60 Segundos: LUCIO CABAÑAS Y GENARO VÁZQUEZ VUELVEN A RESURGIR


ANGEL-AGUIRRE-RIVERO
El señor Aguirre que dejó de ser político, cuando a los miserables, en la extrema pobreza y de quienes se preparan en aulas de la Normal Rural, persigue y manda matar, tan sólo porque siente un infinito desprecio y odio. Y en ese contexto, tope hasta donde se tope, lo incluye como gobernante, poderoso ante los débiles, sumiso frente a los caciques, también debe pagar, porque ahora nadie duda que junto con el resto de la banda oficial, son responsables del secuestro de los 43 normalistasdesaparecidos. Será peor si lo exoneran.

Por Raúl González Rivera

Por Raul González Rivera, egresado de la Facultad de Ciencias y Técnicas de la Comunicación de la Universidad Veracruzana
Por Raul González Rivera, egresado de la Facultad de Ciencias y Técnicas de la Comunicación de la Universidad Veracruzana

Los temores le quitan el sueño a los niños de la calle, pedigüeños y vendedores ambulantes que han asentado sus reales, como quiera que sea, en buena parte del casco histórico de la ciudad y que algunos aguzados del ayuntamiento han llegado para pedirles que se vayan durante los días de la jornada deportiva que se celebrará en noviembre próximo y que tendrá a Xalapa como una de sus subsedes.

Pequeños pedigüeños, mujeres jóvenes cargando a sus críos en su regazo y los que venden flores, piden limosnas y realizan el comercio informal con frutas, legumbres, figuras artesanales y otros productos, en realidad están un tanto espantados, porque les han dicho que vendrán por ellos unidades automotrices y que se los llevarán fuera del corazón de la ciudad, porque las autoridades no quieren que se dé una imagen de pobreza durante los Juegos Centroamericanos y del Caribe.
Candil de la calle, oscuridad de su casa, pareciera rezar el mensaje que la ciudad pretende ofertar durante la jornada deportiva y para ello, con una gran celeridad, poda árboles y arregla jardines públicos, pero quedarían pendientes como sus calles prácticamente todas con baches, irregularidades en su pavimento, asfalto o adoquinado y, por supuesto, la cauda o ejército de pedigüeños, vendedores ambulantes, cancioneros y otros a los cuales les han dicho que en «esos días, tienen que desaparecer».
Qué hacer con los taxistas ignorantes y ayunos del menor conocimiento sobre los aspectos medulares de la capital, su antecedente histórico, la nomenclatura con los nombres de sus calles y colonias y congregaciones. El casi total de taxistas, por ejemplo, desconoce cuáles son sus escasísimos edificios que a lo largo de los últimos 300 años gozan de algún rasgo arqueológico e histórico.
Uno o dos son los que gozan de la estima de los usuarios y fijan las tarifas a placer, porque trabajan sin control que los reoriente, ya sean autoridades de tránsito y vialidad, los concesionarios del taxi que explotan, sus patrones o su paso por la escuela, que en una mayoría no existe.
Si bien es cierto que las actividades escolares, comerciales y de negocios sufrirán prácticamente una paralización en el lapso de entre quince y veinte días, no es menos cierto que un centenar de niñas y niños, adolescentes, mujeres y adultos, que viven de la caridad pública quisieran que tal evento deportivo nunca llegara. La hambruna no puede detenerse y en esos días consideran que deberán salir del centro de la ciudad y les han advertido que o se van, o esperan que la hambruna todos ellos pueden aguantarla.

 

    * LUCIO CABAÑASY GENARO VÁZQUEZ VUELVEN A RESURGIR

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Para quienes sus nombres no les dicen algo, los estudiantes de la normal rural de Ayotzinapa, los nombres de Lucio Cabañas y Genaro Vázquez, ambos profesores de primeras letras –se decía–, vuelven a recorrer con su recuerdo las calles de Iguala, Guerrero, lugar donde se escenifica esta mala pasada que los arbitrarios y prepotentes le están jugando al pueblo todo de México y no sólo de la tierra del último gobernador bárbaro, don Rubén Figueroa.
Se acusa que el gobernador Ángel Aguirre tiene un infinito odio contra los estudiantes normalistas, el cual pudo haberlo llevado al extremo de mandarlos a atrapar, golpearlos y entregarlos a las huestes de una organización criminal en aquellas tierras.
Versión, rencor, que pudo derivar en los hechos que mantienen en un hilo la confianza en las instituciones públicas, no de Guerrero únicamente, sino de todo el país. Las matanzas no han sido sólo en Guerrero, así como los levantones, extorsiones y la aparición de fosas clandestinas.
Este fenómeno se viene registrando en toda la república y no existe rincón de la patria azteca en donde no haya solidarios con ese dolor que ya no es ajeno, porque hoy es tierra caliente de la entidad gobernada por orangutanes, como aquí y en el resto del país.
Lucio Cabañas y Genaro Vázquez, formados educativamente en la misma Normal Rural en guerra de estos días, cuando no entendieron qué debían hacer como guerrerenses sometidos a la toma de decisiones de los gobiernos dictatoriales, como fue el de Rubén Figueroa, famoso por aquella toma fotográfica, difundida mundialmente, cuando alguien de los medios le preguntó cómo es que gobernaba a la entidad, el mandatario, 140 kilos de peso, meciéndose en su mullido sillón, se llevó sus dos manos a los bajos y tocándose los genitales, respondió: «con éstos»…
Y es que a los dos guerrilleros, Lucio y Genaro, héroes de tantas batallas en la sierra de aquella entidad, en el régimen de Rubén Figueroa, enfrentaron a los paramilitares y fuerzas de seguridad de ese estado sureño, cayendo abatidos por las balas disparadas por sus armas, erigiéndose inmediatamente una protesta mundial, habida cuenta de que los líderes de la guerrilla solamente demandaban la paz social y libertades elementales para desarrollarse como pueblo en un ambiente de orden, pero sin los excesos, abusos, prepotencia e intolerancia.
Guerrilleros, como siempre, los estudiantes de la Normal Rural fueron adversarios gratuitos de Ángel Aguirre, pues el señor antes ya fue gobernador en los años 90 del siglo XX, senador de la república y diputado federal de la entidad convertida en tierra de guerra y de nadie. El señor Aguirre que dejó de ser político, cuando a los miserables, en la extrema pobreza y de quienes se preparan en aulas de la Normal Rural, persigue y manda matar, tan sólo porque siente un infinito desprecio y odio.
Y en ese contexto, tope hasta donde se tope, lo incluye como gobernante, poderoso ante los débiles, sumiso frente a los caciques, también debe pagar, porque ahora nadie duda que junto con el resto de la banda oficial, son responsables del secuestro de los 43 normalistasdesaparecidos. Será peor si lo exoneran. Al tiempo.

* ¿QUÉ HACER CON LOS
MERCADOS COCHINEROS?

Ya vienen los Juegos Centroamericanos y del Caribe y hay que dar la mejor cara de la ciudad ante los miles de visitantes centroamericanos, sobre todo.
Los extranjeros que fueron contratados para cambiar la imagen citadina, siguen enfrascados en saber a ciencia cierta qué quieren los xalapeños, para poder cambiar la cara o rostro de la capital, ahora que vendrán viajeros de otras latitudes de la región latinoamericana, sobre todo.
Sin embargo, son numerosos los aspectos para mostrar una buena cara de la ciudad, como son también los mercados de abasto alimentario.
En el pasado fueron los únicos recintos que expendían las flores, los víveres, las hortalizas, los productos cárnicos y hasta donde las familias completas acudían por las mañanas de cada semana, para hacerse del abasto alimentario, pero que además constituía el verdadero festín, porque a todos gustaba y atraía el olor a fresco, a limpio, como también así ocurrió con las demás alacenas y fonditas, donde las «enchiladas xalapeñas», las presas de pollo bañadas con el mole precisamente, hicieron pasar a todos aquéllos un momento placentero.
El entorno de los edificios que albergan los mercados tradicionales de Los Sauces, La Rotonda, el Jáuregui y por supuesto el mercado Alcalde y García, más conocido con el mote de San José, por aquello de que dicho centro de comercio se ubica frente a la iglesia de San José precisamente, permaneció por varias décadas limpio radicalmente, sin los estorbosos vendedores ambulantes, las montañas de basura, botes de basura, bolsas con vísceras de animales sacrificados para su venta.
Lamentablemente, hubo el alcalde que abrió las puertas a los vendedores que procedían de Tlaxcala, Puebla y el Estado de México, los cuales se posesionaron de los alrededores de los mercados mencionados, provocando necesariamente un espectáculo poco gratificante, repleto de mugre y abandono. Los alrededores de cualquiera de estos centros expendedores de productos básicos dejan mucho que desear y nadie ha podido meterlos al orden en los últimos diez años cuando menos.
Los cochineros en que se han convertido dichos mercados, resultan de consecuencias tremendistas inclusive en detrimento de la salud pública.
En su entorno, la circulación de vehículos automotrices es lenta y tortuosa, a base de claxonazos, sin ningún recato ni respeto para terceros, como sucede en Los Sauces, donde usted cree que en el Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UV y la escuela de Idiomas, pueden concentrarse sus profesionales, académicos y alumnos, con los ruidos, tóxicos y montañas de todo lo que no debiera ser que generan por partida doble los locatarios del mercado y al otro lado la línea de autobuses foráneos, que allí afirmó su sede y zona de ascenso y descenso de pasajeros.
La idea, ciertamente de contar con mercados que conservan aun en días como los que corren, las tradiciones de nuestros pueblos en lo que hace a los platillos de comidas regionales, se da en cualquier parte del suelo azteca. Pero en otras condiciones definitivamente.

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