Crónicas del Poder: “¡Me dieron en la madre…!: Jorge Yunis Manzanares


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Jorge Yunis Manzanares, ex subprocurador de la zona sur

Por José Luis Pérez Cruz
(Primera de tres partes)

Por José Luis Pérez Cruz, egresado de la Facultad de Ciencias y Técnicas de la Comunicación de la Universidad Veracruzana
Por José Luis Pérez Cruz, egresado de la Facultad de Ciencias y Técnicas de la Comunicación de la Universidad Veracruzana

“Me doy cuenta que cuando rindo mi declaración patrimonial y afirmó que yo entregué la oficina el 3 de marzo, me dicen: ¡No, usted fue dado de baja desde el 28 de febrero! ¡Yo fui dado de baja estando enfermo con un infarto, me quitaron mi salario, mi seguro social, me dieron en la madre…!, dice Jorge Yunis Manzanares, al tiempo que golpea la mesa con su puño derecho y sacude el plato con rebanadas de papaya que ha olvidado comer por contar la historia de su despido ilegal y arbitrario de la Subprocuraduría de Justicia de la zona sur.
Con voz entrecortada y casi al borde del llanto, ya completamente recuperado del infarto al cerebelo que sufrió a finales de enero de este año, el abogado porteño ha decido abrir su Caja de Pandora, hablar de cómo la Procuraduría General de Justicia del Estado de Veracruz, ha violentado sus derechos a pesar de haber servido al sistema durante 29 años – 18 como defensor de oficio y 11 como subprocurador en varias partes del estado-
“Yo me enfermo, el 29 de enero, me da un infarto, ¿Por qué?, porque era hipertenso, era diabético, el estrés, llegaba yo a trabajar a las seis o siete de la mañana, eso me llevó al infarto, el día 18 de febrero regreso a trabajar aún enfermo, sin embargo el 3 de marzo se presenta el señor Procurador, Luis Ángel Bravo Contreras, con el licenciado Carrillo y me dice, tienes que entregar, le contesto ‘sí señor’”, cuenta Yunis Manzanares y sigue.
-“¡Ya te avisaron!, me dice afirmando Bravo Contreras, hecho que nunca ocurrió”.
Relata el ex subprocurador que ya los rumores de su salida estaban en los medios de comunicación y aún así sin notificación formal entregó la oficina. 29 días después de su infarto, fue despedido sin liquidación alguna.
“A mí nunca me avisó el Procurador que tenía que entregar, a todos los subprocuradores y funcionarios de confianza cuando hay cambio de Procurador nos hacen firmar las renuncias, es lógico para demostrar que somos eso, de confianza, quisiera pensar que hasta ocuparon ‘mi renuncia’ para sacarme del puesto”, dice mientras esboza una sonrisa nerviosa.
Para el licenciado en derecho, simplemente se “la aplicaron”.
“Esa renuncia me la pidieron cuanto llegó Mikel, cuando arribó Emeterio, cuando estuvo Amadeo, pero no pasaba nada, nos la regresaban, así tal cual”, certifica al tiempo que aleja la taza de café que sólo ha probado una sola vez.
Ahora fue diferente, sin embargo Jorge Yunis aún esperaba que Luis Ángel Bravo Contreras, le dijera el motivo de su salida.
“Cuando yo entregué, yo tenía incapacidad pero me estaban dando de baja, yo pude haberme incapacitado por seis meses o un año, sin embargo no lo hice”.

“VETE A REHABILITAR Y LUEGO VEMOS”, EL MENSAJE DE DUARTE
Recuerda que cuando vino el Procurador a presentar a Ricardo Carrillo Almeida, hay un periodista que le pregunta, ¿Qué va pasar con Yunis?, y Luis Ángel le contesta, “ahorita hablo con él”.
“Terminó el protocolo de entrega-recepción con Almeida, Bravo Contreras me llama y me afirma: “Dice el gobernador que te vayas a rehabilitar y cuando estés bien, haber que hago contigo”.
“Yo le contesté: ‘Sí señor, si quieren que me rehabilite lo voy hacer”, asegura Yunis Manzanares.
En el mes de marzo Jorge inició su rehabilitación del infarto que le trajo secuelas de inmovilidad en un sector del cuerpo. A penas y podía sostenerse por su propio pie.
Sin los vicios del alcohol y el cigarro, el ex subprocurador gozaba aparentemente de buena salud ya que además practicaba futbol y ejercicio al aire libre, su buen estado físico es el que finalmente le está salvando la vida.
Ese día que tuvo el infarto cerebral, paradójicamente Javier Duarte de Ochoa estuvo en Coatzacoalcos para entregar equipamiento para el Mando Único en la zona sur.
Yunis Manzares llegó al evento, desde la lejanía observaba todo, sin embargo de pronto se recargó sobre unas vallas de metal, parecía desvanecerse y tuvo que ser ayudado por unas personas que estaban cerca de él para mantener la vertical. Fue hospitalizado de inmediato. Era el inicio de su infarto al cerebelo. Todo esto ocurría ahí, enfrente del gobernador de Veracruz.
“El 30 de abril yo ya estaba al 100 por ciento, la doctora Ángela Prieto me dio de alta, mandé mi certificado a la Procuraduría, ya no me pagaban mi salario pero aguanté, dije no voy a demandar, soy un soldado y voy a esperar cuál es la decisión del sistema, por riesgo de trabajo no hay prescripción, sin embargo nada pasó. ¡A mí no me dieron ni un solo peso, con mis ahorros he pagado toda la atención a mi enfermedad!, dice Yunis alzando la voz.
Y va más allá.
“Podrán decir chingaderas pero a los delincuentes los metí a la cárcel, yo me rajé la madre, nunca recibí un peso indebido, ¡Nunca!, el día que yo estaba infartado, El Ejército Mexicano detuvo a once delincuentes, seguía operando la subprocuraduría desde la cama, y di la orden a los ministerios públicos para que siguieran el proceso, yo soy el único pinche subprocurador que iba a todos los hechos sangrientos, ¡ninguno va, esa es la realidad!, !Yo iba solo!, dice al tiempo que solloza.
“En el puerto de Veracruz yo iba al levantamiento de todos los cuerpos, a mí me tocó el Veracruz violento, me rajé la madre, me podrán relacionar de cualquier chingadera, pero nunca de corrupto, nunca de vendido”

NI SIQUIERA UN “OK”
Jorge ¿A ti nunca te habló el gobernador cuando te enfermaste, ni cuando saliste?, se le cuestiona.
-”Mira, respeto mucho al gobernador, yo le mandé un mensaje por teléfono celular, como cuando antes le informaba de todo, hablar por teléfono es difícil”.
¿Qué decía el mensaje?
-“Señor no le informé de mi infarto porque los funcionarios públicos estamos para dar soluciones, no problemas, yo ya estoy bien y estoy a sus órdenes”, eso decía.
“Y sabes ni siquiera ‘OK’ me contestó, se que revisó el mensaje, la tecnología te permite darte cuenta, sin respuesta con eso a lo mejor entiendes que no quieren nada ya, ahora con esta entrevista creo que va ser peor”, afirma Jorge al momento que mueve la cabeza, como lamentándose.
“Él debió enterarse de mi situación por lo publicado en los medios de comunicación, yo veo la prensa cuando el señor gobernador va con un periodista que está enfermo, a mí nunca me fue a visitar, ni me habló, el que me fue a ver fue su suegro – Tony Macías-, mis respetos para el señor”
-¿Tampoco lo buscaste en algún evento?
-“¿Para qué? ¿Para qué?”
-Lo pregunto porque tú dices que sabes cómo funciona el sistema y el sistema funciona a veces así, andar haciendo presencia, acercarse o lamiendo botas como otros…
-“Yo como subprocurador aprendí a saber cuando las cosas están mal, a ellos siempre les dije la verdad, si te hacen caso o no, ese ya es otro problema”,
Hasta aquí la primera entrega -de dos más- de la larga entrevista sostenida con Jorge Yunis Manzanares, ex subprocurador de la zona sur, víctima de la injusticia laboral de la Procuraduría General de Justicia del Estado de Veracruz (PGJEV), que comanda Luis Ángel Bravo Contreras.
Si esto ocurre con sus empleados, qué pasará con aquellos miles de veracruzanos que llegan a las oficinas en busca de justicia.
En la próxima entrega la historia de una nota de la revista Proceso nunca fabricada y nunca aclarada por el perverso Enoc Maldonado Caraza, asesor y funcionario consentido de Luis Ángel Bravo Contreras y las fiestas de Yunis Manzanares, ¿dónde están sus amigos que acudían por cientos a sus festejos opíparos? ¿Dónde están? (Continuará…)

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