Por Luis Velázquez
Desde hace un par de décadas, el destino político de la tierra jarocha está en Dante Delgado, Fidel Herrera y Miguel Ángel Yunes padre, mientras otros priistas se volvieron unos burócratas del poder Desde hace unos 20 años, el destino político de Veracruz está en las mismas manos.
Dante Delgado Rannauro. Fidel Herrera Beltrán. Y Miguel Ángel Yunes Linares.
Y todavía, de pilón, ahí vienen los hijos de Fidel Y Miguel Ángel.
Y, bueno, habría de preguntarse la calidad en el bienestar de vida cotidiana que el trío habría generado para el mayor número de habitantes de Veracruz.
Claro, nadie se asusta que el trío domine y predomine en el escenario local.
Apenas y reproducen el modelo social y económico y político: una elite gobierna y ejerce el poder. La mayoría son los gobernados.
Por ejemplo, algunos líderes sindicales están en igualdad de circunstancias:
Pascual Lagunes Ochoa, dueño del sindicato de TAMSA desde hace unos 20 años.
Enrique Levet Gorozpe, dueño del sindicato del FESAPAUV de la Universidad Veracruzana desde hace unos 19 años.
Juan Nicolás Callejas Arroyo, dueño de la sección 32 del SNTE, desde hace más de 30 años.
Víctor Flores Morales, dueño del gremio ferrocarrilero desde hace unos 20 años.
Nino Baxzi, dueño del sindicato de recolectores de basura desde hace unos 20 años.
Enrique Ramos, dueño del sindicato azucarero desde hace unos 20 años.
Estela Fentanes, dueña del sindicato de empleados municipales de Veracruz desde hace 20 años.
Por referir unos cuantos, pues la pléyade de líderes perpetuados en el poder de norte a sur y de este a oeste de Veracruz resulta insólita, como si cada trabajador fuera feliz con un cacique en su grey.
Lo peor del asunto es que Dante, Fidel y Miguel Ángel están en el pandero, listos para la elección de diputados federales y la disputa por la joya de la corona: la gubernatura.
BURÓCRATAS DEL PODER
Otras figuras políticas han aparecido en el transcurso de dos décadas y, sin embargo, han sido debut y despedida.
Y/o en todo caso, han permanecido; pero con un bajo perfil, brincando de un cargo público a otro, contentos de un trabajo que les permita existir, pues más allá de la política es lo único que saben hacer.
Por ejemplo, a Jorge Uscanga Escobar, Felipe Amadeo Flores Espinosa, Carlos Brito Gómez y Guillermo Martínez Zúñiga, cuatro que tuvieron más trayectoria pública, el tiempo se les vino encima y han quedado como unos burócratas del poder; pero ninguno con la fuerza envolvente del trío integrado por Dante y Fidel, quienes ya fueron gobernadores, y han tenido vida después de… y Miguel Ángel, quien ha quedado en la recta final en tres ocasiones.
Incluso también pudiera anotarse a Ignacio Rey Morales Lechuga, quien buscó la gubernatura por la oposición; pero el priista Miguel Alemán Velasco lo derrotó.
Y, sin embargo, también llegó un poquito más lejos que otros. Procurador de Justicia en el DF y de la república y embajador de Carlos Salinas en Francia.
Es más, por aquí llegaron Agustín Acosta Lagunes, Fernando Gutiérrez Barrios, Patricio Chirinos Calero y Miguel Alemán a la gubernatura, regresaron a la ciudad de México, su ciudad sede, y su grupo político se diluyó.
Ninguno sembró para el futuro ni tampoco para crear una tribu política para trascender, que es y ha sido la chamba de Dante, Fidel y Miguel Ángel.
LA GENERACIÓN PERDIDA
Uno de los grupos más sólidos, por ejemplo, es el del góber fogoso.
Pero, bueno, y salvo lo que diga la astróloga de los Llanos de Sotavento, por ningún lado se mira un relevo con la altura política suficiente.
Adolfo Mota, por ejemplo, es híbrido. Entre Fidel, Alemán y Emilio Gamboa Patrón. Muchas, demasiadas lealtades, digamos.
Alejandro Carvallo está soñando con regresar al estado de México, al lado de su hermano, para ver si puede descollar más.
Érick Lagos, sin dinero del erario para comprar conciencias, es nada.
Marcelo Montiel quedó reducido al cacicazgo pueblerino, lo que José López Portillo llamaba el localismo empobrecedor.
Juan Antonio Nemi Dib desea refugiarse con Yunes Linares, su auténtica lealtad, incluso, y por quien abandonó a Dante Delgado a su suerte penitenciaria.
En el equipo dantista la nómina ha disminuido. Su lideresa estatal, solo es mediática. Y su mejor carta, José Luis Lobato Campos, entregado de lleno a la vida empresarial, otra de sus grandes cualidades.
Miguel Ángel, nada contracorriente en el PAN donde las convencionales tribus azules están en su contra.
Con todo, el trío está vigente. Y en los años 2015 y 2016 ahí estarán en la rebatinga por el poder.
Dante y Miguel Ángel, tratando de recuperar el terreno político perdido.
Y Fidel, obsesionado con su Maximato.
Publicado en: http://blog.expediente.mx/nota.php?nId=8742
EfACICO 