Carlos Navarrete, los Chuchos y Pablo Gómez

Carlos Navarrete, un desconocido para el grueso de perredistas en el interior del país, se ungió como presidente del comité ejecutivo nacional del PRD y junto con él un cuadro directivo salido de la manga de camisa del grupo de Los Chuchos, lo que vaticina verdaderos encontronazos políticos en las filas de la mal llamada izquierda del sol azteca, en los tiempos por venir.
Los muchos dirigentes que cuenta en sus filas el perredismo nacional, optaron por cerrar las puertas a cualquier expectativa para que volviera como líder nacional el ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano.
Y es que en la realidad, el partido está o se encuentra en un tris de desaparecer, si el electorado lo quiere, porque un cambio de fondo en los cuadros directivos del membrete en cuestión, no lo ve nadie en diez kilómetros a la redonda.
Tanto, que Pablo Gómez, el archiconocido dirigente de izquierda, surgido al calor del movimiento del 68, luego de la designación de estreno, pero con los mismos de hace una veintena de años, se levantó para pedir en tono enérgico la autocrítica del partido, y luego se fue a la yugular del gobernador del estado de Guerrero, de quien dijo que debe cumplir antes que nada con rendir cuentas de su función como tal, porque es imperdonable que persistan los actos de violencia y ahora de desaparecidos, sin que se haya percatado el mandatario en cuestión.
Criterio con que contradijo, de entrada, al propio líder Carlos Navarrete, porque éste, en el mensaje de unción, habría dicho, y luego en rueda de prensa, que podría haber disensos, también diferencias y choques entre perredistas hacia dentro del partido, pero que se trataría en lo subsecuente de ofrecer un grupo fuerte, resistente y con la solidaridad y apoyos de todos los miembros del partido de la revolución democrática.
Lo cierto es que la directiva nacional enfrenta serios tropiezos que ancestralmente se anidaron en el seno del perredismo, prácticamente desde su fundación, como también el haber exterminado prácticamente al ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas, quien seguramente no perdonará a Carlos Navarrete, que en las últimas semanas le ha pedido que aceptara que no podía contender otra vez por la dirección del partido, que su tiempo había pasado y que, por añadidura, le solicitaba que aceptara que siguiera operando como su guía moral, como ha sido reconocido nacionalmente.
En síntesis, el perredismo continúa como una nave sin rumbo y sin un capitán que sólidamente cuadre ante las preferencias electorales de una ciudadanía insatisfecha con el sistema de partidos políticos existente en este país. El éxodo y peregrinación de muchos perredistas, con rumbo a las trincheras de Morena, está seguramente también en plena marcha. Esperemos.
* ATAQUE A GRUPOS
SOCIALES, SISTEMÁTICO
Hay preocupación en el grueso de mexicanos, unos porque militan, y otros son simples espectadores en el sentido de que los ataques a quienes disienten con las cuestiones de estado, se les persigue, acosa, balea, masacra o sepulta clandestinamente.
En el lapso de dos años cuando menos, la constante ha sido el ataque a los librepensadores, los críticos y los mexicanos que de alguna u otra manera son miembros de organizaciones, en las cuales se han enlistado, bajo la presunción de que las siglas hacen la fuerza, sólo que en Guerrero, el Estado de México y hace un año en Xalapa, se dieron demostraciones de conductas encontradas o en contra de la libre manifestación social.
Hace un año, o poco más de éste, los maestros fueron víctimas de una golpiza en la plaza Lerdo. Sin embargo, el ataque lo dirigieron elementos de la policía estatal, lo que evidencia necesariamente el uso de la fuerza de que dispone el estado, los malos funcionarios, para tratar de acallar las voces que disienten de las tomas de decisión que suelen asumir precisamente los políticos.
Hace dos días, el propio secretario de gobierno Erick Lagos Hernández, tuvo que salir al paso de la ola de rumores, en el sentido de que las fuerzas policiales contuvieron o retuvieron una marcha de campesinos e indígenas que venían de Soledad Atzompa a esta capital, para hacer un bloqueo monumental en el corazón de la capital. El secretario dijo que no se reprime a nadie y que se les facilitó el diálogo yendo funcionarios públicos al entronque en que fueron retenidos los campesinos, en algún lugar de la zona centro del estado.
Se confirma que fueron militares quienes ejecutaron a 23 jóvenes en una encerrona que les asestaron en Tlatlaya, Estado de México, el pasado mes de junio, pero los hechos fueron apenas conocidos, gracias a agentes policiacos estadunidenses, quienes demandan una investigación de fondo, para saber el porqué la masacre. Los muchachos, en apariencia no estaban ligados a ninguna organización criminal, como se les ha querido ver y sí, en cambio, de alguna forma lanzaban su protesta por la falta de oportunidades para desempeñarse en actividades de comercio ambulante.
El último atentado, en el estado de Guerrero, se ha endosado a una banda delincuencial, que desde sus trincheras salió la orden para aprehender, desaparecer y asesinar a 43 estudiantes normalistas, empero, también se confirma que fueron policías municipales quienes dispararon metralla sobre los muchachos, hijos en su mayoría de indígenas, los que victimados, igual, el acontecimiento asemeja tintes policiales en su ejecución.
Lo ocurrido en el Instituto Politécnico Nacional no llegó a más, pero sus estudiantes se encuentran alertas. El ataque no se produjo porque aquellos mantienen una sólida relación entre sus escolares, acallaron voces ante la prensa, no permiten que ninguno de sus aparentes dirigentes hable con periodistas, y si bien les han resuelto a satisfacción un pliego petitorio de 10 puntos, es la hora en que aún no entregan las instalaciones del Politécnico.
Este país, como todo mundo sabe, está ávido de un líder, bien podría estar cristalizando el propósito con estos ataques a los grupos sociales. No hay que olvidar que en los jóvenes en plena formación y convencidos como son los normalistas de Iguala, Guerrero, y los politécnicos del DF, están precisamente los futuros estrategas de la vida pública nacional.
Empero, asesinando y culpando desde la esfera social a grupos criminales constituidos, enervan aun más los ánimos de una sociedad bastante lastimada y desconfiada de lo que hacen y dicen sus funcionarios públicos. Al tiempo.
* DON GUILLERMO
CALENTÓ A MAESTROS
El ex ministro Guillermo Ortiz Mayagoitia nomás vino a calentar motores con su opinión acerca de la ley de estreno que rige al Instituto de Pensiones del estado, como hacen constar las tantas quejumbres y precisiones que se pretenden, unos para condenar, y los voceros oficiales para favorecer la legislación en cuestión.
El grupo conservador de académicos de la facultad de derecho, bajo la conducción de José Luis Cuevas Gayosso, trajeron al ex ministro y ex presidente de la Corte, quien él como colegas suyos del poder judicial federal, cobra una pensión de algo así como 500 mil pesos mensuales, con el pretexto de imponerle su nombre al aula magna del plantel, donde sus más de mil alumnos ignoraban de quién se trataba, porque jamás lo habían visto ni en fotografía, pero en cambio, sí rindió a los chicos de la prensa una declaración que hoy cala profundo.
Ortiz Mayagoitia fue claro al advertir que la ley del IPE no es inconstitucional, que si acaso tienen que cambiarse dos o tres artículos, pero que ya la Corte estaría arreglando a la mayor brevedad.
El grupo que invitó a Mayagoitia le rindió la pleitesía de rigor y el personaje abandonó la ciudad.
En tanto, la guerra se ha desatado y en qué forma. Los más de maestros en activo y pensionistas demandan que sean los ex funcionarios públicos que saquearon los recursos del IPE, sean llamados a rendir cuentas y devuelvan parte de lo sustraído. La suma del saqueo, se cuenta que alcanza los diez mil millones de pesos.
Por su parte, el diputado Julen Rementería dijo que el trabajo legislativo del PRI da vergüenza.
Refiere el legislador que la ley del IPE se aprobó con muchas inconsistencias e irregularidades y todo esto lo atribuye el diputado porteño a que se aprueban leyes, pero sin un exhaustivo análisis.
Fue al fondo, al advertir que el proceso de audiencia incidental y suspensión provisional de la ley en cuestión lleva congruencia con la demanda social de miles de veracruzanos.
Frenar y desechar la ley, deja muy mal parados a los legisladores
Siendo que éstos, precisamente, tienen la obligación de ofrecer un quehacer limpio, honesto, imparcial, sobre todo.
Específicamente, Julen Rementería atina al definir que en tribuna se les quiso aclarar a los priistas que la ley en los términos actuales no podía pasar, que era inconstitucional el hecho de seguirle cobrando a los jubilados, lo del salario regulador.
Esta fue una de las razones para que, por su lado, el Movimiento Ciudadano haya enlistado a los socios del viejo régimen, y en una serie fotográfica que abarca la manta que los exhibe en su frente el edificio que ocupa dicho partido, acusándolos de ser los protectores del saqueo en el IPE y de traicionar a los trabajadores y derechohabientes del IPE.
El problema en que está metida la fracción legislativa de priistas, amaga con agravar el conflicto, que hoy alcanza niveles de protesta en la calle, que no se detendrá hasta conseguir de los ex asalariados de Ortiz Mayagoitia, que reculen y tornen a su lugar de origen un texto constitucional que afecta a pensionistas y trabajadores en activo. Por favor.

