
Muy de acuerdo con el planteamiento del colega Eduardo Almada Terminal, mire:
“Ligas Mayores atesora su historia, como a sus ídolos, tomando una página de la religión católica. No es sarcasmo ni tiene otra intención que revelar lo que de cualquier forma es comprobable: algo sagrado.
Lamentablemente el béisbol mexicano, que otrora quizá fue más popular, pero sin lugar a duda en recientes años ha ido creciendo gracias al trabajo de la LMB y LMP –no la Federación Mexicana de Beisbol que debería contribuir- no hace lo mismo sino solo da chispazos con ocasionales homenajes, celebraciones, nombramientos y/o distinciones que muchas veces por lo mismo, quedan en el olvido.
Conste, el trabajo de los medios es apoyar, difundir y criticar; pero quien tiene que hacer la labor proselitista son presidentes de circuitos y directivos. Es indudable que unos hacen intentos, que en la mayoría de casos no trascienden”.
Enseguida, aborda el tema vigente en torno al No. 21:
“Las ofensas y desprecios contra el mejor jugador de la historia nacional y que podría ser en cualquier deporte, hablando de Héctor Espino, es una monumental vergüenza.
De cómplice está ignorarlo y/o querer archivarlo el béisbol organizado al grado de ni siquiera levantar una queja, sobre todo cuando la afición a nivel mundial, pues hay reportes de afectados desde otros países, no deja de hacerlo.
Obviamente cualquier acción de las ligas y/o equipos provocaría un gasto de tinta, saliva, dinero, etc.; pero, ¿qué es lo que estarán esperando? El gobierno no lo hará, ni creemos que le corresponda. Y no es cuestión reciente”.
Y anote lo que agrega:
“Hace par de décadas se retiró a perpetuidad, o de forma perene, el número 21 del “Superman”, inigualable apodo que recibió pues significa que solo hay uno. Originalmente las bardas de los estadios en nuestro béisbol, lo honraron; hoy en día parece ser que ni la mitad.
Ha sido expuesto a no sólo el actual presidente de la LMP, Omar Canizales, sino a anteriores y tampoco hubo respuesta, cuando únicamente se trata de pintarlo sobre una lona y colocarla.
Con razón, cuando se ha tratado de destrozar su estatua, a un kilómetro como si fuera oasis del Estadio Sonora, tampoco se han inmutado. ¿Será hasta que le corten la cabeza o desaparezca para que haya una solución? La verdad es inentendible… MUCHAS GRACIAS.
LUIS ELOY RAMÍREZ CABRERA:
Estimado Jesús: Saludos a ti y a la hermandad desde aquí, el enorme Brasil… continuo buscando el béisbol en este país de fútbol donde un grupo de dirigentes encabezados por Jorge Otsuka — uno de los más importantes directivos/ ejecutivos del beisbol aficionado en el mundo aunque sé que en estos momentos lo de la estatua de Héctor Espino es tema de prioridad porque entiendo que está que arde ese asunto– luchan por no sólo mantenerlo sino elevarlo hasta un nivel superior.
Espero que esta segunda parte sea del agrado de los lectores de AL BAT alrededor del mundo. Antes despedirme me uno al coro de voces que desde AL BAT, reclaman respeto y protección para la estatua del legendario Héctor Espino.
http://beisbolredes.blogspot.mx/
JESUS VARONA:
Excelentes temas amigo. Sobre el Legendario Héctor Espino, todo lo que se diga es poco. Aunque hay que acotar que figuras de esta tesitura, cuando aparezcan en Monumentos, deberán llevar la protección adecuada para no dejarle el detalle negativo al Diablo, que siempre está escondido en ellos y así no tener que lamentarnos como en este sonado y lamentable caso. Saludos <J>.
De la Rosa, Betances, Jeter…
En victoria de los NYY (3-2 sobre Tampa, Dellin Betances abanicó al enemigo No. 131 (Kevin Kiermaier, de los Rays) y con ello superó el record de franquicia y en campaña que tenía Marino Rivera desde 1996.
Con sólo once juegos por terminar el rol regular, Derek Jeter por sin pegó de hit tras 28 turnos de estar en blanco; ha sido su segunda mala racha de ese tipo desde que se fue de 32-0 en el 2004.
Jorge de la Rosa ganó su juego 14 (14-11) lanzando seis episodios para dos hits ante Dodgers que cayeron Mmmmm ¡16-2! ante los Rockies.
En tanto, ya sabe usted que mientras que los Nacionales de Washington ganaron su segundo título de división Este de la Nacional en tres años, los Orioles de Baltimore lograron su primero (División este de la Americana) desde 1997.
También esta noche los de Anaheim podrían amarrar su título divisional, es cuestión de minutos.
Bueno, los oropéndolas, bajo el mando de Buck Showalter, conquistaron su corona con su novena victoria en 10 juegos (hoy volvieron a ganar (a Toronto), además de su segundo boleto a los playoffs en tres años. Habían llegado a hilar 14 campañas consecutivas con foja perdedora.
Baltimore ganó el noveno título divisional en su historia, y apenas el segundo desde 1983, cuando se coronó en la Serie Mundial.
Orioles tiene un renacimiento con Showalter, quien con 1,254 triunfos rebasó a su mentor Billy Martin como el 36to piloto con más victorias de por vida.

