
Por Luis Velázquez Rivera
•Margarita Zavala se ha anotado para la curul federal y hasta de candidata presidencial
•Pero antes, como la Bamba, falta un poquito de gracia y otras cositas…
Bueno, las elevadas temperaturas están causando estragos en las neuronas políticas. Por ejemplo, en el PAN perfilan a Margarita Zavala como diputada federal. Pero también, oh paradoja, como candidata presidencial para el año 2018.
Y aun cuando se trata de un estribillo demasiado exhibido en el sexenio de su esposo, Felipe Calderón, y cuando, además, nadie puede negar su trayectoria pública, se trataría de un Maximato azul.
Incluso, Margarita Zavala ya tiene sus fans camino a Los Pinos luego de Enrique Peña Nieto. Son Cecilia Romero y Ana Teresa Aranda. Así, igual que Marta Sahagún de Fox jugó con el escenario y en el 75 aniversario del PAN, dijo cuando le preguntaron sobre la candidatura presidencial:
“Algunas cosas las tenemos que platicar hacia adentro y estoy segura que lo que vale de Acción Nacional es la historia. Hombres y mujeres que estamos de buena fe con un profundo amor a México”.
Así, y por lo pronto, el gobernador de Puebla, Rafael Moreno Valle, ha de rediseñar la estrategia, porque para entonces, se la pueden tumbar.
Cecilia Occelli y Nilda Patricia Velasco, esposas de Carlos Salinas y Ernesto Zedillo, fueron discretas en el ejercicio del poder y la tarea de gobernar y se mantuvieron al margen de las tentaciones políticas.
También ahora Angélica Rivero, la esposa de Peña Nieto.
Por el contrario, Martha Sahagún y Margarita Zavala lucharon hasta el final para la sucesión. Quedaron en el camino. La Zavala arremete…
UNA PRESIDENTA; PERO ANTES…
En algunas entidades federativas se reproduce el fenómeno. Por ejemplo, en Veracruz.
En repetidas ocasiones uno que otro columnista se ha ocupado del asunto y asegurado que la doctora Karime Macías de Duarte estaría pensando en la candidatura a diputada federal por el distrito de Coatzacoalcos.
Igual que Margarita Zavala.
Quizá, y como se ha estilado con el góber padrísimo, estarían midiendo el agua a los camotes.
Pero, al mismo tiempo, habría de referir que cuando se consultó al director de Comunicación Social del gobierno de Veracruz, Alberto Silva Ramos, si tales comentarios iban en serio, repitió una frase que, dijo, expresara Javier Duarte: Eso es una reverenda jalada.
Es decir, que tales observadores de la vida pública de Veracruz habrían fumado mota, y de la mala, para llegar a tal comentario.
Y es que, bueno, algún día será. Pero por lo pronto, falta mucho a las mujeres para alcanzar mejores niveles políticos.
Por ejemplo, que en verdad la próxima Cámara de Diputados esté integrada por 250 mujeres y 250 hombres, en caso de que la reducción de cien curules federales se cumpla hasta dentro de tres años.
Luego, y por añadidura, que las gubernaturas del país estén ocupadas, mínimo, por 16 mujeres, es decir, la mitad.
En automático que la mitad del gabinete legal del presidente de la república sea ocupado por mujeres.
Después, que la mitad de los gabinetes estatales del país esté desempeñados por mujeres.
Más tarde, que en la mitad de las 2,500 presidencias municipales, más o menos, de norte a sur y de este a oeste de la nación… existan mujeres.
Y de igual maneras que en la mitad de las curules locales de cada estado haya mujeres al frente, como por ejemplo, en el caso de Veracruz, 25 diputadas y 25 diputados.
Así, y luego de tal infraestructura política ninguna duda habrá de que una mujer será presidenta de la república.
Claro, pudieran darse excepciones y antes, mucho antes de que el gallo cante tres veces una mujer llegar a Los Pinos.
LAS MUJERES, MÁS DRÁSTICAS Y DURAS
Pero con todo, para tal posibilidad se necesita una infraestructura social, política y económica, capaz de enfrentarse al club de Tobi en que se desenvuelven los partidos políticos.
Y más si recordamos una anécdota contada por John Reed en su libro sobre la revolución mexicana.
Un día, Pancho Villa preguntó en una encuesta entre las Adelitas que echaban tortillas y lavaban ropa qué harían con los traidores.
La respuesta mayoritaria, total, absoluta, fue una sola, la siguiente: “Colgarlos de un árbol”.
Pancho Villa concluyó que las mujeres son más duras y más drásticas que los hombres.
Más aún si se considera la última frase del premio Nobel de Literatura, Mario Vargas Llosa, de que en el PRI hay mafiosos aún, un mal pendiente de exterminio.
Publicado en: http://blog.expediente.mx/nota.php?nId=8677
