Qué lejos estoy del pueblo donde he nacido…


Por Ruperto Portela Alvarado

 

Por  Ruperto Portela Alvarado, egresado de la facultad de Ciencias   de la Comunicación de la Universidad Veracruzana, desde Tuxtla Gutiérrez, Chiapas
Por Ruperto Portela Alvarado, egresado de la facultad de Ciencias de la Comunicación de la Universidad Veracruzana, desde Tuxtla Gutiérrez, Chiapas

Tuxtla Gutiérrez, Chiapas; 13 de septiembre de 2014.- Dice la “Canción Mixteca” de las añoranzas de quienes se han tenido que ir de su tierra natal, de la “Madre que los Parió” a otras latitudes en busca de mejores derroteros: “qué lejos estoy del pueblo, donde he nacido/ tremenda nostalgia invade mi pensamiento/ y al verme tan solo y triste/ cual hoja el viento/ quisiera, llorar, quisiera morir, de sentimiento/. Una de las canciones que más cantan los migrantes.

            Voy de vuelta como el migrante repatriado. Pero no solo el migrante que va de su país a otro, sino de quienes por alguna circunstancia social o económica tuvimos que emigrar a otro estado como es el caso de quien esto escribe y que vive –con toda la familia—en el Estado de Chiapas, precisamente en la capital de la entidad.

Los recuerdos vienen en cascada, en nostalgia por los familiares, amigos y compañeros de escuela; los maestros que nos enseñaron a leer o forjar un mejor destino. A los personajes que de Alvarado han hecho una historia no escrita todavía y que deberíamos honrarlos con nuestro testimonio de que existieron.

Tal vez no tenga completamente grabada la información que por el tiempo se me habría borrado de la memoria; pero hay nombres, situaciones y anécdotas que podríamos recrear en un espacio como este para crear conciencia de que Alvarado y los alvaradeños somos grandes por nuestras raíces y gentes.

En esos momentos de nostalgia, un día cualquiera en que se recuerda a la tierra madre que nos vio nacer, escribí esta sencilla poesía callejera  que di en llamar:

A MÍ PATRIA QUERIDA…

 

Mi patria querida,

que suave te meces

en el entorno de mi vida.

¡Que dulce te siembras

en el recuerdo de mi nostalgia!.

Porque vibra el sentimiento,

profundo y sincero

dentro de mi ser.

 

Aunque lejos estoy de ti,

siento por eso quererte

como a la amante ausente

que un día volverá a tu regazo.

 

Eres raíz que se aferra

a la tierra junto al mar.

Eres playa que brota incesante

de las nobilísimas aguas

del Blanco y el Papaloapan.

 

Alvarado, vivo y noble puerto

de las tres estrellas:

Ilustre, Heroica y Generosa.

Ciudad que se recrea en su laguna;

Puerto de gentes cosmopolitas

y de humildes pescadores.

 

Patria pequeña,

que suave te meces

en los vaivenes de mi vida.

Hoy quiero rendirte un homenaje

de gratitud

por el noble gentilicio

que de ti he recibido.

Soy alvaradeño;

orgulloso y ufano

me presento.

 

He de volver a ti,

a las delicias de tus playas;

a la convivencia de mis amigos,

a la hospitalidad de mis paisanos.

Es añoranza de quien está lejos

y quedarse quiere para siempre.

 

Volveré a ti,

mi pequeña patria querida;

que suave te meces

en mi recuerdo y mis nostalgias.

Volveré con la frente en alto

como aquel que ha cumplido,

una etapa más de su vida…

 

 

Como decía “La Pantera”, uno de los personajes alvaradeño: “es muy fácil ser veracruzano, pero muy difícil ser alvaradeño”. Ya habrá tiempo para recordar a este amigo que como otros forjaron una etapa de la vida de Alvarado. RP@

 

 

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