Por Raúl González Rivera
Con Gustavo Díaz Ordaz, la matanza de estudiantes en el 68 inició la mala hora del régimen de la dictadura perfecta, como sabiamente el escritor peruano Mario Vargas Llosa bautizó al sistema de gobierno mexicano, hace poco más de 30 años.
Luis Echeverría marcó su paso por la política mexicana, primero como ejecutor desde su cargo de secretario de gobernación, mandando a matar estudiantes en el año de 1971.
Ambos genocidios, se creía que no iban a ser más repetidos, sobre todo porque los hechos se hicieron del dominio de naciones europeas y los Estados Unidos de Norteamérica, lo que provocó oleadas de rechazo, condena y descontento en contra de las autoridades aztecas.
Sin embargo, los asesinatos de Acteal, ocurridos durante el sexenio de Ernesto Zedillo Ponce de León, seguramente le han quitado alguna parte de su sueño cotidiano al ex mandatario azteca, a quien se responsabilizó siempre del ataque a manos de cuerpos policiacos y su caso fue llevado inclusive a tribunales judiciales internacionales, lo cual irremediablemente deja impresa la huella del descrédito a un gobierno emanado del viejo régimen, a cargo precisamente del político menos priista de cuantos han desfilado por esas trincheras y que se encumbraron con el poder público, antes de darse la docena trágica de los panistas.
Hoy, Ayotzinapa duele a la nación entera.
La indignación, el rechazo y condena a una gesta ocurrida a manos de policías municipales, resulta imperdonable, que no se cura con la renuncia de un gobernador, como se lo propone el mandatario de Guerrero, porque las heridas que va dejando la mortandad derivada de las luchas sociales, hoy más que nunca resulta imperdonable.
Cinco jóvenes ejecutados, veinte lesionados y 43 desaparecidos, todos estudiantes de la escuela normal rural de Iguala, estado de Guerrero, suscriben una página terriblemente negra para un régimen que se precia de jugar a la democracia, cuando tales demostraciones de ferocidad policiaca, en cualquier parte del planeta tierra, enfrentan los odios y rencores de los seres iguales a todos, ávidos de justicia, libertades y modos de vida pública en escenarios de la concordia.
Ya sin el uso de las páginas periodísticas, ayer muy temprano, en las redes sociales circularon los espacios, localidades y países en los cuales se celebrarían en el curso del día, las marchas, protestas y manifestaciones públicas de repudio a la matanza de Iguala, dentro y fuera del país, en los continentes latinoamericano y europeo. De todo esto, pudieron dar cuenta los consulados mexicanos distribuidos sobre el resto del planeta.
En todos los textos, que no son cientos sino miles, que se difundieron a través de las redes sociales y el Facebook, se hizo saber que a los gobiernos de la república y al estatal de Guerrero, sólo hay dos peticiones, consistentes, una, en que aparezcan vivos los 43 jóvenes normalistas atrapados y golpeados por elementos de la policía municipal y, dos, que se detenga a los responsables de este salvaje atentado, los políticos y los policías, autores intelectuales y materiales de estos hechos, que vuelven a teñir de rojo sangre no sólo a Guerrero, sino a la nación toda mexicana.
* EL 23, MARCHA NACIONAL
DE LOS MÉDICOS Y ENFERMERAS
No sólo en los hospitales que dependen del sector salud encaran calamidades, carencias y otros pendientes en cuanto a medicamentos, médicos especialistas, materiales de curaciones elementales, focos en los quirófanos, cestos para la basura, cobertores, sábanas y equipamiento en sus diversas salas, sino también en otros similares del resto del país, porque el problema de la salud pública sigue viéndose peyorativamente, porque a los políticos simplemente no los hace lucir.
Guadalajara es el punto a partir del cual surge la inquietud de los galenos, quienes realizarán una manifestación de protesta monstruo el próximo 23 en todo el país, para enfatizar su respaldo a los médicos ginecólogos de Guadalajara, Jalisco, que enfrentan un proceso judicial, cuando sin materiales ni equipos ni nada que utilizan los galenos en cuestión, quedaron cortos y no pudieron salvar la vida de un menor, lo que les costó una denuncia penal, que sigue su curso en tribunales judiciales de aquella entidad.
Convencidos los médicos del resto del país, que el procedimiento es injusto, ya realizaron una marcha y van por la segunda, nacionalmente, con vistas a lanzar su nueva protesta, por el que consideran un ataque a la libertad de su ejercicio, sobre todo cuando los hospitales carecen hasta de lo necesario para poder atender con el éxito esperado a un pacientito.
Esta demostración de rechazo a las prácticas burocráticas de los políticos, que se niegan a ventilar mejoras en favor de la salud pública, los médicos al día siguiente del día precisamente dedicado a los galenos, 22 de octubre, harán una muestra de su condena en todas las entidades del interior del país, incluyendo la ciudad de México.
De qué trascendencia están hablando los directivos del Issste, al anunciar la creación de diez mil plazas, cuando es bien sabido que sus nosocomios en el interior de la república, son más cascarones que hospitales, y algunos de corte nacional, como los presume la egolatría de sus burocratizados jefes, lejos están de contar en sus instalaciones con los equipos y el personal suficiente especializado para atacar muchos de los males que en el camino van cobrando la vida de inocentes.
La inquietud que provoca lo que se dice oficialmente en el rubro de la salud pública, porque en el ir y venir cotidianos, choca con lo que en la realidad sucede y deja de lado la congruencia que se avista muy lejana con los políticos.
El conflicto de Guadalajara causó un cisma, que el próximo 23 de los corrientes, bajo la bandera de «un día sin médicos», de nueva cuenta miles saldrán a las calles de este país, para mostrar su molestia y rechazo, ya que a los galenos se les exime de realizar un papel profesional, siendo que las carencias hospitalarias sean superiores a sus capacidades y los políticos dirigen más con ocurrencias, que con planes y programas preconcebidos en el rubro de la salud pública, lo que ahora confirma la OCDE, al citar que México ocupa el último lugar en seguridad, en la educación y también en la salud pública.
* SIGUE LA CFE SIN DECIR
ALGO SOBRE LAS TARJETAS
Es en las comunidades más apartadas, aunque igual la protesta y queja alcanza a 91 municipalidades en las que CFE ha querido imponer la «tarjeta inteligente» a los usuarios de energía eléctrica, porque sin realizar ningún sondeo, encuesta o pedir la opinión de su vasta clientela, les impuso una mica con la cual acudir a los bancos o tendajones de su elección, para poder pagar sus consumos mencionados.
En un régimen de dictadura, tendría que aceptarse por parte de la población lo que está ocurriendo, sobre todo en poblados donde seguramente el analfabetismo gana la carrera a todo el sistema educativo, pero en buen número de municipalidades no se han dejado engañar y ya hicieron llegar sus quejas al otro fantasma de la administración de gobierno, como suele operar la procuraduría de defensa al consumidor (Profeco).
De esta última instancia ha salido a flote que próximamente, más que acudir a la fiscalía en cuestión, los quejosos ofrezcan un frente único y fuerte y eleven una denuncia ante tribunales judiciales o, en su debido tiempo, también se decidan por la solicitud de un amparo, porque inclusive la misma Profeco dijo que se estarían violando también derechos humanos.
No hay que olvidar que se trata de una burda imposición a través de la cual la CFE se propone obligar a que los usuarios del servicio eléctrico realicen sus pagos bimestrales, con la «tarjeta inteligente», sobre la cual nadie absolutamente ha rendido ninguna orientación o explicación.
Y es que si algo cumple cabalmente cada consumidor de energía eléctrica es su pago bimestral y lo hace en la caja registradora que más le viene en gana, como pueden ser los centros comerciales, las tiendas departamentales, los bancos en su totalidad y por supuesto las alcancías que se encuentran ubicadas en los estratégicos puntos de la ciudad, en donde pueden realizar los pagos de sus correspondientes consumos de energía eléctrica como es el caso en esta ciudad capital.
Por lo que hace a las quejas recibidas en oficinas de la Profeco, cabe destacar que una mayoría pertenece a usuarios que habitan en las localidades periféricas, muchas de ellas vienen de hombres del campo y, por ende, de los poblados más empobrecidos y en los cuales, enviados de CFE impusieron más accesiblemente la famosa tarjetita, siendo que con ella, igualmente cambian los montos por consumo, como ha sucedido en numerosos casos, cuyos incrementos se han elevado hasta en 200 y 300 por ciento por usuario.
Este tipo de imposiciones se viene dando también en otros servicios, como el que ocurre en calles de la ciudad capital, en las que ha comenzado a aparecer un supuesto grupo de veladores, bajo el membrete de «policía privada» y que al término de la semana pasan a tocar las puertas de sus viviendas y solicitan la misma cuota, que elementos de la policía uniformados de azul oscuro cobran por el supuesto servicio de vigilancia nocturna que realizan en nuestras calles y avenidas y por supuesto las 345 colonias, pero ninguna instancia oficial ha informado acerca de este comando que la hace de vigilante nocturno.
EfACICO 