lo indispensable para poder sobrevivir con alguna dignidad.
Es decir, que ni la entrega de víveres a una enorme cantidad de mexicanos, como es la que promueve la ex jefa del DF, Rosario Robles Berlanga, hará el milagro de que acabe de una vez por todas el hambre de 30 millones con la desesperación pintada en sus rostros y cargando sobre sus espaldas y los estómagos insatisfechos de toda una vida.
Todo pareciera más preelectoral, pues el año 2015 será algo así como fatídico, porque vendrán elecciones de diputados federales y el grueso de la ciudadanía seguramente no sabrá por quién votar. Las reformas las logró el PRI, pero se las abrogan los panistas. El propio ex presidente Felipe Calderón justificó que en su sexenio no se dieron porque carecía de una mayoría en las cámaras baja y alta del Congreso de la Unión.
Es decir, que todo pareciera indicar que se trataba de ganar la presea a través de un legado de reformas, que por lo menos expertos y no especialistas siguen dudando que vayan a fructificar lo que el discurso tricolor anda diciendo en tiempos preelectorales.
Y es que todo sigue igual y hasta peor. Los mexicanos viven una escena distinta a la que cantan con el discurso los políticos.

* LA LECTURA NO ACABA
CON LA DELINCUENCIA

Ya son numerosas las voces que en principio podrían contrariar al viejo ex comandante de las fuerzas armadas de Cuba, Fidel Castro Ruz, cuando en 1959 aplicaba en su país el más importante y monumental programa educativo para acabar con el analfabetismo y, por ende, con los delincuentes en la isla en cuestión, tras de derrocar al dictador Fulgencio Batista, al iniciar un nuevo sistema de administración pública como es desde entonces el socialismo.
A diferencia del líder y guerrillero cubano, el cual encontró a una Cuba de dos millones de habitantes, todos iletrados, y que en el arranque de su gobierno anunciaría que sólo educando a la gente sería posible salvar a su país de las garras de la delincuencia. Y en ese entonces no había drogas enervantes y la guerrilla presumía de incluir en sus filas a hombres y mujeres comprometidos socialmente con el país, donde tuvieran su desempeño, aquí algunos expertos aseguran que esa no sería la solución.
La ausencia de niveles educativos en este país ha propiciado la caída estrepitosa de los valores y particularmente que la nación azteca pueda ver hacia un derrotero mejor.
Hay doce millones de analfabetas, solo tres de cada cien mexicanos que cursan una carrera universitaria la concluyen y obtienen su título profesional. Los 65 millones de connacionales que padecen una severa crisis por la hambruna que les aprieta, no encuentran paralelo. Empero, otro saldo que anuncia catastrofistamente la enseñanza universitaria, la refleja el hecho de que sólo tres de cada diez profesionales que produce este país, se desempeña en la carrera que profesionalmente cursó. El resto cambia de rumbo laboral, haciéndola en menesteres radicalmente ajenos a los que tienen que ver con su formación original.
Más aun, especialistas han venido a decir a la ciudad, que no es educando ni leyendo como se va a combatir a la delincuencia y en sus más diversas facetas desaparecerla. Es un antídoto, pero que llega tardíamente al escenario nacional. Por favor.

* ATENCIÓN UNIVERSAL
EN SALUD… ¿DÓNDE?

El gran diario de México, El Universal, consigna ayer en su primera plana una nota que se parece a la que dio el presidente Felipe Calderón cuando anunció el seguro médico popular, que ahora el régimen federal, por voz de Eduardo González Pier, subsecretario de salud en el país, anuncia que van por la atención universal en salud.
Quienes nunca han visitado un hospital, hasta se la pueden creer.
El funcionario explica que nadie quedará sin ser visto por un médico y que su acceso a los hospitales está garantizado. Inclusive, aclaró que no habrá ninguna fusión de nosocomios, que el ISSSTE y el IMSS no cerrarán sus puertas, sino todo lo contrario.
Hasta allí, lo que es la declaración del funcionario público federal. El periódico que la difunde como nota principal, a no pocos debió causar un gran atractivo, sobre todo cuando hay cientos de miles que carecen de los servicios médicos asistenciales oficiales y porque, conforme a la información, el acceso a los servicios médicos se brindará sin distingo alguno para todos los mexicanos.
La pregunta que queda en el aire es saber si este fenómeno ocurre en México o qué otro lugar del mundo desarrollado, por la razón simple y llana de que los nosocomios adolecen de los equipos y médicos en las diversas especialidades, no sólo en toda la provincia mexicana, sino también en el Distrito Federal, y si no que lo traten de explicar las instancias oficiales, repletas de médicos en sus oficinas burocráticas y, en cambio, los hospitales lucen desiertos y sin facultativos y mucho menos sin galenos generales y menos los especialistas.
Esto ocurre sobre todo en el área álgida de los nosocomios del Issste. Y con el anuncio del sector salud, la alarma obviamente cundió inmediatamente en todo el país. Cómo un anuncio semejante va a ser cubierto, si además las instituciones médicas oficiales imponen soberanos candados al ingreso de médicos, como ocurre con las llamadas bolsas de trabajo, que dejan fuera a las mayorías y sólo contaditos profesionales de la medicina son contratados.
Pero más, en la provincia la carencia de recursos materiales, clínicos, equipo y médicos es prácticamente absoluta. El acceso o entrada a los nosocomios públicos y privados de la gran ciudad del DF, aplica únicamente con la consabida recomendación, menos nunca. Esto siendo derechohabientes o en el caso de las instituciones privadas, porque los seguros o los bolsillos de los pacientes han cubierto las elevadas cuotas que aquellos imponen.
Bueno, entonces, sería conocer el fondo del anuncio elevado por el sector salud y que nacionalmente cayó como balde de agua fría sobre las cabezas de millones, porque propios y ajenos al sector en cuestión, saben bien que tratándose del tema de salud pública, a los políticos difícilmente les atrae, mucho menos cuidar y preservar lo que se relaciona con el rubro de la salud humana, y que en principio hace mucho que se ha dejado como en un segundo plano, siendo que al lado de la educación, la vivienda, la seguridad, está sin duda la salud. Al tiempo mejor.

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