Por Jesús Alberto Rubio.

Finalmente se despejó la incógnita: el boricua Lino Rivera fue contratado como mánager de los Naranjeros de Hermosillo, quien se incorporará al equipo en la próxima serie contra los Yaquis de Obregón en el “Oroz Gaytán”.
Parecía que Eddie Díaz tenía en “la bolsa” el contrato, pero seguramente no recibió luz verde de su organización, Tampa Bay, y todo quedó para la siguiente.
Es probable que en el proceso hubo pláticas con otros estrategas; sin embargo la directiva Naranja se decidió por Rivera para tomar las riendas del team que de momento Adulfo Camacho maneja de forma interina tras el despido de Matías Carrillo.
Lino ya dirigió en la LMP a los Algodoneros de Guasave y Tomateros de Culiacán; en su país fue manager de los Gigantes de Carolina y Criollos de Caguas.
En su carrera como estratega ha logrado banderines con Leones de Yucatán (2006) y en Puerto Rico con Gigantes de Carolina con quienes logró un bicampeonato (2005-2006 y 2006-2007) y con Caguas (2011).
Bienvenido, claro.
LUIS DORTICÓS:
Buenas, Jesús Alberto: no nos olvidemos que Zoilo Versalles se llevó el guante dorado en el ’65 jugando dcon los Mellizos, aunque cometió 39, si señor, 39 errores.
Pero, su promedio de doble matanzas y asistencias sobre Total Chances, dejando al lado sabermetrics, fue el mejor de la Liga Americana.
CARLOS RODRÍGUEZ CANDILA:
Indudable que “El Titán” hubiese sido todo un atractivo en Serie Mundial y la verdad qué lástima que los Dodgers no hayan llegado pues nos privó volver a ver brillar como otros, por citar a Beto Ávila, Fernando Valenzuela, Aurelio Rodríguez, Horacio Piña, Enrique Romo, entre otros mexicanos.
Quizá en fildeo-bateo Adrián González pudo exhibir más pues su calidad ya tiene patente.
Por otra parte, ¡qué caso el de Matías Carrillo!
En muchos juegos de conjunto siempre sucede lo mismo (incluyo el futbol), y es cierto: es más fácil correr a uno que a todo el resto del equipo.
En la LMB los Tigres de QR lo despidieron hace un año cuando prácticamente tenían como sublíderes de su zona amarrado el pase a los play offs; faltaban doce juegos para que terminara la t 55 ganados y 43 perdidos, con promedio de efectividad de .561.
Cómo quisiera saber la causa de su despido. Si alguien lo sabe, ¡dígamelo!
Fue un excelente jugador y además se ha visto que es muy buen manager, excepto ahora que su situación y números le fueron adversos.
¿Qué Será?
Como aficionados requerimos alguna explicación.
JUAN ANTONIO GARCÍA VILLA:
Estimado Jesús: En mi columna «Efemérides del beisbol lagunero» que se publica diariamente en El Siglo de Torreón, se da cuenta pormenorizada (sintetizo) de un juego de pelota amateur, hace casi 60 años, que estuvo a punto de ser perfecto, salvo por un par de bases por bolas que lo impidió, y comento que de haberse efectuado siete décadas atrás quizá lo habría sido. Y a continuación escribo lo siguiente, que tal vez sea de interés para tus lectores:
«Hace algún tiempo el licenciado y amigo Homero del Bosque Garza me hizo una pregunta muy interesante. “¿Por qué –me interrogó- tienen que ser cuatro bolas malas para obtener la base?”
Me puse a investigar y hallé cosas muy interesantes. Entre otras, lo relativo a la base por bolas. Como el esquema del beisbol se fue diseñando “por aproximaciones” a través del tiempo, hasta llegar a ser el juego perfecto que es, resulta que hacia 1876 se necesitaban 9 (nueve) bolas malas para que el bateador recibiera pasaporte a la inicial, y en el caso de ser golpeado por un lanzamiento se consideraba a éste sólo como una bola mala.
Cuatro años después, en 1880, se necesitaban ya únicamente 8 (ocho) lanzamientos fuera de la zona de strike para llegar a la primera. Dos años después, en 1882, el número se redujo a 7 (siete) y luego en 1884 a 6 (seis). En 1886 el número volvió a ser de 7 (siete) y el año siguiente se estableció en 5 (cinco), hasta que finalmente en 1889 quedó en 4 (cuatro) bolas malas para recibir boleto gratis a la primera base. Servido estimado Homero».
LUIS ELOY RAMÍREZ CABRERA:
Jesús: Saludos a ti y la Hermandad, y disculpa que otra vez tome turno en la columna pero este inning no podía dejarlo pasar. Se trata del comentario de Miguel Ortega, y con el que me identifico y aprovecho para enlazarlo con los de la reducción del tiempo de juego.

